Me encantó escribir este fic, en serio, espero que lo disfruten.
Todo el potterverso pertenece a JK
Este fic participa en el Reto de Mesiversario "Primer mes de locura de la Familia Friki" del foro First Generation: The story before books.
De escobas y sentimientos
Desde pequeña, a Katie Bell le gustaba volar en escoba. Desde aquella noche en la que había entrado a escondidas al armario, tomado la escoba de su padre, salido al patio y hecho algo de lo que nunca se arrepintió.
Ahora ya no era pequeña, y tampoco una principiante. Ahora era una joven cazadora del equipo de Quidditch de Gryffindor (y muy buena, según Wood). Ya no jugaba con la escoba de su padre, volando a un metro del suelo, ahora estaba en los vestuarios, a punto de empezar un partido, preparada para volar a metros del suelo, y lista para ganar.
Cuando Wood dio la señal de salida, Katie se unió a los demás del equipo, se acomodó su túnica escarlata, y se preparó para salir. Los siete llegaron al estadio, los capitanes se dieron las manos, y se subieron a sus escobas.
Katie se subió rápidamente a su Barredora, y dio una fuerte patada al piso. Sintió cómo se elevaba varios metros del piso. Cerró los ojos, recordando su primera vez…
Katie se encontraba emocionadísima. Se había levantado de la cama, y ahora se encontraba yendo, en pantuflas, al armario de escobas, preparada para sacar la de su padre y volar en ella. A medida que se acercaba, su corazón latía más y más fuerte. Abrió la puerta del armario y se detuvo a observar las cosas que allí se encontraban. Divisó rápidamente la escoba, y estiró el brazo para tomarla. Las yemas de sus dedos tocaron la madera, y su mano tomó el palo. Katie salió al patio con la escoba en la mano, con el corazón latiéndole a mil. La niña recordó cómo hacía su padre para montar en la escoba, y copió sus movimientos. Cuando sintió que estaba lista, dio una patada al piso, lo suficientemente fuerte como para elevarse un poco, pero no caer. La brisa nocturna dio en su rostro, y su cabello voló hacia atrás. La embriagó una emoción que nunca antes había sentido. Echó un vistazo al suelo, y al ver que no estaba muy lejos de él, se relajó, sin dejar de sentirse exaltadísima. Sintiéndose ya preparada, avanzó unos metros con la escoba, luego con más rapidez, y más, hasta poder volar casi tan rápidamente como su padre lo hacía. Voló derecho, hacia la izquierda, hacia la derecha, hacia arriba y hacia abajo, con una felicidad inigualable. Katie lanzó un grito que no había podido evitar. Voló hacia la ventana, para cerciorarse de que sus padres estuviesen todavía dormidos. Bajó, suspirando de alivio. Sus pies rozaban el pasto, haciéndole cosquillas. Katie se bajó de la escoba, y, triste por dejar de volar –y al mismo tiempo feliz, por ser la primera vez que lo hacía– dejó la escoba en su lugar y entró a su casa, echando un último vistazo al armario, prometiéndose el hacer lo mismo otro día.
Katie sonrió al recordarlo. Recordó cada uno de los detalles de aquella vez. Definitivamente, amaba volar, y nunca dejaría de hacerlo.
"500 palabras, uf, casi no me alcanzaban para escribir todo lo que quería...
Me gustó mucho escribir sobre la primera vez en escoba de Katie, me pareció un momento emocionante y… digno de contar, como la primera vez de Harry. Espero que les guste "
