Disclamer, VK pertenece a Matsuri Hino.

Bien, esto será una serie de one-shots de contenido…digamos que erótico (pero no habrá lemons), con diversas parejas: canon, crack, yaoi, yuri, etc. Cada one-shot es autoconclusivo, así que pueden leer o no todos (supongo que habrá algunos que puedan ir ligados, pero los distinguirán por el I y II), con o sin spoilers, pero os aviso cuando haga un one-shot con spoilers ;). No sé cuentos haga, los reviews de toda índole son bienvenidos :D

Título: Beyond the s(k)in

Pairing: Kaname/Yuuki.

Advertencias: Ninguna, considerando lo que implica ser un fanfic de rating T. Sin Spoilers también.

Beyond the s(k)in.

Los últimos colores cálidos del día se desvanecían en el horizonte; el amarillo intenso se consumía al final de la tierra dejando de recuerdo anaranjados, rosas y rojos a su paso, mientras en lo más alto de cielo, la bóveda celeste se encontraba casi cubierta por la negrura de la mística noche. Era la hora en la que los seres nocturnos comenzaban a salir de su escondite.

Para cuando la joven despertó, la tierra ya estaba cubierta por las tinieblas; letárgicamente las estrellas tintineaban, mientras la luna, perezosa, se escondía tras un cúmulo de nubes oscuras. No era una noche terrorífica, ni cansina, era más bien cálida, quizás algunos podrían llamarla romántica.

La chica se restregó las manos sobre los ojos, la noche anterior había sido realmente pesada; por la mañana aplicaron varios tests, era natural que se hubiera alargado un poco más su sueño, aunque…Yuuki se despertó por completo al comprobar la oscuridad de su salón de clase. La hora de entrada de la Clase Nocturna ya había pasado, lo más seguro es que ellos estuvieran en clase. Se golpeó la cara con la mano: había fallado a sus deberes de prefecta, rogaba que Zero sí hubiera cumplido con su deber; aunque realmente dudaba de ello. Aquel descuido de su parte pudo haberle causado problemas a los chicos de uniforme blanco. La imagen de un joven de cabello negro, ojos café oscuro con mirada melancólica inundó sus pensamientos. Yuuki le había fallado a Kaname.

—¿Fue un dulce sueño?

La chica se giró para buscar al dueño de aquella voz. —Kaname-senpai —murmuró la chica.

—Buenas noches, Yuuki. —Las mejillas de la joven se tiñeron de rosa inmediatamente. El muchacho que intoxicaba sus pensamientos se encontraba a lado de ella; sentado sobre la silla que solía pertenecerle a Yori, con un libro entre sus manos.

Una delicada sonrisa se formó en la faz del chico, haciendo que todo el cuerpo de Yuuki temblara. En ese instante, ella se había olvidado del tiempo o el espacio, ni siquiera recordaba como se llamaba, sólo estaba él, sonriendo de esa manera para ella.

—Es peligroso dormirse en los salones, Yuuki. —La joven volvió de inmediato a la tierra, se pasó una mano por el cabello avergonzada, acomodándose un mechón de pelo detrás de la oreja.

—Lo lamento mucho —intentó anunciar bastante segura, pero delante de él, ella perdía el balance del mundo entero—. No volverá a suceder.

—Si te sientes tan cansada, no hagas las rondas; si te esfuerzas mucho podrías lastimarte.

La había herido. Con tan hermosas palabras Kaname había afectado a la muchacha. No, no era culpa de él, sino de ella por ser tan tonta para quedarse dormida tanto tiempo. Incapaz de mirarle a los ojos, la chica divagó su mirada sobre el suelo.

—Siento tanto causarte molestias, iré a… —La mano de Kaname sobre su hombro producía un cálido cosquilleo, el tacto de él siempre era tan suave y gentil; cada vez que él la tocaba sentía miles de cosas revolotear por el estómago y la cabeza.

—Está bien, no quería entrar a clase de economía de todas formas. —El chico le guiñó un ojo—. Gracias por darme una escusa.

Sonrió, sonrió ampliamente como la boba que era. —Cuando quieras —soltó sin meditarlo demasiado. Kaname hizo un extraño gesto con su rostro, Yuuki se dio cuenta de lo que había dicho. Era una estúpida—. Quiero decir…pero no muchas veces…emp, los estudios son importantes. Sí, eso, los estudios son muy importantes, demasiado…

La risa de Kaname resonó por los recovecos de aquel salón vacío, Yuuki sintió que le hervían hasta las orejas ¿cómo era que siempre se las arreglaba para quedar en ridículo en frente de Kaname? Aún con la chaqueta puesta, pudo sentir que los dedos del joven se aferraron más a su piel del hombro, mientras él inclinaba un poco la cabeza hacia adelante. El cabello de Kaname era hermoso, siempre lo había sido, así como sedoso, pocas veces se lo había tocado pero recordaba perfectamente ese tacto. Ojalá pudiera pasarse las horas recorriendo sus mechones negros.

—Lo siento, Yuuki —balbuceó el chico, tratando de recuperar el aliento—, es sólo que…no esperaba eso de ti. —Ojalá la tierra también se abriera y la tragara—. No quiero decir que seas una mala estudiante, pensé… tal vez… creerías que sería mejor estar aquí que encerrada en un salón, escuchando la lectura aburrida de un profesor con voz soporífera.

Ella podría estar en cualquier lugar al lado de él, daba igual lo que estuvieran haciendo o a quien tuvieran que soportar. —Los estudios son importantes —trató de decir esta vez con mayor convicción, pero no resultó.

El salón de nuevo se llenó de risas, esta vez los dos disfrutaban de aquel momento. Cómo extrañaba esos momentos, cómo añoraba el sabor de estar sólo los dos. Hace mucho tiempo, cuando ambos eran niños abandonados en un gélido mundo, pasaban horas charlando de cosas irrelevantes, tumbados sobre el frío suelo, ignorando el tiempo o el espacio, sólo estando, sólo sintiendo el uno al otro. Verdaderamente era doloroso saber que aquellas situaciones pertenecían a una ilusión que nunca más se podría realizar.

Yuuki puso una de sus manos sobre el brazo de Kaname, su piel era tan suave, cálida, delicadamente tentadora. —Tienes que volver a clases. —Ahora había sido ella quien lo había lastimado a él—. Y yo tengo que ir con Zero para…

El corazón de Kaname latía violentamente, podía escucharlo perfectamente desde su posición, el chico la había envuelto en un posesivo abrazo. —Quédate conmigo —suplicó—, tan sólo unos minutos.

Yuuki cerró los ojos, ella quisiera quedarse una eternidad a su lado. —Pueden entrar, tengo que ayudar a Zero —dijo, mirando a Kaname a los ojos.

—¿Porqué, Yuuki? —La mano de Kaname sobre su cuello alborotaba cosas más allá de sus hormonas. —Dime. —Cuando ésta comenzó a ascender, fue inevitable el perder cualquier sentido que no estuviera relacionado con el toque de la mano de él—. ¿Por qué …—La mano sobre la barbilla de ella, le obligaba a observar directamente los ojos de Kaname. —tienes que pensar en él en ese momento? —Con el dedo pulgar, el vampiro acarició el labio inferior de la humana. —Eres cruel —le susurró al oído.

Una estaca se clavó en el corazón de la chica. Dolía tanto que lo sentía romperse en mil pedazos, pero al mismo tiempo, tenía la sensación de que si aquello no era clavado de forma tan brutal, entonces dolería aún más. Yuuki quiso decir en ese instante: No, Kaname, tú eres el cruel. Volvió a cerrar los ojos y se aferró con ambas manos a la espalda del sangre pura.

Flemáticamente azulina era el color de la luz lunar que se asomó por entre los grandes ventanales del salón, tímida y débil, fue insuficiente para desvelar lo que hacían los dos muchachos, las sombras esa noche eran sus cómplices.

Él siempre había tenido un olor único, muy sensual, demasiado incitador, extremadamente erótico. Esta vez fueron sus dedos los que hicieron presión en la piel de él. Mantenía los ojos cerrados, porque era incapaz de esconder los más oscuros de sus deseos, se sostenía del vampiro porque no quería desvanecerse en su propio placer, ella debía permanecer pura para no verse mal ante él; aunque se muriera por hacer cosas sucias. Deseó poder gritarle a la cara: tócame aquí, tócame ahora, donde sea, donde quieras, pero tócame.

Las cosquillas que se convertían en mariposas provocadas por el aliento de él sobre su nariz, pasaron a ser descargas placenteras. Las suaves caricias sobre su piel eran brasas ardientes que la invadían, que la acechaba, la descontrolaban por completo. Los dedos de Kaname no sólo se encontraban sobre su rostro o cuello, parecían también tocar lugares indecentes. Tenía que pararle, tenía que detenerlo, pero no quería hacerlo, no quería que él se detuviera…por el contrario, anhelaba que siguiera. La chica entreabrió los labios, intentando respirar la cordura que se le escapaba por los poros.

Sus narices se encontraban punta a punta. Yuuki ascendió una de sus manos hasta colocarla en el cuello del joven, cuando éste comenzó acariciar su rostro con la nariz y hacer sus manos divagar por el cuerpo de ella. La temperatura subía, los oídos le zumbaban, el único sonido existente era el golpeteo frenético de dos corazones latiendo. Quería tragárselo, quería guardárselo, pero inevitablemente su cuerpo reaccionó arqueándose un poco, antes de soltar un gemido. Ya no había marcha atrás, había sido una determinante clarificación de que su tacto era recibido por ella, no como amiga, ni admiradora, sino como mujer.

Creyó escuchar un ligera risa, todo su cuerpo se tensó, casi se paralizó. En cualquier momento, él la separaría de su cuerpo y tendrían una plática seria que no deseaba escuchar, quería golpearse fuertemente por estúpida, deseaba poder llorar. Tanto era su miedo que tardó en descifrar, lo que significaban aquellos hormigueos húmedos sobre sus labios.

Los labios de Kaname se sentían como la seda, aunque no eran tan fríos, por el contrario, lograban hacer hervir cada milímetro de piel que tocaban y tenían un sabor exquisito; se sentía tan bien. Clavó sus uñas en el cuello de él, para pegarse más a su cuerpo, deseaba responder con todo el ardor que tenía guardado hacía años. No podía contener los movimientos de sus labios, gravando en su memoria la sensación de tocar al ser de sus sueños de manera tan íntima. Nuevamente jaló el aire por la boca tratando de absorber el tiempo. Era la primera vez que palpaba con su lengua los colmillos afilados del vampiro, que conocía el sabor de su saliva, la tersidad de su lengua, la intensidad de su amor.

El aire se le escapaba, el pecho le dolía, la sangre corría a gran velocidad, la adrenalina atosigaba a su todo su ser. Quería que esto durara, quería que esto nunca terminara, quería entregarse, quería darle a conocer que podía hacer con ella lo que quisiera, aquí, ahora, donde fuere, por siempre.

—Yuuki. —Su nombre sonaba tan bien cuando él lo declamaba, su nombre era bello cuando era pronunciado con ese tono tan grave y erótico, su nombre era la gloria pronunciado de sus labios—. Yuuki, Yuuki, Yuuki. ¡Yuuki!

Risas a su alrededor, rayos de sol hiriendo sus ojos, alguien le tocaba el hombro, cuchicheos incesantes.

—Yuuki.

El dolor de cuello le estaba matando, se llevó una mano al sitio al tiempo que se levantaba lentamente. Todos los músculos se le tensaron.

—¿Te encuentras bien Yuuki-chan?

—¿Acaso quieres tomar clase con nosotros, Cross-san?

Yuuki cerró sus ojos fuertemente, mientras rezaba mentalmente una plegaria para que se desvaneciera en el aire y nadie la viera salir del salón de clases.

—Yuuki. —Podía sentir la figura de Kuran Kaname delante de ella, inclusive podía ver los ojos de él mirándola fijamente, era la última persona que deseaba ver en ese momento, no tenía el valor ni la vergüenza para verle. ¿Cómo podía verlo a la cara cuando acaba de tener semejante sueño? En cuanto entre abrió los ojos pudo ver aquella encantadora sonrisa que parecía pertenecerla sólo a ella—. ¿Tuviste un dulce sueño?

Yuuki volvió a cerrar los ojos, ¡Eres patética Cross! se gritó mentalmente a sí misma.

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Este one-shot lo escribí hace rato, originalmente fue creado para el torneo de críticos, con el promt de "sueños" pero se pasaba del número de palabras (algo entre 500 y 600 palabras y no deseaba cortar nada, so) y de ahí, nació la idea de crear una serie de one-shots sobre ideas sexosas (?) de los personajes. ¿Algo más que quieran saber? Bueno…pueden proponer parejas, pero no me pidan escribir mucho de Zero uu lamentablemente no es mi personaje favorito, so.

Bien cualquier cosa, no se corte que yo escucho :D (no muerdo, así que dejad sus comentarios: bueno o malos).

Sobre el título (es que originalmente la letra K, va con una línea en medio, como si estuviera tachada, pero no permite eso, así que la mejor idea que se me ocurrió fue encerrarla en paréntesis). Para los que no saben mucho inglés: "Beyond the skin" podría traducirse como: Más allá de la piel, al tachar la K, queda "sin" que significa pecado.

Gracias a Ro-chan por su beteo ;).

Atte: Kirsche Himitsu Fyrof.

PS: Oficialmente me estreno por la sección de VK en , tengo otros drabbles de VK (en su mayoría de Kaname uu), pero esos se encuentran en mi Livejournal —link en mi profile— entre otras cosas de VK.