CAPITULO 1: "Un Mensaje Inesperado"
La noche era bella, la luna y las estrellas brillaban en el firmamento. En Paris, capital de Crinancia, unicornios y ponis de tierra deambulaban por las calles sonriendo, jugando o comprando en los negocios.
Por esas calles hace muchos años camino una joven yegua azul junto con su bebé y un amigo de su esposo. Esposo cuyo nombre es actualmente repudiado en la tierra de donde ella es originaria.
Los tres rentaron un departamento cerca de la opera de Paris y desde ahí vieron acontecimientos terribles como la Gran Guerra de Europoni, pero también vieron como aquel mundo donde aparentemente dominaba la magia y la superstición se convertía en un mundo completamente nuevo, siempre con las palabras "Tecnología", "Ciencia", "Progreso" e "Industria" por delante.
La madre trabajaría como mesera en un café, el amigo de su esposo pondría un banco exitoso, a los tres no les faltaría nada y vivirían cómodamente siendo parte de la clase alta de la sociedad parisina.
Años pasaron, aquel bebé se convirtió en una potranca.
Su madre le enseñaría a ella a ser honesta, trabajadora, humilde, todos los buenos valores se los inculcaba. El amigo por su parte le enseñaría a leer, a escribir e incluso le compartiría algunos conocimientos astronómicos.
La pequeña iría a la escuela, donde ganaría muchas amigas que la apreciaban y la veían como una potranca de buen corazón. Ella siempre se arreglaba, un vestidito azul, unas pulseras de oro y una flor en su melena eran parte de lo que se ponía para verse como una linda muñequita de porcelana.
Pronto esa pequeña se graduó y obtuvo su cutie mark, una luna gris con tres estrellas amarillas. Su talento había sido obtenido una noche que veía los objetos celestes en el cielo nocturno.
Al pasar del tiempo se convirtió en una hermosa yegua, querida y amada por todos.
Ella nunca conoció a su padre y cuando preguntaba por él, su madre le decía que su padre había sido un valiente soldado que siempre peleo por la patria de dónde venían, una patria llamada Equestria y que ese merito lo llevo a ser procurador, de ahí a senador y por último en rey de Equestria. Pero que cuando ella nació, un grupo de inconformes comenzó a desestabilizar el reino y su padre se sacrificó para que ambas pudieran salvarse.
La unicornio conocería a su padre cuando el amigo de este llamado Arthur viajaría por sus restos. Ella no podía creer que los restos de su padre estuvieran en esa pequeña cajita de madera que después seria cambiada por una urna de plata y sepultada en un monumento funerario del cementerio Mount Saints.
Si, esa había sido la vida de ella, de su madre Trixie Lulamoon y de Arthur.
Años de trabajo, esfuerzo y sacrificio habían valido la pena.
Ella cuyo nombre fue puesto por su padre.
Ella, Selene, la hija del rey Black Heart y la reina Trixie Lulamoon.
Sin embargo, la felicidad de esta familia cambiaría aquella noche.
Su madre Trixie Lulamoon se había contagiado de tuberculosis, una enfermedad letal que estaba comenzando a causar estragos en varias de las ciudades del continente y al no haber cura, ella estaba muriendo lentamente.
Trixie yacía en la cama y murmurando palabras como si quisiera encomendar su alma a alguna deidad suprema.
Sin embargo, la ex-reina no quería irse de este mundo sin antes encomendar el cuidado de su hija a alguien especial.
No quería dejársela a Arthur debido a que este era muy viejo y probablemente lo que buscaba ahora el amigo de su esposo era pasar sus últimos días descansando.
Fue entonces que tomo una decisión.
Aquella noche ella llamo a Arthur y le pidió que escribiera una carta.
El unicornio acepto escribirla, pero en cuanto la ex-gobernante dijo el nombre de los destinatarios, este pregunto lo siguiente:
- ¿Está segura de esto? Su esposo es visto como un villano por ellos.
-N-No… importa –dijo Trixie con voz débil –m-mi hija… debe estar con los suyos. N-No… puedo dejarla aquí…
-Pero señora, ¿Qué pensara Selene cuando se dé cuenta que todas las historias de su padre son falsas? Cuando sepa la verdad… ¿Qué pensara de usted?
-Eso ya no me importa… m-mi tiempo en esta vida ha llegado a su fin… y-yo puedo irme tranquila y consciente de que pagare mis pecados en otro lado… m-mándala Arthur… p-por favor…
-Está bien señora, lo hare.
-G-Gracias… A-Arthur…
El unicornio solo sonrió al ver a Trixie, a la ex reina totalmente tranquila y sin miedo a la muerte. ¿Arrepentimiento? No lo sabía, pero podía ver en los ojos de aquella yegua que ella estaba preparada para ir al otro mundo y dejar este. El unicornio continúo redactando la carta hasta terminarla y finalmente enviarla a su destino.
Un nuevo día llego, había pasado una semana desde que la carta de Trixie había sido enviada al Reino Unido de Equestria, un reino prospero que se recuperaba de los estragos de una guerra interna, de una rebelión que encabezaron un grupo de ponis contra dos usurpadores y que después termino en una pelea entre ellos mismos para luego llegar a un periodo de conflictos políticos y finalmente volver a la paz.
En Canterlot, capital del Reino Unido de Equestria, ciudad sede del poder ejecutivo, legislativo y judicial. Hogar de las princesas, de la Primera Ministra y del Parlamento, ciudad cuyos habitantes atestiguaron los cambios por los que paso el gobierno del reino se encontraba en total calma y normalidad.
Los unicornios, ponis y pegasos iban a las tiendas a comprar los productos que necesitaban, tomaban o comían en los restaurantes y cafés o incluso se dirigían a comprar algún vestido o ir a los teatros y cines.
En el Palacio Real, en el despacho de Primer Ministro, una poni de cristal color crema y melena color orquídea ligera se encontraba sentada en el escritorio atendiendo algunos asuntos en papel. Las cosas en el reino no eran fáciles: seguridad, economía, industria y demás asuntos eran el pan de cada día de aquella poni que en el pasado fue generala de la Guardia Real y una rebelde importante durante la guerra interna que experimento Equestria entre Revolucionarios y Reformistas.
-Um… inseguridad a la baja… bien –decía la poni mientras empapaba su casco en un cojín con tinta para luego plasmar su huella en el documento –inversión a la alta… bien.
- ¿Señorita Fleur De Verre? –dijo una criada abriendo la puerta del despacho.
-Buen día Strawberry -dijo la yegua sin dejar de ver los papeles –adelante, pasa.
-Llego una carta para usted y las princesas.
- ¿Es de algún embajador? –pregunto la Primera Ministra dejando los papeles aun lado.
-Um… no precisamente, es de… ah, no sé cómo decírselo.
-Hable con confianza –dijo Fleur De Verre dejando los papeles a un lado y viendo a la criada con seriedad –ya no estamos en los tiempos donde la figura del Primer Ministro impone miedo.
-Entiendo señorita –dijo la criada tomando un respiro –Bueno… la carta es de… Trixie Lulamoon, la ex-reina.
Fleur De Verre quedo paralizada después de escuchar el nombre, no sabía que decir. Luego de unos segundos tomo un respiro, se levantó del escritorio y se acercó a Strawberry. Tomo la carta y la abrió, luego de leerla un poco le dijo:
-Vaya con las princesas y dígales que requiero su presencia de inmediato.
-Si señorita.
La criada salió del despacho dejando a la Primera Ministra sola que dejo la carta en el escritorio, camino hacia la ventana y vio el paisaje de la ciudad.
- ¿Por qué nosotros? –se preguntó la poni.
Luego de unos segundos, dos alicornios entraron al despacho.
Una era de color rosa y la otra era de color azul rey. Ambas tenían el título de princesa, pero en el Reino Unido de Equestria ese título solo les servía para atender los asuntos mágicos, pues desde que la constitución se aprobó no tenían otra función más que levantar el sol y la luna.
-Buenos días Fleur –saludo la alicornio rosa.
-Buenos días Princesa Cadance –dijo De Verre arrodillándose ante la alicornio.
-Buenos días Primera Ministra –saludo la alicornio azul.
-Buenos días Princesa Luna –dijo la Primera Ministra repitiendo la misma acción que hizo con Cadance para luego decirles a ambas –siéntense por favor.
Las princesas alicornio se sentaron frente al escritorio.
Fleur De Verre tomo la carta y sentándose en el escritorio dijo:
-Esto… que voy a informarles es algo muy delicado.
- ¿Acaso ocurre algo? ¿Discord fue liberado? ¿El rey Sombra regreso? ¿Hay otra rebelión? –pregunto Cadance preocupada.
-No majestad, no se trata de eso –dijo De Verre mientras pensaba la forma en decirle las cosas a ambas alicornios –verán… hoy me llego una carta de Crinancia. Ah... Trixie Lulamoon, la esposa de Black Heart, murió.
- ¿Eso es todo? –pregunto Luna con tono apático – ¿Esa es la noticia por la que nos mandó a traer? ¿Por la muerte de una traidora?
-Luna… por favor… –regaño Cadance a la princesa de la noche –sé más sensible.
-Cadance, ella era una conspiradora, ¿Por qué tendría que ser sensible con una perra traicionera como ella?
-Sé que cometió errores, pero no puedes juzgarla así, piensa en su familia.
- ¿Familia? Ella nunca tuvo una familia, si fuera así jamás habría conspirado contra mi hermana.
- ¿Y su hija? –pregunto Cadance enojada - ¿Tú serías capaz de decir esas palabras frente a ella?
Luna permaneció callada unos segundos, luego volteo a ver a Cadance y enojada le dijo:
- ¿Qué… has… dicho?
-Hablo de… Selene.
- ¡No menciones ese nombre! –grito Luna llena de rencor –En la tumba de mi hermana juré que ni ella, ni ningún familiar de Black Heart entraría a este reino nunca más.
-Lamentablemente majestad –interrumpió Fleur De Verre –de eso trata la carta que Trixie me envió. Ella nos pidió… adoptar a Selene.
- ¡¿Qué?! –pregunto Luna aumentando su enojo y levantándose de su asiento –Esa hija de perra no entrara jamás a mi palacio y mucho menos a mi reino.
- ¡Pues si lo hará! –dijo Cadance enojada y levantándose también. Luego volteo a ver a la Primera Ministra y le dijo –Dime Fleur, ¿Cuándo va a llegar?
- ¡¿Cómo te atreves Cadance?! Darle la bienvenida a la hija de… de… un tirano, usurpador, asesino, conspirador y megalómano.
-Luna, entiendo que aun tengas dolor por la muerte de mi tía Celestia, pero debes aprender a dejar eso atrás y… no guardar tanto rencor en tu corazón y odio.
-Rencor y odio que se generó gracias a su maldito padre. Te juro que si la llego a ver aquí voy a… ¡Matarla!
- ¡Ni se te ocurra hacer eso! –grito Cadance iluminando su cuerno –No dejaré que lastimes a una inocente que no tiene culpa de nada.
Luna salió en ese momento del despacho enojada y sin decir una palabra. Su rostro mostraba una ira contenida.
Cadance tomo un respiro y volteando a ver a la Primera Ministra le dijo:
- ¿Y cuando viene Selene?
-Probablemente mañana, ya sabe usted que ahora los viajes en barco son menos tardados así que es probable que este cerca de Equestria. De acuerdo a la carta es probable que llegue mañana al mediodía en el puerto de Manehattan.
-Entiendo –dijo Cadance –la esperare en el puerto entonces mañana temprano.
- ¿No le preocupa la actitud que tomo la Princesa Luna? –pregunto De Verre –sus palabras parecían casi… una amenaza.
-No te preocupes De Verre, estoy segura que muy pronto lo comprenderá. Ah… aunque también espero que todos los habitantes del reino lo hagan también, especialmente ellos –dijo Cadance.
Mientras tanto en uno de los jardines del palacio, dos jóvenes unicornios con armaduras se encontraban entrenando técnicas de combate. Desde un asiento, un guardia unicornio ya envejecido los observaba mientras les gritaba:
- ¡Izquierda! ¡Derecha! ¡Izquierda! ¡Derecha! ¡Muy bien!
-Uff –dijo un unicornio color azul marino y crines plateadas cansado y secándose el sudor –aun no entiendo cómo puedes ser tan buena en combate Estela.
-Bueno –dijo una unicornio azul rey y crines rojas –todo es gracias a la práctica Shining Shine. Aunque si algo envidio de ti es que eres un buen estratega, todo lo que planeas sale bien, como cuando fuiste a combatir a los últimos secesionistas que estaban en el oeste de Equestria.
-Si lo sé, soy tan genial que por eso tengo a muchas chicas detrás de mí –dijo el unicornio guiñándole el ojo a tres yeguas que estaban observándolo desde una banca del jardín, las cuales solo suspiraron.
-Si claro, y teniendo tantas no puedes elegir una para casarte –le dijo burlonamente Estela.
-Oye, yo soy un aventurero, un guerrero, un ser que viene a combatir a los malvados tal y como mis verdaderos padres lo hicieron contra el malvado usurpador Black Heart y Moon Black –decía Shining Shine con orgullo
-Fueron buenos eso es cierto, pero nadie como Twilight Sparkle, la líder moral de la rebelión, Primera Ministra, mártir y con una visión de futuro, progreso y desarrollo –respondió Estela con el mismo tono de voz que su compañero.
-Ya muchachitos –dijo el viejo guardia unicornio bajando de su asiento –todos los rebeldes fueron buenos, yo los conocí y puedo asegurarles que eran buenos ponis.
-Si general Sunlight –dijeron al unísono los dos unicornios haciendo un saludo militar.
-En fin, han avanzado bastante en sus técnicas de combate cuerpo a cuerpo, pero no es suficiente. Shining debes ser más rápido en cuanto a ataque –dijo Sunlight señalando al unicornio, luego viendo a la yegua le dijo –y tú Estela, debes tener más reflejos, distraerse un poco puede ser mortal.
-Si general –dijeron ambos.
-En fin, vayan a comer y a descansar, por ahora es todo.
- ¡Si general! –dijeron ambos.
-Y recuerden, no me importa que sean capitanes o generales, entrenar y aprender es necesario para destacar en la milicia. ¿Entendido?
- ¡Si general!
-Muy bien, romper formación… ¡Ya!
Los dos unicornios dieron una fuerte pisada con su casco derecho mientras que Sunlight se dirigió a una de las puertas del Palacio mientras que los dos unicornios se dirigieron a una de las fuentes para limpiarse la cara con el agua clara.
-Ah… espero que hayan cocinado algo bueno, tengo mucha hambre –dijo Shining sacudiéndose la cabeza.
-Pues yo me conformo con lo que sea, para mi toda la comida que hacen las cocineras del Palacio es buena, el problema es que tu no aguantas que te den champiñones de comer.
- ¡JEJEJEJEJE! –rio avergonzado el unicornio –Bueno, es que hay de gustos a gustos –Shining volteo hacia atrás y vio que, en uno de los balcones del Palacio, la Princesa Luna se encontraba viendo hacia el horizonte –Oye, ¿esa es tu mamá?
-Si –respondió Estela colocándose al lado de Shining Shine –pero… tiene un rostro como de… enojo.
-A mí me parece que está vigilando a alguien o espera que llegue alguien.
-Iré a verla –dijo Estela.
-Oye, pero... ¿no crees que es mejor dejarla sola?
-Soy su hija, y por ende si algo le pasa soy la única que puede ayudarla. Nos vemos en el comedor.
- ¡Esta bien! ¡Solo no tardes! –grito Shining Shine mientras veía a Estela marcharse.
Estela corrió por los pasillos y subió por las escaleras en dirección a la habitación de su madre.
Luna mientras tanto entró nuevamente a su habitación y se sentó en su cama, su rostro aun mostraba ira, odio, dolor y un gran rencor. Después volteo nuevamente a ver hacia el balcón y el horizonte que se divisaba:
-No entiendo… por qué quieren que regreses –dijo sacando algunas lágrimas –no entiendo por qué están de tu lado y más aún… no entiendo por qué ellos no comprenden que tengo todo el derecho de odiarte. Si tu regresas harás lo mismo que tu padre, estoy segura de ello… vienes a conspirar para quedarte con todo y acabar el trabajo que la perra sucia de tu madre y tú asqueroso padre iniciaron. Pero… con mi hermana de testigo, juro… que no te lo permitiré… v-vas… a sufrir un infierno en vida… lo haré maldita Selene… Desearas nunca haber nacido…
De repente, Luna escucho como alguien golpeaba la puerta. Ella se secó las lágrimas y pregunto:
- ¿Quién es?
-Soy yo mamá, venía a ver si… ¿te sentías bien? –pregunto Estela sin abrir la escuela.
-Estoy bien amor, solo estaba reflexionando.
- ¿Segura mamá? Es que te vi enojada en el balcón y pues…
-No te preocupes amor, estoy bien.
-Está bien mamá, te espero abajo en el comedor para que almorcemos juntas.
-Si amor, iré lo más pronto posible.
-Te espero abajo –dijo Estela para luego alejarse de la puerta.
Luna se levantó, se dirigió nuevamente al balcón, al estar afuera sonrió y dijo:
-Cadance tiene razón, debemos darte una bienvenida, pero como lo que debes ser… como una criada.
La alicornio entró nuevamente a la habitación para dirigirse al comedor, esta vez tenía en su rostro una enorme sonrisa como si estuviera planeando algo, mientras bajaba las escaleras dijo:
-No pondrás en peligro a mi reino, ni a mi familia, ni a nadie, maldita conspiradora.
Luna siguió bajando las escaleras para finalmente dirigirse al comedor.
Lejos de ahí en medio del mar, un trasatlántico se dirigía a toda velocidad hacia Equestria. El capitán y los marinos se encontraban haciendo sus labores en el puente de mando, mientras que, en el interior de uno de los camarotes, una bella unicornio de cuero azul y crines cafés que llevaba puesto un vestido color blanco se encontraba leyendo tranquilamente un libro cuyo título decía: Costumbres e Historia de Equestria.
Al lado de ella se encontraba una taza de té acompañado por un plato de galletas.
-Madame, ¿se le ofrece algo más?
-No –dijo el unicornio bajando su libro –gracias por sus atenciones señor Ferrec.
-No es por nada madame, normalmente esperaba un mal trato de usted. Ya que normalmente las que viajan en Primera Clase son las que tratan muy mal a los criados como yo.
-Por favor no diga eso, yo jamás maltrataría a alguien, ustedes hacen su mejor esfuerzo y eso debe recompensarse con respeto y alguna propina –dijo la yegua mientras atraía un bolso para sacar de este un monedero fino del cual saco un billete de gran valor, después se lo dio al unicornio diciéndole –aquí tiene Monsieur Ferrec.
-Pero madame –dijo el criado sorprendido –este billete es de cien francos, ¿no cree que es demasiado para un criado como yo?
-Para nada Monsieur, mi madre me enseño que el dinero no lo es todo en la vida, compartir lo que uno tiene con los ponis que lo merecen, es algo hermoso. Desde pequeña he sido así, siempre le daba algo de mi sándwich a un pobre potro que pasaba hambre frente a mi escuela, desde entonces soy generosa con los demás.
-Bueno madame, si esto la hace sentir bien lo aceptare con gusto. Por cierto, ¿Cuál es su nombre?
-Selene, mi nombre es Selene –respondió la yegua sonriendo.
Continuara….
Bueno mis seguidores, para los que sean añejos o que siguen mis fanfics de hace meses sabrán que subí un fanfic con el mismo nombre. Sin embargo, decidí borrarlo porque vi que la historia se había quedado sin rumbo. Pero ahora lo corregí y como pueden ver pinta para un relato interesante. Por cierto, si eres nuevo o no comprendes el fanfic y los personajes que aparecen, te recomiendo leer los fanfics El Juicio de Twilight Sparkle y La Rebelión de Twilight Sparkle para que puedas comprender la historia y el universo de la misma.
Sin más que decir te recomiendo que sigas mi página de Facebook que puedes buscar como ShieldImagination97 y nos vemos en el próximo capítulo.
