*Bombina orientalis

Capítulo I: La víbora devoradora.

Ninguno de los personajes que pueden mencionarse aquí me pertenece, excepto por la víbora. Los demás personajes son parte del elenco de Inuyasha y son obra de Rumiko Takahashi.


Había pasado mucho desde que decidió seguir a ese demonio tan poderoso. Muchas lunas, muchos soles.

Vida nómada. Un poblado o un bosque, el cielo alguna vez. Su nombre no era recordado ni causaba eco como el de su amo.

Pero tenía sus ventajas.

Era bajito, sí. Verde, era obvio. Débil, por supuesto. Y al parecer pocos lo encontraban atractivo. Pero nunca recibía reclamos de las demonios que se aventuraban con él; tampoco lo buscarían, era parte de sus pasados y ellas parte de el de él.

Un pasado que muchos dudarían que existiera. Y que no le interesaba comprobar, o siquiera presumir.

Era sabio. Sabio y habilidoso.

Sentía una idolatría por su amo que muchos juraban llegaba al interés amoroso. No le importaba eso, él sólo quería servir a un ser tan poderoso como lo era Sesshomaru. Y esperar, quizá, contagiarse de un poco de grandeza.

En su vida de mil caminos todo romance era pasajero. Todos menos uno: Una demonio víbora que la primera vez que se vieron, intentó engullirlo.

Era una de esas ocasiones en la que su amo se iba sin darle aviso y lo dejaba esperando solo. La niña de la que alguna vez fue niñero, ya era toda una señorita próxima a casarse. Ah-Uhn descansaba lejos porque Jaken había decidido ir en búsqueda de algo que lo dotara de un poco de reconocimiento, algo que lo hiciera útil ante la mirada dorada de su amo.

Pero fue una presa fácil. Pronto fue enredado entre las curvas sensuales de aquella hembra de escamas blancas y ojos violetas, perdiendo de a poco la respiración. Cuando sentía que se iría de forma definitiva del mundo, la tortura cesó. Sorprendido buscó el rostro de quien aún lo apresaba y se topó con el sonrojo de la bruja que casi lo mataba. Al parecer, ella sí lo consideró atractivo.

La relación se dio de forma casi instantánea. Juntos se sentían especiales, comprendidos. Jaken entendió lo que era el amor a su lado. Pero ambos debían seguir diferentes caminos, él no podía asentarse y olvidar su lealtad. Era deshonroso y así, no podía sentirse digno de la compañía de su amada de lengua bífida.

La última vez que la vio físicamente, ambos se regalaron una melosa y apasionante noche de despedida. Jurando no olvidarse. Contrario a lo que Jaken pudo pensar, su amante y amiga no lo retuvo; entendía sus razones y las respetaba.

En realidad, lo admiraba por seguir así su ideal. Estaba orgullosa.

Desde esa noche la veía en sueños, aun con los ojos abiertos.

Era admirado por dos personas: Rin, y la mujer que se adueñó de su verde corazón. Las dos personas que más le importaban.

Las únicas que le importaban.

Y quién sabe. Volverse a encontrar con ella, no era imposible.


Palabras: 466 sin contar título, notas de autor y disclaimer.

Prompt del día: Romance.

Bombina Orientalis: Como soy pésima poniendo títulos, decidí poner el nombre científico de un sapito llamado popularmente "Sapo vientre de fuego". Viven en varios países orientales y son una mascota muy común. Como a mí Jaken me recuerda a un sapo, decidí ponerle así al fic.

Lo siento si este pequeño fic resulta estar muy loco o les parece raro. Me parecía que el pequeño sapo se merecía algo estelar.

¿Merece un review?