Hola, ¿hola? ¡Bienvenidos a mi primer fic! Ok, eh, yo tenía desde hace un tiempo la espina de crear algo para Five Nights at Freddy's, pero hasta ahora no me animaba. Sin embargo, finalmente logré atreverme (¡yai! *un poco de confeti y gritos alegres de niños*).
¡Advertencias! Como sabrán, el asunto de la historia referente al juego suele estar plagada de teorías, hipótesis, muchas argumentadas con una genialidad asombrosa, otras que lograrían convecernos menos, pero finalmente todo forma parte del encanto en la creación de Scott (al menos desde mi punto de vista). Habiendo dicho eso, y disculpándome al hablar demasiado, quisiera que tuvieran en cuenta el —muy posible— OoC (?). También intentaré ver por el bien de la trama del FIC, sin desviarme mucho de una historia que siga a Mike Shmidt y a la banda de Freddy, así que pueden verlo como algo "alternativo" (por llamarlo de una manera). De la misma forma, no creo inmiscuirme demasiado en los otros juegos pero ¡hey! quién sabe qué ocurra luego.
¡Atención! Los personajes, la situación, y todo lo demás pertenece a Scott Cawthon.
En fin, ojalá puedan darme una oportunidad :) Prometo dar mi mejor esfuerzo para entretenerlos.
((*~* [ON MY OWN] *~*))
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PRÓLOGO
¿Por qué es tan difícil encontrar a alguien que se preocupe por ti?
—Three Days Grace, Someone who cares.
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El departamento continuaba silencioso, lúgubre y hediondo. Únicamente quedaba el eco vago y lastimero de una mujer gimiendo, como la voz de un fantasma oculto por las sombras: «Devuélvelo. Regrésamelo. Mi hijo».
Aquella criatura encogida, más bien de aspecto triste y patético, observaba fijamente los ojos vidriosos de su esposo sin cambiar de posición; ya no sabía cuántas horas —o días— habían transcurrido. Apestaba a putrefacción y sangre, un olor indescriptible que emanaba de Bergen Schmidt.
Caroline frotó sus brazos helados e intentó, por primera vez, levantarse y alejarse del hombre. Le sobrevinieron unas terribles arcadas. "Está muerto. Lo asesinaron", pensó aturdida. No alcanzó el lavabo y vomitó en la basura, sobre las botellas de cerveza rotas que Mike debió recoger del suelo cuando Bergen las arrojaba (demasiado exhausto para tirarlas él mismo).
Quería gritar y pedir ayuda. No hizo ni una u otra cosa. En su lugar, fue hasta la desvencijada sala, maniobrando entre el apretado espacio hasta caer rendida sobre el antiguo sillón.
Durante varios minutos, contempló los muebles frente a ella, igual que si estuviera drogada.
Estaba sola.
Una luz roja parpadeaba intermitentemente a un lado, llamando su atención. Tragó saliva y observó. ¡Se trataba de un mensaje!
Caroline jamás escuchó el agudo ring del teléfono, característico en esos modelos tan pasados de moda. Tomó una bocanada de aire y presionó el botón para oír el nuevo mensaje.
—Hola —dijo una voz familiar al otro lado de la línea—. ¿Hola? ¿Llegaste a casa, mamá? —Una pausa y su tono se volvió culposo—. ¿No quieres responderme? De verdad lo siento.
El rostro de Caroline se humedeció por nuevas lágrimas que le venían como si sus hermosos ojos azules fueran dos grifos.
—Mike…
—¿Recuerdas cuando era pequeño y deseaba volverme un héroe? Perdóname. En realidad, soy un cobarde. Quería protegerte, hacerte feliz. En cambio, te he fallado. Siempre, cada vez que ese bastardo te golpeaba e insultaba. —Caroline emitió un ruido lastimero—. Ahora nunca volverá a hacerte daño.
—Mike —gimoteó ella, incapaz de concebir alguna otra palabra.
—Debía hacer algo esta noche, antes de entregarme —siguió, dando la impresión de que hacía caso omiso de Caroline—. Pero quería que supieras… mamá, ojalá seas muy feliz. Te quiero. Y voy a extrañarte.
Continuará…
Y con esto doy por finalizado el prólogo del fic.
Mil gracias a quien le haya dado una oportunidad, y mil bendiciones si pueden dejar Review, agregar a Favorito, etc.
¡Hasta pronto!
