¡Holaa! Bueno, este es otro proyecto, un poco más tirado a lo sobrenatural pero saltamos de los vampiros a los súcubos y demonios sexuales.. así que empezando por ahí, el fic sería bastante intenso. ¡Cuidado, eh! ;)

Les dejo el prefacio.. disfrútenlo :)

Disclaimer: ¡Naruto NO me pertenece!


Prefacio

El que cayó en la tentación

Se sintió confundido y asustado, como nunca antes en él, que era impasible en toda situación, pero esto iba mucho más allá. En cuestión de prácticamente nada, todo había cambiado para él. Neji Hyuuga, un hombre hecho y derecho, culto e increíblemente escéptico a la vez, ahora parecía cambiar de parecer gracias a los eventos que ha vivido las últimas semanas, las últimas noches, los últimos sueños.

A Neji siempre se lo considero como un muchacho de bien. Era un empresario exitoso, que sabia desenvolverse en cualquier tipo de situaciones con respecto al trabajo y medianamente en las que a sociedades se refería.

Mujeres no le faltaban. Hay que reconocer que era realmente atractivo y sexy en toda la extensión de la palabra (o 'las' palabras, comoquiera que fuese). Pero su actitud era difícil de manejar a un punto en el que muchas de estas chicas se decepcionaban o se rendían en sus llamativos intentos de llamar la atención. Sin embargo, cabe recalcar que algunas tenían la suerte (y el privilegio) de compartir una noche con el importante muchacho.

Era demasiado joven y excesivamente serio y callado, pero quienes le conocían a fondo, disfrutaban de su compañía. Introvertido, difícilmente sociable, en fin; sencillamente difícil. Pero un genio con los negocios. Un singular muchacho de 21 años, ágil, atractivo, inteligente y adinerado, que a pesar de su actitud tan misteriosa, nunca pasaba por alto en el ojo de una mujer.

Era tan escéptico de todo, que había perdido la fe religiosa hacia años, (eso, si es que alguna vez fue seguidor de algún pensamiento religioso de algún tipo anteriormente...). Ni siquiera sus amigos más cercanos podrían explicarlo, pero se mantenían a la raya con el tema, así como con el esoterismo y la magia. Y jamás había pensado en que tales cosas fueran posibles. Para él, la magia negra era realmente una ridiculez. Y no solo esta magia, cualquier otro tipo de actividad esotérica para él era un invento de la gente. Igual que Dios... e igual que el Diablo.

Se levantó del escritorio, dio un par de vueltas al despacho y después de un rato, fijó la vista a su muñeca izquierda con impaciencia y al notar la hora, se estremeció y rogó en su mente porque esta noche tuviera un descanso. Estaba agotado. Cansado. Casi muerto. Los últimos días habían sido infernales. El trabajo, y eso. No había mucho que hacer, trataba de manejarlo, pero era difícil, y ahora tenía consecuencias muy graves.

Y tampoco es que se impresionara mucho de su caso, ¿Qué más se esperaba de él, dueño de un cabaret actualmente muy de moda en la ciudad? (Claro, además de alguno que otro negocio.)

Tal vez esté exagerando, pero el caso es que Neji tenía un pequeño problema del cual no estaba muy seguro de querer librarse. Y se negaba a acudir a alguien en busca de ayuda, debido a que aun seguía queriendo mantener su escepticismo en todas estas cosas. Aún sentía que no era posible que esto le pasara a él.

Sintió el movimiento de una sombra. No se inmutó, sabía de quién se trataba y sabía que era una hora "adecuada" para ese ser. ¿En qué momento se había metido en eso? ¿Tenía algún enemigo que lo odiara lo suficiente? ¿¡Qué era esto!

—Es una noche hermosa, ¿No lo cree?– dijo una voz suave y femenina en intención de saludo. Neji tembló simplemente al sonido–Especial… perfecta para divertirnos, ¿Verdad, Neji?

Se dio la vuelta para mirar a la mujer. Y trató de mantener el oxigeno en sus pulmones además de la cordura al verla en su común atuendo poco tradicional y excesivamente atractivo.

—¿No tengo alguna opción de evitar que esto suceda?–preguntó visiblemente cansado.

Ella descanzó una mano en su cintura y el movimiento causo que su cabello largo y rosado (algo bastante raro en una mujer cualquiera) callera sobre su pecho izquierdo, en un ademan de cortina que cubriera su casi completa desnudez.

Un objeto largo y en forma de flecha, se movió detrás de ella, enroscándose en todo su tronco como si tuviera una serpiente incrustada en su espalda baja. Ella sonrió con cinismo, al saber que el muchacho conocía la respuesta.

—La verdad, no…

Neji cerró los ojos al comprenderlo y relajó todos los músculos de su cuerpo al sentir el movimiento de ella (lo cual era extraño, pues era extremadamente veloz). Se acercaba a él.

Aún con los ojos cerrados, sintió una palma delgada acariciar su pecho y unas uñas largas rasgar suavemente su camisa, y escuchó su voz al oído, mucho más sutil, como un hechizo, un cántico ancestral y mágico. Una magia de la cual sólo ella era poseedora, un poder del que él esperaba ser único en conocer.

Tengo hambre, Neji…


Bueno... según lo que ustedes digan, veré si voy de largo con este fic...

Espero les guste el aperitivo :P

comenten mucho y bonito

Adieu~*