Titulo: Mera curiosidad
Rango:M
Personajes:Kakashi/Sakura/Yamato
Genero:Comedia/Romance.
Sumario:Una cosa era espiarlo en los entrenamientos. Pero otra era allanar su morada y espiarlo en su reunión con amigos. ¿Qué cosas descubriría a partir de una simple conversación entre hombres?/ "―Sakura ¿no? Estas en una grave problema".
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Naruto © es creación del señor Masashi Kishimoto pero esta historia pertenece a Nicole Luz de Luna ©
«Probablemente el último sonido que escucharemos antes de que el universo se repliegue sobre si mismo sera alguien diciendo: '¿Que ocurre si hago esto?'»
Terry Pratchett.
Capitulo 1: Snafu
Se mordía las uñas con desesperación, de una a una y de mano a otra mano y hasta la cutícula. Estaba asustada, mas que eso, aterrada. El reducido espacio del armario no colaboraba haciéndola sentir mas claustrofóbica y con mas ansiedad. Estar agachada tanto tiempo había hecho que perdiera la sensibilidad en las piernas y el polvo le estaba causando ya desconocidos tipos de alergias que ella como medico y, como persona, ni siquiera sabia que podía desarrollar y mucho menos de ese modo.
Mentalmente maldijo a la cerda de Ino y deseo que ardiera en el infierno. Ella había empezado toda esa inusitada situación, era por la estúpida idea de 'pasar información'. Ella ahora debía estar con Sakura atascada junto a las tres escobas y los ocho kilos de polvo en un espacio de 1x1.
―Es que ahí se hablan cosas de hombres― dijo con tranquilidad mientras rebuscaba en el cajón ese barniz rosa pálido.
―No es para tanto, Ino. Es solo otro hombre que quiere salir con sus amigos y tener un poco de suerte.
―¡Rayos, frente! ¿nunca has oído los rumores? ¡Sus salidas son legendarias!
Y así había empezado a picarla la curiosidad. Todo había empezado con el simple rumor proveniente de la abuela del tipo que vive al lado de un bar que se lo dijo a a la camarera de los Dango's que por casualidades de la vida se lo comento a la señora que vende el abono de las flores cuyo hijo lo escucho y se lo dijo al barman que estaba saliendo con Ino, fue así como Sakura lo capto e Ino termino explicándole lo transcendentales que son salidas del ninja copia con sus amigos, ellos tiran la casa por la ventana o departamento y/o torre Hokague.
―Necesitamos saber donde sera la rumba―inquirió la rubia luego de relatar su épica recopilación de información.
―Es una idiotez. No le preguntare a Kakashi sensei donde dará una fiesta a la cual no me invitara.
No rotundamente
―Nadie dijo que íbamos a preguntar, mi querida frentona...
Y si en un principio se había negado rotundamente a hurgar la correspondencia de Hatake, cuando escucho a Anko, luego de una semana comentar acerca de su segura invitación a la fiesta legendaria, su sangre hirvió y en menos de una hora había armado ese maquiavélico plan para irrumpir en la casa de su sensei y averiguar todo lo que pudiera, luego resolvería el problema de colarse a la celebración. Así que robo esos diminutos micrófonos a Neji y puso en marcha el plan para colarse por la chimenea de Hatake, bajar usando su chakra. Colocar los implemento y salir por la ventanilla del baño.
Con lo que no contó fue que la chimenea estaría tan sucia que no pudo aferrarse a las paredes, que al caer sobre su trasero en en una no muy cómoda capa de cenizas los micrófonos quedarían mas machacados que tortillas y que al intentar salir por la ventana del baño, la abertura seria tan diminuta que no hubiese pasado ni su versión raquítica de los doce años.
Y fue así mas o menos que cuando escucho pasos frente a la entrada principal, termino escondida en el armario de escobas bajo la escalera, maldiciendo su impulsividad y de paso, a Anko, a Ino, y a los chismes; ligando por no sufrir un aneurisma gracias a contener estornudos.
¡Estúpido polvo!
El picaporte giro y la puerta se abrió y se cerro. Haruno tembló, no había dejado marcas de hollín y ceniza en la sala ¿o si?
El individuo subió a las habitaciones superiores y ella lo supo porque el cuarto donde se encontraba vibro por los pasos en la escalera y se lleno de otra considerable cantidad de polvo. La chica analizo todas su posibilidades de salir del lugar y llego a la definitiva conclusión de que no podía salir, no por ahora, y no mientras estuviese el dueño merodeando su casa. Intento sentarse en el piso para así aliviar un piernas, sin embargo, la vuelta de la presencia la puso en alerta máxima de nuevo.
Ojala a Kakashi sensei no se le ocurra pasearse por ahí sin ropa, después de todo, es su casa.
Pero se reprendió mentalmente cuando escucho una aspiradora y al entreabrir un poco la puerta, notar a una silueta vestida de verde mover los sofás y empezar a limpiar mientras tarareaba algo apenas audible por sobre el ruido del aparato.
Sakura se masajeó las sienes y se recostó un poco de la polvorienta pared.
Al cabo de unos minutos el ruido se apago y se escucharon pasos alejarse. El picaporte sonó y la puerta se abrió. En menos de un segundo Sakura se imagino que Gai se había ido y se dijo que esa era su oportunidad de escapar, pero escuchar la voz de su sensei la detuvo de insofacto y cabe mencionar que le provoco cierta arritmia.
―¿Que demonios haces en mi casa?― ella se estremeció y reprimió un gritillo.
―Creí que quedamos para vernos aquí― se defendió Gai.
―Siempre lo hacemos, no se porque te picas― soltó una voz. ¿Acaso era Gemma?
Sakura se aventuro a ver un poco por la puerta entre abierta y se encontró con la imagen de Gemma lanzándose al sofá que esta de espaldas al armario, y a Gai en medio de la sala usando un delantal. Kakashi bufo y la bestia verde volvió a sacudir el librero.
―Oi, oi, acabo de pasar la aspiradora, quitate los zapatos Kakashi.
―Gai limpia tu casa, eso es tan marica. Traje las bolsas ponlas en la alacenas, eh Gai.
―Tu llenas mi alacena, eso es mas homosexual― soltó Kakashi y se lanzo al sofá recostándose.
―¡Hey, hey, no te duermas Kakashi!― Haruno miro otra ves por la rendija y Gemma ahora estaba de pie gritándole a Kakashi―. ¡Demonios, este bastardo ya se durmió otra vez!
―Terminate de acostumbrar, Gem. Recuerdas cuando se durmió en el país de la lluvia mientras escoltábamos al señor feudal― Gai apareció en su rango de visión tomando asiento en uno de los brazos del sillón mientras Gemma se sentaba en el respaldar.
―Oh, si. Por lo menos sabemos que sigue alerta y listo para el combate.
―Ah, ¿fue en esa donde a todos nos dio gripe?―el del senbon asintió―. Pobre Tenzô, le toco todo el trabajo sucio.
La conversación siguió de lo mas normal y Sakura se desligo de ella para concentrarse en controlar su respiración y chequear la supresión de su chacra.
Todo por su estúpida curiosidad. Pero es que simplemente ver a la venenosa Anko hablar como posesa y luego ver a las regaladas de las enfermeras babear por el ninja copia le hacia hervir la sangre.
La pelirosa no lo decía, pero Kakashi despertaba en ella una sensación de posesividad y egoísmo que ni ella sabia de donde salia. Era simplemente algo espontáneo, así como espontáneamente lo miraba mientras entrenaba, mientras hacia las compras y le echaba miradas furtivas entre cada misión. ¡Kakashi-sensei podía llegar a ser tan interesante! Justo al momento de entrenar, cuando estaba sudado y entonces decidía quitarse la camiseta y una de las curiosas gotas de sudor se escurría por su clavícula, delineaba cada uno de sus abdominales y se perdía en el borde de su pantalón.
Detuvo esos pensamientos, se estaban escurriendo por la linea equivocada.
El detalle es que a veces es tan imposible de evitar pensar morbosamente, como lo era pensar egoistamente.
Pero esa, claro, ella no pensaba que fuese la principal razón por la cual termino escondida en el closed. Todo era el producto de una larga lista de motivos. El primero de todos, la presión social:
―Según y que es para amanecer. Hatake-san, Shiranui-kun y Maito-san se aseguran siempre de que en la fiesta no falte nada.
―¿Nada, Yuki-chan?
―Nada, Aiko-chan. Pero eso si, entras al lugar ya no sales, y si sales ya no entras. Ya sabes, es para evitar a los colados en la fiesta.
―Ah, por supuesto. Es un evento selecto, si no vas no eres nadie― risitas cómplices― Y terminas como Haruno-san; solo diesiseis y ya toda una ermitaña amargada.
Y eso era lo que pensaban las enfermeras del hospital, y media aldea -por no decir toda- las apoyaban.
La segunda razón era un poco mas compleja. La competitividad:
―Y el roñoso de Kakashi con el malnacido de Gemma terminaron allí― risa escandalosa― Gai y Tenzô tuvieron que ir por ellos.
―Es algo para recordar, Anko.
―Sip. Hay que actuar como locos cuando jóvenes para tener de que reírnos cuando viejos. ¿Cierto Iruka?, ¿cierto Haruno?
―No estaba prestando atención, Mitarashi-san.
―¡Oh, olvidalo Haruno! Solo hablábamos de un salvaje reventón al que voy a ir. No creo que te inviten, solo olvidalo.
Y ella no le iba a dar el gusto a la venenosa esa. No.
La tercera razón radicaba mas en el ocio que en otra cosa. El aburrimiento:
―A lo que me refiero es a que no puede dejarnos colgadas. Prometió llevarnos a bailar.
―Ino, tal ves es algo importante de verdad. Dejale pasar esta, tu novio es buena persona.
―¡Qué buena persona ni qué nada! Es un bastardo que me dejo en el aire por 'asuntos de mayor peso' ¡Demonios, de seguro es por esa estúpida fiesta!
―Qué mas da. A pasar la noche del sábado leyendo y comiendo frituras.
―O podríamos ir, Sakura.
―No empieces con lo mismo otra vez, Ino.
―No, piensalo. Averiguamos donde es, nos colamos y pasamos una de las mejores noche de nuestra vida. Coqueteando, tomando, y presumiendo a las chismosas que si fuimos.
Esas podían contar como las ultimas palabras de Ino antes de que ella decidiera colarse en definitiva y ese mismo día aplicara el plan que tenia en mente desde lo de Anko recurriendo a buscar todo lo necesario.
Miro otra vez por la rendija y tomo consciencia de lo que sucedía. Gai y Gemma hablaban aniñadamente mientras Kakashi se levantaba y al momento sonaba la puerta del baño.
La puerta se abrió de repente y en el umbral apareció un joven que bien podría ser solo unos pocos años mayor que Sakura. Vestía de anbu y parecía realmente cansado.
―¡Eh, Tenzô. Estas vivo!― grito Gai efusibamente y le dio un ligero codazo a Gemma que chasqueo la lengua con ligera molestia.
―Claro que estoy vivo, Gai―replico con confusión y en sus entrecejo se notaron unas ligeras arrugas―¿Por qué no habría de estarlo?
―Llevas un mes sin aparecer, viejo― dijo el maestro del senbon mientras jugaba con unas agujas en sus manos―. Le aposté a Gai una botella de Sake a que habías muerto en acción.
―Gracias por el optimismo, equipo.
―Deje dicho que no le abrieran la puerta a nadie―rugió Kakashi desde algún lugar de la casa―¡¿Es que acaso todos tienen llave mi casa?!
―Yo no, viejo. Uso de Gai y a veces la de Tenzô.
―¡Tenzô, niño, quitate los zapatos que acabo de pasar la aspiradora!
―Si, lo siento Gai.
Sakura se encontró un poco extrañada. Sabia que su sensei mantenía una relación de amistad/rivalidad con Gai, pero que el y Gemma fueran mas allá de un 'hola', y mas aun, que un chico desconocido se sumara al ya de por si extraño grupo y todos actuaran como amigos inseparables de toda la vida, era motivo para sentirse desconcertada.
Ella sabia que habían tantas cosas de su sensei que desconocía rotundamente, pero apenas se estaba haciendo la idea de verlo como un tipo parrandero que pasaba toda la noche en una pista a ahora verlo como el tipo parrandero que pasaba toda la noche en una fiesta con unos amigos algo confianzudos. Ver a Kakashi rodeado de gente era muy raro. Aunque ella no era estúpida, Kakashi debía ser por lo menos un poco sociable para dar tales rumbas. Como la del año pasado, y la del anterior, y la del anterior al anterior...
―¡Voy por una cerveza para animar el ambiente mus jóvenes shinobis!
―El alcohol de algún modo debe matar la llama de la juventud ¿no, Tenzô?
―Es un hecho probado científicamente. Hay hasta estadísticas.
Gai volvió corriendo de la cocina maniobrando entre sus manos con tres latas de cerveza y los ojos abiertos de par en par. Puso las bebidas en la mesilla junto al librero y se acerco peligrosamente al del senbon.
―Es cierto. Mira a Kakashi como quedo.
―Mm, no me metan en sus problemas. Aquí el científico es Tenzô.
―Ocho de cada diez lucen como de cincuenta a los treinta―afirmo el susodicho destapando la bebida.
Gai puso sus manos sobre su cabeza y miro a todos lados con pánico. Sakura reprimió una risilla mientras su Inner maldecía la situación al no tener una cámara a mano.
―Y dos de cada diez idiotas se lo creen― estallo en risas Gemma y Kakashi le acompaño en una risa ligera. Tan genuina que era difícil de creer.
Por la rendija miro a Gai-sensei hacer una mueca y luego tomar su cerveza de un solo trago.
―Tenzô, ¿que haces?
―Bebo una cerveza.
―Aun eres un mocoso, toma este juguito― y saco un jugo de cartón de su porta kunai,― ¡Tiene popote flexible!
―Tengo mas de veintiuno, Gai.
―Da igual, sabes que no puedes tomar alcohol en mi presencia.― y le arrebato la lata.
―¡Maldición, Gai. Lo estas malcriando!―rugió Gemma. Sakura ya tenia un tic nervioso en el ojo. Parecían niños mientras se enzarzaban en una furiosa discusión sobre quien malcría a quien y quien alcahuetea a quien. Kakashi-sensei solo estaba allí, aparentemente leyendo; y Tenzô se tomaba la cerveza de Gai mientras presenciaba el debate como quien ve un partido de tenis.
La pelirosa se replanteo la situación. Ella estaba allí, apretujada en un polvoriento armario, mirando con extrañeza como Kakashi y sus amigos pasaban una gloriosa tarde de lunes, bebiendo cerveza, leyendo y discutiendo. Increíble. Verlo era como ver a su generación de shinobis en una versión mas vieja. De repente se preguntaba a si misma si de ese modo estarían ello en unos diez años, discutiendo por cosas sin sentido y entrando a limpiar en casa de los demás. Tal vez ella tuviese llave de la casa de Naruto. Es probable que nadie nunca le diera alcohol a Hinata. Ino y Shikamaru comprarían cerveza y cigarrillos para su despensa. Y todos harían apuestas entre si a ver si Shino y Neji desaparecían en acción o algo así. Bueno, tal ves no de ese modo, pero era una visión maravillosa de su futuro.
La escena se sentía como si en cualquier momento aparecerían sus novias y detendrían todo el trajín. Pero eso era prácticamente imposible. Gemma era un playboy; ese Tenzô tenia pinta de ser muy tímido; nadie en su sano juicio se enrrollaria con Gai-sensei; y Kakashi simplemente no tenia. Aunque luego dudo, desconocía demasiadas cosas de el como para afirmar algo a capa y espada. Así que mientras la discusión aun se alzaba, ella prefirió imaginar a Kakashi con cada kunoichi de dicha generación. En un principio se lo imagino de la mano de Shizune, ambos comiendo ramen y mirando el atardecer desde la oficina de Tsunade.
Shizune era una ávida lectora de cualquier tipo de textos, así que Sakura se imagino que ella podría cambiar los hábitos de lectura del ninja copia. Pero, detuvo el hilo de pensamientos al percatarse de que eso jamas funcionaria. Kakashi no entraría a un hospital a ver a Shizune de vez en cuando. La asistente de la Hokague estaba obsesionada con la puntualidad, Hatake le sacaría canas verdes. A parte, Shizune en alguna ocasión le había dicho que Hatake era demasiado apático.
Así que la pelirosa penso en Kurenai-sensei. La verdad es que se verían muy bien juntos. Darían paseos por el parque tomados de la mano. Incluso, ella podía ser quien lo convenciera de sacarse esa fea mascara, hasta enseñarle a entrar por las puertas y ser cortes. Irían a misiones juntos y no tendrían que gastar dinero en dos cuartos de posada. Pero desecho la idea casi instantáneamente, Kurenai vivía muy ocupada con el preescolar de la academia y cuidando de pequeño Asuma. Kakashi no soportaba a los niños. Eso no funcionaria.
Y luego pensó en Anko, pero la simple idea le provoco nauseas. A Kakashi-sensei no le gustaban los dangos y era alguien un poco callado para la boquiabierta de Mitarashi. Además, ella simplemente era fea, y no es que Sakura se considerara una eminencia en la belleza -porque en realidad pensaba todo lo opuesto- pero Anko simplemente no era lo suficiente para él. Y, otro defecto que tal vez nunca enumeraría en voz alta, era el hecho de que la de las serpientes había pasado básicamente por todas las camas de los shinobis de Konoha, jóvenes adultos y adultos jóvenes. Ella tenia la ligera sospecha de que Anko también estuvo en la de Naruto.
Sin embargo, antes de continuar despotricando de la pelivioleta, capto un poco de la conversación que ahora se producía.
―Dilo, Gai, dilo.―presionaba Gemma.
―No es gran cosa, Gai―apoyaba Tenzô.
―Me niego siquiera a expresar algún pensamiento. Son unas señoritas, estaría calumniando su juventud.
―¡Maldición, Gai. Solo di cual esta buena!
―Esta bien―se resigno, y con voz un poco mas seria y adulta continuo:― Hinata Hyuga me parece una jovencita muy simpática para su edad, ¡se siente en ella una llama de la juventud muy potente!
Todos estallaron en risas, hasta Kakashi, y por qué no decirlo, ella también río aunque, claro, seguía siendo como medio perturbador oír eso de la gran bestia verde.
Al cabo de reír un rato mas, Gemma continuo:
―A mi me parece que Yamanaka esta explotada de buena... Tal vez si fuera unos años mayor...
Sakura dio un respingo, esto realmente estaba pasando. Ella realmente estaba escuchando la conversación de unos hombre -porque ellos si eran hombres- acerca de las kunoichis de su generación. Este armario bien podría ser el paraíso del chisme. Así que Sakura tomo la drástica decisión de empujar un poco mas la puerta, abrir la rendija y esta vez si prestar atención. De seguro a alguno se le salia lo de la fiesta.
Solo por la fiesta. Solo por la fiesta. Solo por la fiesta.
―Ino―hablo Kakashi para la sorpresa de Sakura― es muy linda. Ojos encantadores.
―Es extrovertida, eso me gusta. Con ella se puede hablar―acoto Gai y parecía decirlo de manera muy honesta y sin malicia o así fue que Sakura lo percibió.
Vio como Tenzô volvía a la sala con tres cervezas mas y un ¿juguito?
―Y luego esta Ten-Ten. No digas que nunca lo has pensado, Gai
―Ya dejalo quieto, Gemma―soltó Kakashi-sensei―. Ella es muy linda.
―¿Del tipo de belleza que te gusta, sempai?
―Dejadme darte una idea, ella es así como Sung Mei.― y el castaño puso cara de haber captado.
―Mi linda Ten-Ten es una niña así que ya dejen de hablar de ella de eso modo―juro solemne―. Su llama de la juventud esta mas viva que nunca. Es bella, fuerte, e inteligente. Y si se parece a tu ex, mi estimado rival, bastante en esa personalidad y carácter fuerte...
¡Oh, por Dios! ¡Ex!
Sakura dejo de escucharlos por un momento mientras hablaban de otras chicas. Kakashi sensei había tenido una ex novia que se parecía a Ten-Ten. Que raro era imaginárselo con una chica, mas aun con una novia real y de carne y hueso, en vez de las raras invenciones que ella hacia y que descartaba casi instantáneamente. ¡Qué raro seria imaginarlo por ahí de la mano con Ten-Ten!
―No presuman de esas chicas. Yo no conozco a nadie.―replico el anbu haciendo un lindo puchero.
―Tenzô, te queda el consuelo de que nadie te conoce.
―¡Deja al niño en paz, Gemma!
―¿Lo ves? Lo estas consintiendo otra vez. Ya dejalo crecer.
―Pero si Tenzo-kun ya es todo un adulto. ¿Recuerdan esa misión al país de la hierba?
―¡Oh, Kakashi, que Kami bendiga tu memoria!― y de un momento a otro Gemma y Gai estaban haciendo sonidos sexuales mientras acorralaban contra el librero al menor de todos: ¡mm, mas, Tenzô mas!/ ¡Ahí, allí mismo. Ummm!/ ¡Aaaah, delicioso!
Con gemidos, gemidos y mas gemidos que traumarón a la pelirosa y casi volvieron permanente el tic de su ojo izquierdo. Kakashi se destornillaba en el sofá con esa risa genuina que casi ni se le escuchaba por allí, y por lo que podía ver, Gai y Gemma daban coscorrones en la la cabeza del castaño mientras lo mantenían en el suelo con una llave de lucha.
Estos hombres no parecían hombres, solo niños pequeños que vivían con el afán de de divertirse nomás.
Gai era el recatado.
Gemma el pervertido.
Tenzô el único racional.
Y Kakashi era el alentador de todos y cada uno de ellos.
―¡Esperen un segundo!― arguyo el anbu una vez que pudo salir de la llave― ¿Que hay de ti, sempai?
―¡Oh, si! Nos faltaba la cereza al tope del helado― comento el del senbon y Sakura se enderezo su columna de manera brusca, abriendo los ojos de par en par y pegándose mas a la puerta para ver por la rendija la parte de atrás del sofá y el Cabello de Kakashi sobresaliendo―.Sakura Haruno. Exótico cabello rosa. Ojos que parecen esmeralda liquida. Cadera y cintura perfecta... y ooohh, sus pechos...
―Sakura-chan. Increíble niña. Tan inteligente, bondadosa y dedicada; esa chica es un pan de Dios.
―¿Y tu qué dices Kakashi sempai?
Sakura trago el grueso nudo de su garganta. Nada, nunca en su vida, la había hecho sudar como loca, y esa sensación de su corazón queriendo salir de su pecho solo la había tenido cuando entro a su primera cirugía. Lo que su sensei fuera a decir causaba en ella sensaciones inusitadas. Inner gritaba como loca que se concentrara y tomara conciencia de lo que pasaba. Y así lo hizo, y cuando se pellizco para ver si despertaba del curioso sueño la vida le dio la espalda arrojándole en la cara la pesada realidad:
―Esta buena, esta muy buena.
Su mundo dio un vuelo de nuevo. ¿Es que acaso Kakashi Hatake, quien la vio desde que era una desgreñada mocosa de doce años, estaba diciendo que ella estaba buena, que estaba muy buena?
Algo de esto tenia que ser planeado. En cualquier momento Naruto saldria de entre las escobas con un '¡Caíste por inocente!' y el confeti volaría por todos lados y Kakashi-sensei reiría de nuevo mientras Kiba y Choji los grababan a todos con las cámaras para luego verlo en la cena de navidad y volver a burlarse. Sin embargo, no fue así, esto no era un programa de mala calidad.
De pronto, tuvo esa imagen mental de Kakashi y ella paseando tomados de la mano por los cerezos del parque. Yendo juntos al cine y ella recostando la cabeza en su hombro y aspirando un aroma que la embriagaba. Le gusto. Kakashi pasando un buen rato con ella en algún lugar del bosque donde el siempre terminaba escondido. Leyendo juntos: Ella, ' La medicina según Hipocrates'; él, Icha Icha Paradise. Comiendo juntos en Ichiraku, ella prohibiéndole exhibir su magnifico rostro y alentándole a seguir usar la mascara en publico.
―¿Te llevarías a la cama?
―¡Gemma no preguntes eso! !No puedo creer que hablen así de Sakura-chan!
La pelirosa contuvo la respiración y la parte racional de su cerebro mantuvo el control de chacra, porque la mas alocada corría en círculos tirando de su cabello. ¿Kakashi podía llegar a pensar en ella de esa manera? No, una cosa era considerarla buena en un significado totalmente retorico -que es como ella suponía las palabras de Kakashi-, otro era irse a un concepto mas literal -que es al que Gemma quería llegar-.
―¡Oi, lo tengo!―exclamo Shiranui dando un bote del sofá y parándose sorpresivamente causando el sobresalto de la chica que de por si ya estaba de nervios―. ¿Recuerdan ese juego de cuando nos acuartelaban en Anbu?
Sakura lo maldijo, no es que ella esperara con ansias la respuesta de su sensei, tenia una simple curiosidad.
―Yo lo recuerdo, aunque ustedes no me dejaban jugar...
―Tenzo-kun, aun eras un niño ¿como ibas a poder jugar?
―¡Tenia 15. Por lo menos no debían encerrarme en el baño, Gai!
Un senbon se clavo en el marco de la puerta del armario, justo a la altura de la perilla. Me fregué. Lo saben.
―Podríamos encerrarte en ese armario ¿sabes?. Estamos retirados del ANBU y tenemos diez años más que tú, pero aun podemos hacerlo.
―No serviría de nada, Gemma. Haria como cuando tenia 15 y se escabulliria con algún túnel en la tierra. Quita eso de mi pared, tu no limpias aquí.
Gai bufo sonoramente.
Sakura se tenso cuando escucho la tabla suelta junto al sofá crujir seguida de unos pasos directos hacia el armario. Empezó a maquinar que hacia, no había posibilidad de que Gemma no la viera al quitar la aguja, y mas aun, de que si lo hacia, cerrara la boca y le guardara el secreto. Estaba frita, mas que frita, fregada. Pensó en esconderse tras las escobas, en el rincón mas alejado del pequeño cuartucho, donde había polvo y telarañas -estaba segura de que había otras alimañas que no quiso identificar-, rechazo la idea. Si sus opciones eran limitadas: a) Usaba chacra y se pegaba al techo. Pero la mas mínima variación de chacra los haría notar su presencia aun mas. b) se escondía en la vieja bolsa de basura y permanecía inmóvil. Pero cómo enmascararía el ruido. Ó c) permanecía allí callada, sin hacer el más mínimo movimiento, esperando positivamente que no la vieran, pero preparando su cara de 'chica loca desquiciada que no sabe lo que hace' para evitar el castigo al descubrirla, pero ganarse un pase a alguna institución mental.
Pero no contaba que ese joven de cabello castaño y traje anbu retiraría la aguja y se daría la vuelta habiendo cruzado una mirada casi microscopia con ella, en la que ella lo observo boquiabierta y con los ojos como platos.
Ignorándola rotundamente.
―Estamos en el juego Kakashi, estas obligado a decirlo o te colgaremos por los las pelotas y te tomaremos la nueva foto para el libro Bingo. ¿Tendrías sexo rudo, salvaje y alocado con Sakura Haruno?
El universo conspiraba contra ella. Tantas emociones le causarían una apoplejía.
―Seria, literalmente, un placer.
Y ella se quedo allí sin procesar mas que palabras inconexas y frases al azar. Su ritmo cardiaco tan alto por las nubes y sus manos temblando sin dar la mas mínima posibilidad de quitar las gotas del sudor descontrolado que le corría por la frente y se le metía entre los ojos. Apenas escucho el resto de la conversación, entendiendo así solo: ―Bar de Junko. Y otra serie de palabras que no pudo relacionar unas con otras, su cerebro aun seguía muy ocupado con otros pensamientos. Tan ocupado que no pudo maquinar nada mas cuando escucho la puerta principal cerrarse las voces alejarse y luego alguien decir:
―Olvide algo en tu sala. Vayan, los alcanzo en un momento.
Seguido de la apertura suave de las puertas y pasos hacia el armario. La ojiverde, que ahora se encontraba casi recostada entre la puerta del armario, cayo estrepitosamente a los pies del muchacho vestido de Anbu. Las mejillas rosas por lo anterior, el cabello esponjado y despeinado, la camiseta medio mojada por el sudor, los ojos como plato y la boca entreabierta.
―Sakura ¿no? Estas en un grave problema.
Snafu: Situation normal, all fuck up.
¡Gracias por leer!
