Hipnosis.

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Solos mirándolo directamente a los ojos. Perdiéndose por un rato, así como hacen todos… Por tan sólo un minuto, simplemente es como Tala ve la perspectiva del asunto, simplemente querían estar juntos; antes de que el tiempo se acabe y ya no pueda pasar nada más…

Era un sentimiento embriagador… Uno que pocos tenían el agrado de sentir. Y aun así, Tala no podía por más que tratara, dejar de ver aquéllos penetrantes ojos carmín que lo sumían en una especie de trance hipnótico que lo conducía a un lánguido éxtasis…

Y, entonces,

Silencio.

Esperó, esperó con el corazón palpitante…