LA PRINCESA DEL DESIERTO
SEGUNDA GENERACIÓN
Naruto no me pertenece y lo saben, este fic es con el unico motivo de entretener.
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Nota: Este fic es clasificación M porque tendra gran contenido sexual, si no les gusta, no lo lean.
Me centraré en la vida de los hijos de todos los personajes de Naruto principalmente, se llama La princesa del Desierto porque la protagonista es la hija de Gaara, Aiko. Espero que sea de su agrado.
Nacen los hijos de los Kages
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- ¡Matsuri-sama puje a la cuenta de 3... 1-2-3! - le decía cansada la enfermera.
- ¡AHHHHHHHHHHHHHH! - dió un grito aterrador la castaña esposa del Kazekage, sintió como su cuerpo se relajó un poco al escuchar el llanto de un bebe.
- Es un niño - informó con una sonrisa.
-...- Gaara se había quedado sin palabras, ya era padre, acababa de ver nacer a su primer hijo, unas lagrimas se escurrieron por sus mejillas, no lograba ver bien por los movimientos de las enfermeras, pero veía su silueta, se acerco dos pasos a su esposa.
- Gaara... - lloró Matsuri - quiero verlo por favor - pidió a la enfermera.
- Claro que si, aquí esta su hijo - se acerco a ellos otra enfermera con su bebe, esta tenia el cabello negro y lacio, era una mujer de unos 40 años.
- S-si - habló con dificultad la joven madre, le dieron a SU bebe, al tenerlo entre sus brazos sintió algo cálido recorrer por todo su ser, su bebe era hermoso, tenía unos cuantos cabellos rojos, sus ojos no los mostraba aun, seguía llorando manteniendolos cerrados, era perfecto - es hermos-so - jadeo sudada - ¡AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH! - dió otro grito al sentir mas contracciones, Gaara instintivamente tomo en brazos a su hijo envuelto en una sabana crema.
- Otro bebe ¡viene otro bebe! - se alarmó la primer enfermera que los atendió - disculpe por no habernos dado cuenta Kazekage-sama - se disculpó por su incompetencia.
No hubo respuesta alguna por el pelirrojo, estaba anonadado. Mil pensamientos pasaron por su mente... ¿Otro bebe? ¿Sera niño también Oh... gemelos... ¿O vendrán más? Si que tengo puntería... la respiración agitada de Matsuri lo saco de su mundo, chillaba de dolor mientras la enfermera esperaba al otro bebe, su hijo se movió entre sus brazos, el corazón del joven ojos aguamarina dió un vuelco, su primogénito, lo miró con ternura y adoración, era muy parecido a el, se le formo un nudo en la garganta, acarició su delicada mejilla y el bebe dejó de llorar al instante.
- Ya salió Matsuri-sama, descanse - sugirió la enfermera mientras se llevaba a limpiar al segundo bebe, Gaara no sabía para donde mirar, se sentía tan feliz, se volvió a acercar a su esposa. Esta lloraba, se veía cansada y agitada a la vez, poco a poco fue calmando su respiración, Pero en ningún momento dejó de sonreír.
-Gaara . susurró intentando alzar los brazos para que le dieran a su bebe, pero no pudo, no tenía fuerza aun.
- No hagas esfuerzos - replicó Gaara bajando los brazos para que ella pudiera ver al bebe también, mas lagrimas salieron de los ojos negros de la madre.
- Y aquí esta la otra - les informó la doctora acercándose con un segundo bulto envuelto en una frazada rosa, al ver en las condiciones que se encontraba Matsuri le dio el bebe a Gaara quien inexpertamente lo cargó.
- ¿la? es niña entonces - se emocionó la castaña.
- Snif - el pelirrojo se encontraba absorto de todo, en su cabeza solo había lugar para 4 palabras... tenia una familia propia dos hermosos hijos y una adorable esposa, comenzó a llorar en silencio admirando sus gemelos, ambos pelirrojos iguales a el, sus hijos abrieron los ojos al mismo tiempo, el se quedó sin aire al observar maravillado sus ojos... aguamarina, eran dos replicas perfectas de el. Dos replicas que protegería con su vida. Su esposa le dijo algo, pero no le entendió, los único que hizo fue colocar sus hijos en los brazos femeninos sin fuerza, sosteniendolos por el otro costado para que no se cayeran, los gemelos subían y bajaban tranquilamente en el pecho de su madre cuando esta respiraba.
Matsuri los miraba endiosada, eran mas que hermosos. Gaara la observaba a ella, sentía algo de culpa porque no habían sacado ningún rasgo de su amada.
- Lo siento - se disculpó.
- ¿Qué? ¿por qué? - preguntó inocentemente ella, porque tendría que estar disculpándose su esposo.
- También me hubiera gustado que sacaran algo de ti - contestó bajando la mirada. Matsuri rió con dificultad.
- Así están bien, además... cuando sean mayores veremos - contestó astuta, amaba que se parecieran a el, no se consideraba una persona tan bella. De hecho, aun no sabía porque Gaara la había elegido entre todas, no tenía algo que resaltara en su persona, el porque el joven Kazekage se había enamorado de ella, seguía siendo un misterio. Definitivamente, así estaban bien sus hijos.
- Te amo, gracias por esta hermosa familia que me has dado... prometo ser un buen padre, la voz de Gaara se quebró ahí su padre no había sido un buen ejemplo, tenía que partir desde cero - Jamás les haré lo que el mio me hizo a mi... y... - le dolía hablar de eso aun, y a Matsuri le dolía también.
- No se preocupe Gaara-sensei - intentó distraerlo.
- ¿Gaara-sensei? creí que habías superado esa etapa - le sonrió.
- Eh... lo dije sin pensar - una gotita de sudor apareció en su cabeza de manera cómica, se veía con mas fuerza, se subió mas a su almohada para quedar casi sentada, ahora sostenía a sus dos hijos con los brazos. El niño comenzó a moverse buscando con la boca el pecho de su joven madre. Tanto ella como Gaara se sonrojaron ante tal acción.
- Mmm... se me hace raro ver a otro hombre hacer eso, creí que era el único que podía - bromeó el pelirrojo, la chica rió con mas fuerza nerviosa, le daba algo de miedo alimentar a su hijo...
- Je... parece que el pequeño Ken es algo comelón.
- ¿Ken? - se confundió un poco pero sonrió.
- ¿ No te gusta? - se decepciono por un instante.
- ¡No! Ken esta bien... ¿ Y ella?
- Pues no lo había pensado, siempre creí que iba a ser niño - admitió. El miró con ternura a su pequeña que era la prueba viviente del amor que le tenía a su esposa.
- Amor... - susurró el chico de ojos aguamarina para si mismo, pero alcanzó a escucharlo.
- ¿Amor? - preguntó, el no le respondió, solo tomó a su hija y la cargó, le acarició una mejilla, la bebe le sostenía la mirada, con la otra mano Gaara se toco su kanji y esbozo una pequeña sonrisa, su hija era el AMOR que sentía en persona.
- Aiko - y le dio un beso en la frente, la pelirroja no le quitaba la mirada de encima.
- ¿Por qué Aiko, Gaara?
- Aiko significa amor - respondió pensó si su hija estaría de acuerdo con su nombre y dudó - Aiko Yasuki - finalizó, así le daba la opción de que escogiera por cuál nombre le gustaría mas que la llamaran.
- Es perfecto - exclamó sonriente la castaña.
- EN KONOHA-
" Padre... acaso fue esto lo que sentiste al verme" - pensó con lágrimas en los ojos Naruto al ver a sus gemelas, a pesar de serlo, eran totalmente diferentes, una era el sol y la otra la luna, la rubia tenia sus pequeños ojos violeta casi cerrados, era casi igual a el, hasta en el color de piel, solo que era un ligero tono mas clara. Su otra hija era Hyuuga en todo, su cabello negro, sus ojos perla con un ligerisimo toque azul, su piel tan blanca como la de su madre. Lo habían bendecido con 3 hermosas mujeres, incluyendo a su esposa.
- Na-naruto-kun se parece a tu mama e-en los ojos - susurró Hinata cansada, pero extremadamente feliz, mirando a su hija rubia.
- Si... - la miro - me haz hecho el hombre mas feliz del mundo, dattebayo - se limpiaba las lágrimas el rubio. Su esposa se sonrió.
- Creo que su nombre debería ser Kushina - sugirió la ojiperla.
- ¿Dattebayo? - preguntó sorprendido, ese era el nombre de su madre, lo pensó un poco, era un buen nombre, significaba - belleza del remolino - suspiró hablando.
- Si, tal vez no estamos en la aldea del remolino, pe-pero es la nieta d-de la mayor belleza de ese lugar - contestó la Hyuga, corrección Uzumaki, ya era una Uzumaki, dejando mas sorprendido al ojiazul, lloró con mas fuerza, había hecho la mejor elección de esposa y compañera de vida. Era increíblemente noble.
-Gracias - se volvió a limpiar las lágrimas y le dio un beso torpe en los labios - ¿ Y a Luna como le pondremos? - preguntó sin darse cuenta de lo que acababa de decir.
- ¿Luna?- rió bajo - No es como me decía el Kyuubi, Naruto.
- Ehhhhh, si... - admitió Naruto, por dentro discutía el nombre de su bebe, de todos modos, también eran hijas del gran zorro de 9 colas. Los ojos del Uzumaki se tornaron rojos, eso solo quería decir una cosa, el Kyuubi quería hablar.
- Creo que deberíamos ponerle a nuestra hija Luna, Luna... es decir, Hinata, la única Luna ahora sera ella - y apuntó cariñosamente a la bebe de cabello negro azulado.
- También seras un buen padre Kyuubi-kun - Hinata amaba al zorro. Era parte de Naruto y el había tenido mucho que ver con que su contenedor la conquistara - Luna - la mencionada abrió los ojos al escuchar su nombre - si, es como la luna - finalizó, el zorro sonrió y extendió los brazos para agarrar a la bebe - con cuidado - y le dio a su hija.
- Hola Luna, sabes... aunque sea un demonio te amo, te amo tanto como a tu madre y hermana, espero que en el futuro no te moleste saber quién te nombro Luna - le dió un beso en su mejillita sonrojada - Eres tan hermosa como tu madre - la acomodó en su brazo y pidió a la otra, Hinata se la dió también - hola Kushina, ja! Kushina, tu abuela si que me daba muchos dolores de cabeza, aunque era muy bella, siento que en el carácter eres igual a ella y a tu padre, yo también soy su padre, no se les olvidé - recalcó esto último mirándolas fijamente a ambas - en fín cuando te enojes seras igual a mi - se sintió orgullo por eso.
- ¿ Cómo lo sabes Kyuubi? - preguntó ansiosa Hinata.
- Su chakra... su aura ¿soy un Bijuu recuerdas? Soy mas sensible para estas cosas.
- Oh... - miró a su zorro arrullar a sus dos hijas, una vez dormidas se sentó junto a ella.
- El mocoso y yo hicimos un buen trabajo - se sintió orgulloso.
- Lo hicieron - afirmó Hinata, el Kyuubi bajo su rostro hasta el de su esposa y la beso con ternura.
- Las estaré vigilando - susurro en el oído femenino.
- Siempre lo haces Kyuubi-kun, te amo y gracias - ahora ella lo beso a el, fue un beso mas apasionado, pero cuidadoso para no molestar a las gemelas. Hinata acarició suavemente la mejilla de el, sintió su sonrisa entre sus finos labios, se separo de ella de nuevo y abrió los ojos, ahora eran azules.
- Ummm 'ttebayo - dijo algo molesto.
- ¿Qué pasa Naruto-kun? - el miró a sus hijas mientras le contestaba.
- Estabas besando al Kyuubi.
- También lo amo, ustedes son los hombres mas importantes de mi vida, que en realidad, forman uno y ambos son los padres de mis hijas - declaró sonriendo y decidida, hace mucho que ya había dejado de tartamudear, solo lo hacía en raras ocasiones Además, ambos peleaban siempre, ya no se odiaban, lo hacían por costumbre. - ¿Pueden vivir sabiendo que los amo a los dos? - preguntó a su rubio y al demonio en su interior.
Las pupilas de Naruto se alargaron pero conservaron su color.
- Si - hablaron ambos, su voz sonaba diferente.
- Aunque no me gusta compartirte con este zorro - aclaró obviamente Naruto.
- ¿Y tu crees que a mi me gusta compartir a mi hembra contigo mocoso? - se defendió el Kyuubi.
- Ya o las despertaran - intervino Hinata. Los ojos azules se clavaron en sus hijas, sus pupilas se hicieron normales. El 9 colas de seguro había decidido darle el control a Naruto.
La ojiperla mayor suspiró divertida, era gracioso ver a Naruto pelear con Kurama, era como escuchar a un loco pelear consigo mismo, esperaba no ver el día en que llegaran a tal nivel que Naruto se empezaría a estrangular intentando matar al zorro, o viceversa.
ALGÚN REVIEW?
Aww esta es una de mis historias favoritas, las escenas subidas de tono vendran apartir del festival o antes, no se bien aunxD
Espero que les guste. Y con los nombres de los hijos no se preocupen, tendran nombres faciles que seran relacionados con los de sus padres.
Los amo!