La Saga CREPUSCULO solo me sirve de inspiración, ella pertenece a Steffany Meyer.

Luna Wolf Whitlock

"Nunca me había detenido a pensar en cómo iba a morir, aunque me habían sobrado los motivos

en los últimos meses, pero no hubiera imaginado algo parecido a esta situación incluso de haberlo intentado.

Con la respiración contenida, contemplé fijamente los ojos oscuros del cazador al otro lado de la gran habitación."

CREPUSCULO

Al parecer estaba perdida en lugar que nunca había visitado , pero que conocía bien , Forks y los Cullen no ahora no estaban en un libro , yo estaba en medio de ellos. ¿Qué posibilidades tengo de sobrevivir entre lobos y vampiros?

1. Por culpa de Dracula.

En clase de literatura universal mientras todos discutíamos sobre una hermosa novela, de amor, pasión y sangre, a la que mis compañeros encontraban bastante aburrida y a la que mi profesor llamaba una repetida historia de folclore transilvano, yo cometí el error de hablar a favor de Drácula de Bram Stoker.

— Usted profesor la encuentra aburrida porque para usted solo es otra "tonta" historia de vampiros.

— ¿ Que quiere decir con eso Señorita? — me dijo el profesor bastante molesto por mi comentario.

— Es que es obvio que el tema central no son los vampiros. Es la muerte — hable un poco en voz baja— cualquier persona que conozca lo suficiente sobre literatura y sobre el tema del folclore "transilvano" como usted lo llama, sabría que el vampiro representa la muerte ó mejor dicho evadir la muerte.

El profesor se acerco peligrosamente a mi puesto y con lo que yo describiría como: estado colérico puro me miro directo a los ojos.

— ¿Me esta diciendo que no se lo suficiente sobre literatura, usted una alumna más? — No conteste

— ¿Usted sabe algo más de vampiros que yo? — Negué con la cabeza.

Aunque en mi interior sabia que si no era la genio sobre el tema vampirico, mi adicción a los libros de vampiros, que habían comenzado como la Saga de Crepúsculo, me hacían estar una escala más arriba que el incipiente Señor Restrepo, el que consideraba la obra maestra de Bram Stoker, como una " repetida historia de folclore transilvano".

— No todo señorita , se limita a una absurda guerra entre vampiros y lobos, para su información, he visto los libros que usted lee y déjeme decirle, Los vampiros no brillan bajo la luz del sol, — el profesor destilaba veneno en sus palabras — Los vampiros mueren cuando se enfrentan a la luz solar, quedan hechos ceniza.

¿Acaso mi profesor, estaba hablando mal de la visión que Stefany Meyer tenia sobre los vampiros? Al parecer SI, me quede con la boca abierta bastante indignada mientras el me daba la espalda y caminaba hacia el tablero, tomaba una tiza y comenzaba a escribir, sobre la próxima asignación para esa materia. Mientras su mano se deslizaba y escribía letra por letra el rostro de mis compañeros cambiaba de aburrición a rabia y depresión.

" Escribir un trabajo de diez mil palabras sobre el ¿Por qué los vampiros representan la evasión de la muerte en el folclore universal?"

Una de mis compañeras me dedico una mirada perpleja mientras yo quería que me tragara la tierra o que el mismo Edward Cullen se presentara y me desangrara en medio de la clase, cualquier cosa con tal de evadir el sentimiento de culpa, todos en la clase me observaban con rostros de asesinos en serie.

La mayoría del grupo comenzó a rechazar la tarea asignada por el profesor, al parecer además de todos los demás trabajos que tenia para el final de curso, debía escribir la módica suma de diez mil palabras en dos días, a decir verdad no me encontraba satisfecha con eso, estaba a punto de reprocharle al profesor cuando uno de mis compañeros llamo al Señor Gómez "cerdo anarquista" lo que aumento el numero de palabras en quince mil y yo refrene mis deseos de recordarle a su madre.

— Agradézcanle a la Señorita Lola su trabajo sobre el folclore transilvano.

El timbre anuncio el fin de la clase y todos nos levantamos disgustados y antes de salir de clase la voz del profesor se volvió a escuchar.

— Olvide decir que debe ser escrito a mano y no deben utilizar Internet, les recomiendo visitar la biblioteca más cercana.

Cuando llegue a mi dulce hogar poseía el bastante apetito para comerme un caballo entero, pero al poner un pie en la sala me di cuenta que mi familia no estaba, mi casa solo estaba en silencio cuando todos los habitantes de mi loca familia estaban fuera de casa, muerta del calor, me quite el uniforme rojo y verde a cuadros que hacia de cada alumna una mamá noel en potencia.

Intente refrescarme un poco, encendí el aire acondicionado y encendí la radio, mientras buscaba un bolso lo suficientemente grande para meter mis libros sobre vampiros, en mi mente buscaba el camino más corto hacia la biblioteca central, que quedaba a cuarenta y cinco minutos de mi casa, eso si contaba con suerte y el conductor del bus, conducía a súper velocidad.

Mientras salía de la ducha escuche en la radio al locutor que hablaba sobre el tiempo. " un día caluroso en New Orleans, esperen un sol avasallador marcado por treinta y nueve grados centígrados", justo a tiempo, tome mis viejos y amplios jeans cortados a la altura del muslo y una usual camisa blanca de manga corta y cuello en v, junto con mis zapatillas converse, buscaba estar lo más fresca posible para enfrentar mi día en la biblioteca.

En un abrir y cerrar de ojos el taxi estaba en la puerta de la biblioteca, al buscar mi billetera no estaba, recordé que la había dejado sobre la mesa del comedor, justo antes de salir de casa, busque en mis bolsillos y encontré el dinero suficiente para pagar la tarifa que marcaba el taxímetro, pero no importaba al llegar la hora de volver a casa llamaría a mi madre y ella pagaría el taxi ó eso creía yo.

Pronto me encontré dentro de la enorme biblioteca, decidí enfocar mi investigación en las características de los vampiros, decidida a defender la visión de la escritora de crepúsculo opte por establecer una relación entre los sentimientos "humanos" de los Cullen y las características comunes de los vampiros, tome como ejemplo al vampiro perfecto, Edward Cullen y comencé a escribir en mi cuaderno sobre sangre fresca, colmillos, transformación en murciélagos y nubes de polvo. Escribí toda una pagina sobre la seducción y el poder de atracción que tenían "los fríos" sobre los humanos, además de sus extraordinarios poderes amatorios y sus constantes deseos sexuales.

El guarda de seguridad se acerco a mi discretamente y me llamo la atención.

— Señorita, vamos a cerrar. — dijo mientras miraba los libros que yo tenia desparramados sobre la mesa.

— ¿Cómo? — al levantar la mirada de l libro de Luna Nueva, me encontré con una biblioteca vacía.

— Faltan pocos minutos para las nueve de la noche.

Tome mis libros y los metí a la maleta, junto con mis anotaciones sobre el bendito trabajo que me tenia en la biblioteca hasta altas horas de la noche, al salir a la calle, encontré un teléfono publico cerca, con las dos monedas que tenia marque el numero de mi casa, pero esta seguía sola, nadie contestaba, ni siquiera el mocoso de mi hermano menor que debería estar en casa, después del cuarto intento, deje un mensaje.

— Hola mamá estoy en la biblioteca central, por uno de mis olvidos deje mi billetera en casa y no tengo dinero para volver, estaba pensando tomar un taxi a casa y que me lo pagaras pero no estas en casa, lo que es obvio porque no contestan el teléfono — suspire y me lleve a las manos a los ojos algo cansada por tanta lectura — Ahora estoy hambrienta no comí nada en casa y ahora no tengo nada de dinero para comer, pero no importa esperare un rato para …

El teléfono publico se colgó y yo me quede en medio de la charla con la contestadota, después de mucho pensar decidí caminar a casa, claro acortando el camino debía pasar por el Lago Pontchartrain, un lugar bastante solo en la noche, pero que por suerte conocía bien, camine envuelta en mis pensamientos por el parque ecológico que da la bienvenida a aquellos que visitan el lago, el viento aullaba lo bastante fuerte como para sacarme uno que otro brinco producto del susto que me propinaba el viento y sus extraños sonidos, rodee el lago para llegar a un pequeño puente y me introduce en la maleza, sentí un poco de miedo al encontrarme sola en ese lugar tan grande pero me reconfortaba con la idea de llegar pronto a casa, me tropéese con algo cuando me pareció ver un pequeño Canis lupus nubilus, mejor conocido como lobo de la pradera, el animal parecía estar herido y no sea movía, de hecho estaba enredado en un alambre de púas.

— Tranquilo chiquito que no voy a hacerte nada. — dije moviéndome sigilosamente

Intente acercarme a el pero intentaba ponerse de pie, a pesar de lo profunda de su herida, puse mi maleta en mi suelo e intente ayudar al animal, soltándolo de alambre, en la lucha me lastime varias veces las manos con las púas enterrándomelas profundamente, mientras mi sangre se mezclaba con tierra del suelo y la sangre del lobo, después de verse libre , el animal se alejo corriendo de mi y yo me quede parada y sucia mirándolo internarse en la noche.

Las heridas de las manos me molestaban un poco, más que todo por la tierra que tenia en las cortadas, camine hasta la lago y me apoye en unas piedras resbaladizas , me agache un poco y comencé a lavarme las manos, jadee cuando sentí que el peso de mi cuerpo estaba ganándole a mi posición y temí caer en el agua, todo paso en un segundo, me vi dentro del agua y una sensación de miles de cuchillos sacudió mi cuerpo y entonces descubrí que estaba en una parte lo bastante profunda porque intentaba tocar el suelo con mis pies pero no podía, las rápidas aguas me estaban alejando de la orilla , intentaba gritar pero la voz nunca me salía, el agua estaba muy fría y al parecer yo comenzaba a perder el sentido, solo escuchaba el agua golpeando contra las piedras y el sonido de lo que parecía ser el aullido del viento.

Cuando volví en si , sentí miedo y demasiado frío , solo que ahora no estaba en el agua, mi peso descansaba sobre arena ¿Arena?, justo antes de volver a perder la conciencia, sentí una fría nariz que me olfateaba el pecho, al mismo momento que unos chillidos lastimeros que salían del ¿perro? que me olfateaba, los aullidos fueron perdiendo volumen y todo se puso negro. De nuevo.