Castígame.
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Hay cierto placer torcido en Yao cuando Iván lo hace andar a gatas.
Hay veces en las que Yao quiere lanzarse desde lo alto de las montañas irregulares y como decisión mortal, terminar ahogado en el vodka de la boca de Iván.
¿Por qué no puede desgarrarle la piel? Lograr un vacío en el que Iván le toque las entrañas con los dedos, calientitas y viscosas mientras le besa y su lengua le infecta la garganta hasta que Yao le gima cada palabra que quiere escuchar.
¿Por qué no puede atravesarle hasta que no quede nada más de ellos dos?
