Salió del restaurante a despejarse un rato, adentro todo era risa y felicidad, él se sentía bien por sus amigos, estaban hechos el uno para el otro, pero tenía que salir de ahí, se encontraba rodeado de gente pero aún así se sentía solo.

Hacía varios años que no estaba en casa, pero ese nuevo compromiso lo había hecho volver, no sin antes llevarse la sorpresa y los reproches de su familia por no visitarlos tan seguido; ellos lo entendían pero no dejaban de extrañarlo, sobretodo su madre que durante mucho tiempo solo lo tuvo a él debido a los largos viajes de su padre, por eso no dejó de agradecerle a Dios la llegada de su hermano justo en el mejor momento aunque ahora su madre amenazara con no dejarlo salir a ninguna parte.

Y no es que no quisiera estar con ellos, porque también los extrañaba, tanto como extrañaba a sus amigos del Nankatsu, pero es que ser un profesional requería de todo su tiempo, ya en Brasil había tenido que dejar de lado la vida personal, pero el jugar en Europa era mucho más demandante que el militar en la liga brasileña. Las calles de la ciudad ahora le parecían tan diferentes pero le gustaba, todo estaba tan tranquilo era una noche hermosa iluminada por la luna y por todos era sabido que no había luna más hermosa que la de octubre. Caminaba sin rumbo, a donde sus pies lo llevaran no importaba seguramente nadie notaría su ausencia.

Ella estaba distraída, la noche solo aumentaba su melancolía y los recuerdos de lo acontecido en los últimos días. No supo cómo llegó a ese parque, ni siquiera recordaba haberlo visto alguna vez, pero la calma que había la invitaba a sentarse a reflexionar. Se sentó justo frente a una hermosa fuente, el sonido del agua y las luces que la iluminaban le infundían paz.

Lo extrañaba, aunque era parte de la vida y sabía que ahora se encontraba en un lugar mejor, no dejaba de echarlo de menos, no había nada que aminorara le hecho de que ya no estaba a su lado. Cada que trataba de calmarse a traición le llegaban los recuerdos que volvían a inundar de lagrimas sus ojos, y es que, ¿cómo decirle adiós a alguien que se ama tanto?

Por otra parte no dejaba de sorprenderse por la extraña petición que le hizo, aunque lo amaba demasiado, él no tenía ningún derecho de decidir sobre ese aspecto de su vida. Y se llenaba de rabia, esa intromisión a su privacidad era inaceptable y no iba a permitirlo aunque sus padres se molestaran, aunque no cumpliera los deseos de él.

El joven alto, apuesto, de cabello negro tenia rato observándola, sin darse cuenta sus pasos la había guiado hasta ella, era cosa del destino; desde el momento que la vio supo que algo le preocupaba, pues nunca la había visto tan perdida en sus pensamientos, tanto como para no darse cuenta que él ahí, ¿que la había llevado hasta ese lugar? ¿Por qué estaba tan triste? ¿Tan sola?

No debería estar sola, alguien debería cuidarla, protegerla, ella siempre estaba al pendiente de todos, lo había estado desde niña cuando los acompañaba a todos sus partidos, entrenamientos, cada vez que la necesitó siempre estuvo a su lado incluso en la distancia. Y ahora era el momento de que le devolviera el favor aunque ella no quisiera.

Tan distraída se encontraba que no se dio cuenta como él se iba acercando, lentamente pero decidido, hasta que sus expresivos ojos se fijaron en ella causando su sorpresa pero no su rechazo, más bien era un alivio y hasta cierta alegría por verlo después de todo ese tiempo.

"¿Te encuentras bien?"

Lagrimas se formaron en sus hermosos ojos avellana, con un leve movimiento de cabeza le contesto puesto que el nudo en la garganta le imposibilitaba hablar.

Se sentó a su lado tratando de brindarle el consuelo que necesitaba pero sin sobrepasar ningún límite pues no quería asustarla, claro que esa decisión se salió de sus manos cuando ella inclinó su cabeza contra su hombro, sus sollozos se ahogaron entre el ruido de la ciudad.

Tiernamente la envolvió en sus fuertes brazos haciendo que todo a su alrededor se desvaneciera y dándole toda la confianza para descargar el peso de su alma.

AN decidí editar las dos primeras historias para facilitar su lectura además de corregir algunos errores que tenían, supongo que siguen teniendo errores pero espero mejorar en mi redacción.