Disclaimer: Los personajes de Naruto no son de mi propiedad, son de Masashi Kishimoto.

Chapter_1.

¡Esto NO esta pasando!

Se levanto agitada con sudor en la frente y en la nuca. Otra vez había tenido ese mismo sueño. Cerró los ojos y las imágenes volaron frente a sus ojos.

En el sueño ella estaba tirada o acostada en algún lugar y veía algo borroso, su visión mejoro un poco y distinguió la sala de la casa, ella estaba sobre la vieja alfombra, un poco más allá algo mas capturo su atención: unos pies masculinos que llevaban unas sandalias negras. Paseo su vista alrededor y pudo ver mas pies formando un circulo alrededor de ella. Sintió como la levantaban de atrás y la ponían de pie, cuando trataba de ver más allá de los pies y la alfombra lo único que podía distinguir eran manchas negras y de algunos otros colores, la que estaba frente a ella era negra y arriba podía verse un color naranja brillante. Aunque no escuchaba nada sentía que la mancha negra y naranja le gritaba, también la sintió acercarse y tomarla del cuello de la polera o lo que fuera que ella llevara puesto. Allí era donde el sueño terminaba.

Por alguna extraña razón ese sueño, que se repetía desde que el abuelo se había ido unos días atrás, le daba miedo, mucho miedo, pero a la vez pensaba que era lo mas idiota del mundo.

Suspiro, decidió ya no pensar en ello y se levanto a prepararse para ir al colegio o llegaría tarde otra vez. Y había prometido nada de faltas ni llegadas tarde mientras el abuelo no estaba.

Cuando estuvo ya cambiada y mas o menos lista fue hacia la cocina a tomar la comida más importante del día, el desayuno. Tomo una taza y la leche de la heladera, pero cuando abrió la pequeña puerta del microondas encontró allí un libro, hizo una mueca de disgusto y lo saco, metió su taza de leche y apretó los botones haciendo que el aparato funcionara. El libro estaba encuadernado en cuero marrón y era un poco viejo, llevaba una hebilla dorada y brillante que lo mantenía cerrado.

Se había acostumbrado un poco a encontrar libros por todos lados desde que se mudo con el abuelo. El tenía una librería enfrente de la casa, los libros abundaban y el abuelo solía dejarlos por cualquier lado.

Mientras la leche se calentaba decidió darle una miradita. Desabrocho la hebilla y lo abrió, las páginas estaban en blanco, no en blanco, las páginas no eran blancas más bien amarillentas pero estaban vacías. Siguió pasando las páginas para ver si encontraba alguna escrita pero no, todas estaban igual. Sin embargo tenia el presentimiento de que todas ellas estaban escritas, pero que las letras se escondían de ella y se burlaban de su tonto intento por tratar de leerlas, era un presentimiento estupido se dijo, y siguió pasando las hojas.

Estaba tan ensimismada buscando alguna hoja que estuviera escrita, que cuando el microondas sonó, se sobresalto, hizo un movimiento brusco con la mano que sostenía una pagina y su dedo anular se corto. No era un gran corte, tampoco era profundo, pero si era molesto y un poco de sangre salía de el. Dejo el libro sobre la mesada y cuando apenas se movió para abrir la puerta del aparato que no dejaba de sonar, resbalo con quien sabe que cosa que había en el suelo, para mantenerse estable apoyó las manos sobre la mesada, para su desgracia la, mano con el dedo ensangrentado fue a parar al libro abierto dejando una pequeña pero visible manchita en una de las hojas. Maldijo su hermosa suerte y su día que empezaba tan bonito.

Abrió la puerta del microondas y cuando se estaba yendo hacia el baño ojeo el reloj de la pared dándose cuenta de que ya era tarde. Corrió hacia su habitación y tomo sus cosas.

Lo que ella no vio fue a la pequeña manchita de sangre moviéndose por la hoja sin dejar rastros hasta comenzar a formar un extraño dibujo que recorría toda la hoja y a brillar. Cuando ella salio de la habitación casi corriendo, con la mochila colgando y el abrigo a medio prender el dibujo dejo de brillar abruptamente hasta que salio de la casa y todo dentro de ella comenzó a moverse. Claro que la muchacha no podía ver esto porque estaba dando vuelta a la esquina camino a la escuela.

Y ahora al llegar a las puertas blancas de la entrada dejaba atrás toda su personalidad para convertirse en una estatua por toda la mañana.

Y la condenada pasaba lenta, riéndose en su cara. Hasta que el deseado timbre que anunciaba el fin de las clases por ese día sonó y el salio encantada casi corriendo de allí.

Al llegar a la reja de la casa un molesto cosquilleo se poso en su estomago. Se quedo allí parada pensando…

¿Y si eran ladrones? Tenia que llamar a la policía ¿Y si era el abuelo que había vuelto antes?... Iba a armar un revuelo por nada— Tomo el celular de su bolsillo y dejo el número de la policía en el marcador.

Camino despacio hacia la puerta y poso la oreja en ella tratando de escuchar si había alguien dentro, se oyeron ruidos, puso la llave en la cerradura y la giro despacio procurando no hacer ruido y abrió la puerta de un solo golpe esperando usar el elemento sorpresa contra quien fuera el que estaba adentro.

Se preparaba para uno o más ladrones pero lo que vio le izo abrir los ojos de una manera que no creyó que fuese posible. Tampoco creyó que fuese posible que los personajes que estaban allí lo estuvieran. Frente afrente… mirándola 10 pares de ojos fijos en su persona. Se sintió incomoda y trago duro. Ellos no estaban allí de verdad era lo que se repetía una y otra ves.

"Negación" canturreo una vocecita en su cabeza. Eso no era real, eso NO podía estar pasando. Quizá todavía estaba en el pupitre del salón… ¡Si! ¡Todo era un sueño! Tan raro como el de la mañana, seguramente algún profesor pronto la despertaría y le daría un discurso por haberse quedado dormida.

— ¡A ella!— había gritado uno de los personajes.

Se quedo paralizada en realidad estaba mandando desesperadamente señales a su cuerpo de que corriera hacia fuera gritando por ayuda, pero este no le respondía.

El que estaba mas cerca, un chico mucho mas grande que ella sin camisa y con el pelo gris peinado a lo Drácula la tomo en brazos y la tiro sobre su hombro mientras uno mas chico pelirrojo cerraba la puerta detrás de ellos.

Allí fue cuando reacciono y comenzó a gritar y patalear tratando desesperadamente de bajarse sin éxito alguno. El la tiro en el medio de la sala como si fuera un saco de papas, y el aterrizo sobre la alfombra con un sonido sordo mientras veía varios pies formando un círculo alrededor. Pudo ver diez pares de pies, diez pares de esas capas negras con nubes rojas y trago duro.

Allí estaban, no era un sueño, lo había comprobado cuando callo sobre la alfombra y le había dolido.

Quiso levantarse y correr, pero antes de que pudiera mover siquiera un dedo una vos helada le hablo.

—Yo no me movería a Menos que quisiera morir-

Miro los pies frente a el y comenzó a levantar la cabeza recorriendo desde sus negras sandalias Ninja y su capa hasta su seria cara llena de pirsings.

—OH! El líder ha usado la vocezota- escucho a alguien decir en un susurro.

Los akatsukis estaban en su sala.

Los akatsukis la estaban amenazando, en su sala.

Esto no iba bien… No iba nada bien.

No estaba muy conforme con lo que había escrito en el anterior así que lo volví a escribir y corregir aunque sigue siendo lo mismo creo yo…

Espero les halla gustado.

Muchas gracias a esas personitas que dejaron review en el anterior, pusieron en alerta la historia o solamente lo leyeron.

Besos y Chocolates para todos de parte de…

*Sonni*