Harry Potter le pertenece a J. K. Rowling.
Esta historia participa en el reto "Casas de Hogwarts" del foro La Noble y Ancestral Casa de los Black.
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Cada quién en su mundo.
Viñeta 1.
No todos los Hufflepuff tienen que ser iguales.
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Lily Luna, una pelirroja de ojos café, está en el taburete esperando a que el Sombrero Seleccionador le diga en qué Casa quedará, pasan los minutos y el dicho objeto grita.
—¡HUFFLEPUFF!
Potter se sorprende de no acabar en Gryffindor como su padre y madre, sin embargo, contenta se va hasta la mesa de los Tejones oyendo como dicha Casa le aplaude; se siente tan bien ir con los trabajadores. Está tan contenta que no puede evitar que es una digna Hufflepuff. Al día siguiente Lily se pierde por los numerosos pasillos, creyendo que no iba a llegar a tiempo a Encantamientos se sienta pegada al muro más cercano.
—Como odio perderme —enunció, con cierto disgusto, la pequeña de once cruzándose de brazos.
Bufa indignada, ¿qué clase de estudiante se pierde luego de leerse las rutas de Hogwarts? Tendría que ser despistada y ella no lo es. ¡Por nada! Vuelve a bufar irritada, no es muy tranquila la niña que en ese momento andaba coletas.
—¿Obstaculizas el paso, sabes? —Escucha la voz de un chico.
Ve arriba para decirle que se esfume, no lo hace ya que ve que es rubio con las puntas café, esa combinación de cabello no se le podrá olvidar nunca.
—¡Sissy! —grita poniéndose de pie.
El aludido hace una mueca de disgusto— Ya te dije, Potter, que no cambies el género. —Scorpius ya conocía a la chiquilla desde que ésta tenía al rededor de siete años; larga historia que involucra una fiesta mal desarrolla, una invitación pérdida en la lechucería y, como no, una niña chiquita indignada por no ser invitada.
—Me gusta decirte así —refuta la niña sin hacerle mucho caso a Malfoy.
Éste rueda los ojos— Encantamientos queda allá —anuncia el estudiante de trece años de edad.
—¿Cómo lo sabes? —Un segundo basta para que la Potter sepa lo que ha pasado— ¡Leíste mi horario! —acusa mirándolo enfadada.
—Soy inocente hasta que se demuestre lo contrario —dice sonriendo muy dulce, demasiado dulce—. Entre paréntesis, ¿soy consciente que una Hufflepuff no actúa así, verdad?
Los ojos de la pelirroja se llenan de enojo.
—Sabes, me importa un comino como actúen los Huffle; yo soy como soy y no cambiaré solo por un inútil y sobre valuado estándar —sisea Lily Luna, o también llamada, Lilu.
—Ese comentario fue algo Slytherin.
Lilu se siente alagada.
—Of course, Sissy.
Un tic en el ojo de Scorpius.
—¡No me digas así!
—De acuerdo —habla tranquilizando al rubio—, Sissy. —Rió divertida imaginando la cara asesina de su... eh, ¿amigo?
—¡Lily Luna Potter!
—Así me pusieron, me dicen y me llamo; y no me lo gastes.
Corre, sin importarle donde va, ignorando el griterío que arma un furibundo Scorpius; quien seguramente viene corriendo tras ella. Sonríe burlona, no todos los Hufflepuff tienen que ser iguales.
