Hola gente. Mañana actualizaré todo lo que pueda. Os dejo esto porque necesitaba escribirlo. Toma lugar en el primer año de Kurt de Universidad, siendo Sebastian, Jeff, Nick y Kai un año menor que él, por lo que siguen en Dalton. Ese es mi headcanon. Kai es un OC mío que nació hace un par de años, también le pertenece parcialmente a Suuw (Si no habéis leído nada suyo, DEBÉIS). Por si queréis ponerle cara, es una mezcla de Logan Lerman y Kevin Zegers (cuando era joven). El título del fic viene de la canción I don't wanna be in love, de Good Charlotte. La recomiendo.

Espero que os guste, nos leemos mañana :)


Kai Adams siempre había sido un capullo integral.

Lo sabía, vivía con ello y estaba jodidamente enamorado de si mismo por ello. También sabía que eso era solo una fachada. La gente creía que Sebastian Smythe era el Rey Capullo en Dalton, pero en realidad el título le pertenecía a Kai. Junto con el del más falso en el lugar. Cualquiera que se acercase un poco se daría cuenta de que el chico solo era una masa de frustración sexual, problemas familiares y una gran necesidad de cariño.

A nadie le importaba lo suficiente como para recibir una segunda mirada. Sí, le deseaban. Entre Smythe y él habían desvirgado a toda la población gay, bisexual y ligeramente heterocuriosa del internado. No estaba orgulloso de ello. Nunca había querido convertirse en la puta residente, pero es lo que le había tocado. Smythe estaba ahora atado a la monogamia por culpa de un niño de escuela pública que estaba debutando en New York o algo así; de modo que le tocaba heredar el cargo.

También le tocaba aguantar las miradas de desprecio de Nicholas Duval. El chico era su ex novio y no se arrepentía de haber salido con él (quizás un poco), pero si se arrepentía de haber dejado que la ruptura le afectase tanto. Duval, además, estaba saliendo ahora con el otro único habitante de Dalton que le había interesado para algo más que un polvo.

Jeffrey Sterling.

El chico era un maldito ángel. Pelo rubio, ojos color caramelo derretido, caderas estrechas, piel suave que se sonrojaba con facilidad, labios rosados y malditamente perfectos. Y una voz que te haría perder la cabeza.

Joder, seguro que las sirenas tenían esa voz. Así también saltaría él del maldito barco, si podía recibir algo de ese magnífico ser. Aunque bueno, ya recibía algo de él, todos los días.

Una mirada indecisa seguida de un tímida sonrisa de disculpa por cada insulto o mueca de asco de Nick; una caricia clandestina en la espalda cada vez que pasaban cerca. Cada vez que Jeff le miraba, le hacía sentir como si el mundo se borrase a su alrededor, solo existían esos preciosos ojazos que le derretían por dentro.

Le jodía saber que nunca podría estar con él. Nick había atrapado a la presa y no pensaba soltarla. Jeff tampoco estaría nunca enamorado de él, porque él mismo se había encargado de ello.

Kai no era más que una fachada que se caía a pedazos, sujeto por la ilusión de un amor que nunca conseguiría.

Le había costado volver a enamorarse.

Y no quería estar enamorado.


Pues esto es. Espero que os guste, dadle al botoncito de review y dejadme algo bonito, por favoris. Si queréis que lo continue en formato recopilación de drabbles, decídmelo en los comentarios.

Me gustas y suscripciones siempre mejoran el día.

Mañana por la mañana en mi zona horaria (ahora son las 23:29) intentaré actualizar todo aquello que llevo meses (so sorry) sin actualizar, pero tampoco planeo daros algo super forzado.

Gracias a los que seguís aquí y me aguantáis con mis desapariciones continuas. Hola a los nuevos. Espero que os guste Kai tanto como a mí y que crezca en vuestros corazones como creció en el mío.

Besos

Nina Bane