Disclaimer: los personajes pertenecen a Stephanie Meyer, aunque los pediré prestados para esta historia.
Sumary: los padres de Bella famosos empresarios le contratan uno de los mejores guardaespaldas a Bella, lo que ellos no saben es que la agencia de guardaespaldas trabajan únicamente vampiros. Bella a sus escasos 13 años deberá de averiguar que secreto guarda su guapo guardaespaldas, sobre todo si el limite tope de un guardaespaldas con su protegido es de 5 años.
"pensamientos"
-dialogos de personajes—
…..:::o::::.o::….. -cambios de escena
"EL Guardaespaldas Vampiro"
-Charlie es la décima nota que recibimos en una semana—dijo una mujer con aspecto preocupado, Charlie estaba sentado en su escritorio, observaba seriamente a la mujer parada delante de el—ya es hora de que hagamos algo, no soportare si alguna de las notas se hace realidad—dijo mientras colocaba un fajo de hojas en el escritorio, todas eran amenazas de muerte.
-lo se Rene, créeme que lo se, estoy igual de preocupado, pero sencillamente no hay nada mas que se pueda hacer—comento preocupado Charlie, colocando las hojas en una trituradora observo como estas se volvían tiritas de papel—eh llevado la mayoría de las hojas a que las investiguen, pero no han encontrado nada. Sencillamente no se que mas hacer—comento mientras se dejaba caer la cabeza hacia atrás, como si de un mudo llamado fuera, Renne se coloco detrás de la silla de su esposo, moviendo sus manos en sus hombros para aliviar la tension, sabia todo el trabajo que su marido hacia por la empresa y por su familia, y la preocupación que llevaba acarrear las decenas de amenazas que entraban semanalmente.
Charlie Swan un magnate empresarial, casado con su antigua asistente Rene Swan, ambos graduados en economía y administración de empresas, dirigían la empresa Swan, la cual se caracterizaba por la editorial mas grande del país, a ella le llegaban los mejores escritores para que les finalizaran el trabajo, era una de las mas requeridas por los escritores.
Los señores Swan tenían una hija la cual llamaron Isabella Marie Swan, era hija única, prácticamente el tesoro de sus padres, a pesar de lo increíblemente ricos que eran los Swan no llegaban a los extremos para cumplir los caprichos de su adorada hija. Definitivamente una niña muy humilde. Ahora con sus 16 años Isabella era una jovencita de carácter amable, muy hermosa, la bondad estaba siempre presente en ella, amaba los deportes y la literatura, sus padres tenían una gran biblioteca personal, tanto Charlie como Bella amaban la literatura.
Las cosas se habían salido un poco de control pues en los últimos meses tanto como la empresa como la residencia Swan llegaron unas cartas realmente sospechosas a la empresa dirigidas a el Sr. Swan, fueron llevadas inmediatamente hacia Charlie Swan no cabe decir que era la primera vez que recibía este tipo de cartas. Las amenazas de muerte hacia su hija Bella habían empezado como algo realmente aterrador para Charlie Swan, había mediado la seguridad de Bella a tal punto que ni salir de la casa podía, de eso ya habían pasado 6 meses desde el principio de las cartas, en las cuales Charlie trabajaba fervientemente en encontrar al culpable, a pesar de que estos fueron nada mas que intentos fallidos.
-sabes Charlie—hablo Renne sin dejar de masajear los hombros de su esposo—necesitamos hacer algo, llevamos 6 meses tratando de descubrir al culpable, sabes lo que tenemos que hacer—afirmo su esposa mientras lo soltaba y se acomodaba en el asiento enfrente del escritorio. Charlie presto atención a lo ultimo dicho por su esposa. Observaba fijamente a Renne tratando de entender que era lo que quería decir.
-Bella odia los guardaespaldas y lo sabes—dijo Charlie al entender el propósito de Renne. Su mirada brillaba de la preocupación.
-por supuesto que lo se Charlie, pero ante todo quiero que este segura, y si es necesario contratare al dichoso guardaespaldas para proteger lo que mas quiero—argumento furiosamente Renne.
-por supuesto que quiero la seguridad de Bella!—dijo Charlie elevando la voz—pero no crees que será peor, Bella no es alguien que deje que los demás la protejan, prácticamente escapa de esas situaciones—dijo ya calmándose un poco mientras se masajeaba el tabique en un gesto de frustración, su esposa cuando quería era tan testaruda, suspiro, era un gesto que había heredado por desgracia su hija.
-lo se Charlie—dijo suavizando la mirada, amaba a su esposo y a su hija no permitiría que algo les pasara a ambos—pero estaremos mas seguros de saber que Bella estará mas segura con el guardaespaldas con ella la mayor parte del tiempo—suspiro era testaruda pero sabia que Charlie entendería. Charlie bajo los hombros en señal de derrota, sonrió, sabia que Charlie haría todo por mantener a salvo a Bella. Pese a que sabría la reacción de su hija, tendrían que hacerlo.
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Observe el techo de mi habitación realmente no había nada interesante que ver, memorice cada hendidura, cada hoyo, cada grieta que estaba realmente frustrado por no encontrar nada nuevo. había tenido un día agobiante y necesitaba algo para distraerme, así que aquí estaba yo en mi lujoso departamento en uno de los lugares mas reservados de Nueva York, mis padres eran ricos por decirlo, y mi trabajo también me generaba bastantes ingresos
Era el nuevo negocio en el que mi padre Carlise era el jefe y por lo visto ha dado grandes frutos, puesto que las mejores familias del país cuentan con nuestros servicios de seguridad. Si éramos algo así como guardaespaldas, solo que poseíamos algo totalmente diferente de los guardaespaldas normales, digamos súper velocidad súper fuerza. Etc.
Y yo, pues quien era yo, era un jodido vampiro de 109 años, un monstruo que odiaba mi vida, o mi no vida, Desde que Carlise me convirtió prácticamente me odiaba, odiaba en lo que me convertí, un monstruo sin alma, Carlise después de mi transformación había decidido adoptarme como alguien de su familia, así habíamos formado el clan Cullen, Esme era la esposa de Carlise alguien a quien apreciaba y sin dudas a quien consideraba como mi madre, su cariño maternal siempre me recordaba a mis tiempos como humano.
la familia fue creciendo al pasar los años. Rosalie se nos unió al encontrarla en un callejón casi muerta Carlise no dudo en convertirla, era una rubia despampanante, sin duda una muy hermosa tanto vampiro como humana, a pesar de su carácter orgulloso y altanero se acoplo rápidamente. Al poco tiempo Emmet se unió, Rosalie lo encontró después que unos osos lo atacaran, le pidió a Carlise que lo convirtiera y poco tiempo después celebrábamos la boda de Emmet con Rosalie.
Paso el tiempo, casi setenta años desde que me uní a Carlise y pase a ser un Cullen, nuestra dieta era a base de animales, por eso poseíamos el singular color dorado en nuestros ojos, aprendí a tocar el piano, tanto así que Esme decía que yo tenia un gran don con el piano, y adoraba que le tocara su canción, una que le compuse el día de su cumpleaños.
Una mano nívea se poso suavemente en mi torso desnudo, en una sutil caricia. Con pesadez la retire amablemente mientras recordaba lo que había echo el día anterior. Me encontré a una hermosa rubia de curvas pronunciadas, que había tenido el total descaro de ofrecerse ante mi en pleno bar. con fingido interés la recorrí de pies a cabeza, rubia natural, curvas pronunciadas, muy hermosa sin duda. Definitivamente mi tipo. Le sonreí ladinamente haciendo que en su mente pasaran miles de pensamientos lujuriosos, tomando su brazo la dirigí a paso apresurado a mi apartamento.
Una vez dentro se lanzo a mi boca, en un beso apasionado, le correspondí totalmente entregado a la lujuria. Seguro que iba a ser una gran noche.
Sonreí sarcásticamente, acostarse con una humana no tenia mucha diversión, las mas pasionales eran las vampiros, pero no había ninguna cerca. Me levante lentamente dejando caer la sabana y revelando mi completa desnudez, aun era temprano debían de ser las seis de la mañana aun así era mejor alistarme para el "trabajo" nótese el sarcasmo.
-será mejor que te marches—le dije a la mujer que estaba de espaldas mía, sabia que estaba despierta podía escucharla.
-seguro que no quieres repetirlo guapo—dijo coquetamente, voltee a verla observando un puchero en su cara, hice una mueca de asco, odiaba a la gente así de manipuladora.
-tengo trabajo, será mejor que recojas todas tus cosas y te marches inmediatamente de aquí—respondí mordazmente, su puchero desapareció, mientras daba paso a la ira en sus ojos. Poco me importaba, era solo una mas en la lista.
-idiota—murmuro, mientras furiosamente aventaba las sabanas y se colocaba a tirones su ropa. Salio de mi departamento dando un furioso portazo, que de seguro se oyó en todo el edificio. Me tome en tabique entre mi mano en un gesto de cansancio.
Deslice las cortinas de mi habitación, dando paso a unos grandes ventanales que atravesaban toda la pared, podía sentir el sol en todo mi cuerpo. (N/A: los vampiros en mi historia no brillan). Era cansado para nosotros el sentir el sol, así que tome una toalla y me dirigí al baño.
Una vez saliendo de la ducha, me puse a elegir unos jeans simples, y una camisa a rallas, me coloque mis zapatos de vestir y ya estaba listo.
Era tan gratificante a veces no sentir cansancio por ser vampiro, podíamos estar para siempre en movimiento mientras nos alimentáramos y nunca nos cansaríamos.
Tome las llaves de mi volvo, y me dirigí hacia la empresa, teníamos, según escuche de Emmet mucho trabajo para estos meses, ya me estaba cansando de este trabajo, era agobiante escuchar los pensamientos de tus protegidas todo el tiempo, y algunas veces de las amigas de esta, aunque también no faltaba la madre que me quería llevar a la cama, en estos aspectos era muy profesional, no me acostaba con nadie mientras estaba trabajando.
El enorme edificio Cullen´s Co. Apareció en mi radar, el gran edificio era lujoso y de apariencia totalmente aburrida. Deslice mis pasos adentro de la empresa, observe a la secretaria que se encontraba en la sala de visitas de la empresa.
-Sr. Cullen bienvenido—dijo la vampira que trabajaba de secretaria, le sonreí ladinamente y seguí hacia mi oficina, "Es tan guapo, será que se podrá fijar en mi" eran los pensamientos de la secretaria, ja! Pobre ilusa, se fijaba mas en mi belleza que en otra cosa, quizás serviría para una noche, pensé con lujuria.
Seguí mi marcha hacia la oficina, tomando el elevador hacia el ultimo piso del edificio. tache cada pensamiento indecoroso acerca de mi persona, a veces odiaba este poder, podía oír los pensamientos lujuriosos de la mayoría de las femeninas del edificio, sin contar que hombre también, hice una mueca, no quería realmente pensar en eso. Al fin la entrada de mi oficina. Pensé aliviado.
-buenos días Sr. Cullen—dijo mi secretaria, le sonreí sinceramente, mi secretaria era de esas pocas mujeres de realmente estaba enamorada de su esposo, no se fijaba en mi de otra manera mas que no fuera profesionalmente, era una vampira muy guapa, cabello y ojos negros tal cual carbón, blanca casi pálida, labios rojos, y un gran cuerpo.
Pero ella estaba completamente enamorada de un vampiro que trabajaba con nosotros de guardaespaldas, así que eso en parte aliviaba mi mente de pensamientos indecorosos a mi persona, aunque tampoco podía evitar otro tipo de pensamientos acerca de su esposo. Sonreí, era eso o nada.
-buenos días—dije amablemente mientras seguía a mi escritorio, tome asiento y me dedique a ver el panorama que me ofrecían las ventanas de mi oficina, eran iguales a las de mi apartamento, atravesaban toda la pared, podías observar los edificios de al lado, y central park en plena primavera, en definitiva era una de las mejores oficinas del edificio.
-Sr. Cullen su padre lo llama—dijo mi secretaria por el altavoz. Sin perder tiempo me dirigí a la oficina de Carlise. Seguramente un nuevo cliente.
"quisiera llevármelo a la cama para hacerle…"—bloquee ese pensamiento, y le sonreí a la vampira, que solo me observo embelesada. orgulloso del poder que tenia tanto en vampiras como en humanas.
Observe a la vampira que tenia mi padre por secretaria, ella también era una vampira enamorada, solo que esta no podía evitar el dejar de mirarme "es tan guapo", pensó mientras suspiraba en otro mundo, reí disimuladamente mientras pasaba de ella hacia la oficina de Carlise.
Llame a la puerta de Carlise, y se escucho un ligero "pase".
-Carlise buenos días, me mandaste a llamar—dije respetuosamente mientras me adentraba a la oficina.
-claro Edward pasa—dijo mientras revoloteaba entre los papeles de su escritorio. Observe como en la oficina de Carlise se encontraba otro vampiro, este era mas o menos de mi estatura, cabello rubio algo rizado, ojos dorados, tenia la misma complexión física que yo, observe con algo de asombro las marcas que surcaban la mayor parte de su piel, eran mordidas de vampiro.—oh perdona Edward, este es…..
Bueno volveré a subir otra vez todos los capítulos, ya que deje abandonada la historia y tenia bastantes faltas a mi parecer, así que iré cambiando un poco en cada capitulo y los iré subiendo poco a poco. Perdonen las molestias, pero realmente abandone la historia y necesitaba un cambio en algunas cosas.
Cualquier cosa ya saben que hacer, REVIEW
