Capítulo 1 – Atención no deseada
Ok, sí, yo nunca besé a nadie. Acaso es eso malo? Era dificil resistir las ganas de darle un puñetazo en plena cara al Haz Azul mientras éste estaba ahí parado, riéndose durante esos 15 segundos que parecían no terminar. Cómo puede ser eso gracioso de todas las cosas? Frunciendo el ceño, Silver miraba cómo Sonic finalmente dejaba sus burlas y eventualmente recuperaba el aliento.
-"No lo puedo creer. Especialmente viniendo del futuro, a ver... la gente se besa por primera vez siendo cada vez más joven con el pasar de las décadas, no? Así que la tendencia sería... bueno, en serio, de verdad tienes 15 años??"
-"De hecho, cumplí 16 el mes pasado, recuerdas?"- Eso sólo hizo que Silver se sintiera peor. –"Y tampoco es como si tuviéramos tiempo libre en el futuro para estar... besándonos entre nosotros..."
-"Si, bueno, tienes razón. Pero estuviste aquí dos años ya... Bueno, intentaré estar alerta por si te encuentro una buena pareja. Quizá Cream se preste para el cargo... *risitas*"
-"Ok, basta con eso! Y no involucres a la pequeña Cream. Besar no es algo tan importante, o si! Creo que hay cosas más importantes en la vida, como... ser de ayuda, y... eh... proteger a los demás..." Genial, ahora me estoy sonrojando como un tonto. Ya ni se lo que estoy diciendo, a veces soy un poco estúpido. Como hace diez minutos, cuando pensé que entablar conversación con Sonic era seguro, después de que insistió tanto. Y TENÍA que sacar este tema en particular... Porqué no me rehusé y ya?
-"De acuerdo, de acuerdo... está bien. No te preocupes, tu secreto está a salvo conmigo. Y en parte tienes razón: No deberías tomártelo tan a pecho. Y bueno... está bien asustarte cuando tienes que enfrentarlo por primera vez, y puedo entender que rechazaras a esa chica porque te pusiste nervioso, quizás... no la conocías bien! No es como si debieras sentirte excitado con la primer cosa con pechos que se cruce en tu camino, eso es mas bien lo que pasa con Jet últimamente... Pero, si una chica vuelve a tirársete así, no dudes en presentársela a Knux. Vaya que le vendría bien algo de compañía!"
-"Te escuché!" – El equidna rojo conocido como Knuckles se acercaba a la casa de Silver en ese mismo momento. –"No necesito a nadie más, Rouge estará de vuelta en una semana. Y mírate, chico azul, no te veo a TI saliendo con chicas bonitas en absoluto. Qué hay, Silver. Podrías prestarme algo de atún? Ya no me queda."
Después de darle a Knuckles dos latas de atún, ...y tres tomates, y una piña, y un poco de jamón, dejaron a Silver solo y finalmente pudo ponerse a pensar. Habiéndose despedido de sus amigos, se fue para adentro. Tenía una hermosa casa en lo alto de una colina, ahora que había decidido que se quedaría en este tiempo. Era pequeña pero acogedora, con un pequeño jardín y una terraza al aire libre al nivel del suelo que parecía un mirador natural. En ella había una mesa de madera redonda, junto con unas sillas que hacían juego. Era el lugar perfecto para comer o beber algo a la mañana o por la tarde. Se podía ver todo el Valle Verde desde ahí arriba, y ahora que era verano los pastizales del valle estaban cubiertos de numerosas clases de flores salvajes. Dentro de la casa, casi todos los muebles estaban hechos también de madera, y su sala de estar tenía los sillones más cómodos en los que Tails jamás hubiera dormido, según sus propias palabras. De vez en cuando, alguno de los amigos de Silver se quedaba a dormir en su casa por una o dos noches, para hacerle compañía. Se sentía bien estando rodeado de hombres, pero últimamente las mujeres lo hacían sentirse nervioso; desde que se habían dado cuenta de que Silver era gentil y educado además de ser maravilloso, valiente, poderoso y absolutamente sexy, se la pasaban encima suyo intendando llamar su atención. Pero el erizo color de marfil no estaba para nada acostumbrado a este trato como sí lo estaba Sonic, siempre rodeado de sus fans. Silver era completamente inexperto en cuestiones del amor y el romance, y éstas parecían haber llegado a él incluso antes de que pudiera sentir una natural curiosidad en ellas por sí mismo. Y justo tenía que haber recordado ese evento pasado...
Se dejó caer en uno de los sofás respirando pesadamente. Se quedó ahí por unos segundos y suspiró. Jamás dije que no conocía bien a esa chica. Era Blaze quien había intentado besarme esa tarde hace dos años, y eso me había asustado. En ese entonces, Blaze había visto la cara de Silver y había decidido abandonar la idea, porque sabía que él no la hubiera detenido, aunque era claro por su expresión que el muchacho no había estado para nada cómodo con aquella situación. Así que ella sencillamente le dijo que todo estaba bien, que él quizá no estaba preparado para una relación, y sencillamente lo abrazó y le dijo por enésima vez que ella se preocupaba por él y que podía contar con ella siempre que la necesitara. Blaze era una persona maravillosa, Silver sabía eso. Pero eso no cambiaba el hecho de que la situación lo había hecho acojonarse en aquel momento, y agradecía que ella hubiera parado. Supongo que hice bien en no contarle ese detalle a Sonic. Es buen amigo, pero dudo que me hubiera podido dar un buen consejo sobre eso. Aún hoy me cuesta hablar sobre Blaze... Después de todo, él no se siente nervioso o avergonzado cuando Amy le está encima, así que qué sabría él...?
Se quedó ahí por una hora o dos, pensando en cómo el amor era un tema casi desconocido en su hogar en el futuro, cómo el miedo y la supervivencia eran mucho más importantes en ese entonces. La reproducción se enseñaba, por supuesto, pero sonaba tan sistemática y lógica que nunca le había dedicado demasiada atención. ¿Y el amor? ¿Qué función cumplía? Siguió pensando y considerando, siempre recordando ese momento en el que no había tenido ningún control sobre la situación, hasta que el sol se puso en el horizonte. Cerró las cortinas dejando fuera un cielo crepuscular naranja y púrpura, y se fue a la cocina a prepararse una ensalada. Cierto, los tomates. Realmente debería aprender a decir que 'no' para variar...
