Hola, primero, gracias por tomarte el tiempo de leerte ésta historia. Segundo, Dgray man y sus personajes son propiedad de sus respectivos dueños no mios. Y tecero, en ésta historia probablemente los personajes tengan algún cambio en su carácter porque hace mucho que no veo nada de dgray man.


Ésta tarde Allen y Lenalee fueron llamados por el supervisor Komui, quien tras una muy completa explicación de la misión en turno los envió a cumplirla.

La misión en cuestión se trataba de una bastante fácil... en teoría, solo recuperar una inocencia causante de situaciones "paranormales" por así decirlo. Una vez en el lugar y tras seguir el rastro de las historias de la gente del lugar nuestros jóvenes protagonistas rápidamente consiguieron encontrar la inocencia después de vencer a algunos akumas, así que decidieron emprender el viaje de regreso a la orden oscura, dirigiéndose a la estación de tren.

-Fue una misión sencilla, ¿no Allen?- Lenalee inició la charla con el inglés, que se notaba de alguna forma inquieto.

-Si, bastante para lo que regularmente nos pasa, 'sobre todo a mí'- respondió el peliblanco con un suspiro -pero es agradable que sea de ésta forma- finalizó con su habitual sonrisa, que fue correspondida de igual forma por la chica que caminaba a su lado.

Al llegar a la estación encontraron su, hasta el momento, mayor obstáculo, y es que en la taquilla había un cartel de aviso en el que se informaba que no habría trenes hasta el día siguiente a las ocho de la mañana.

-Parece que tendremos que buscar un lugar para quedarnos- comentó Allen señalando lo evidente a Lenalee, que solo asintió y emprendió nuevamente la marcha, ésta vez de regreso hacia el pueblo donde habían encontrado la información para hallar la inocencia.

-Parece que no podía salirnos todo perfecto por una vez, ¿verdad?- le comentó Allen a Lena.

-Eso parece, pero aún así sigue siendo una misión bastante agradable hasta ahora- contestó la china, ésta vez con una expresión notablemente mas contenta, después de todo a ella no le desagradaba para nada pasar tiempo con Allen, es más, últimamente lo disfrutaba bastante. La expresión que mostraba Lenalee también le resultaba agradable a Allen y no pudo evitar esbozar una sonrisa mientras caminaba junto a ella.

Después de caminar unos veinte minutos al fin llegaron al pueblo y se dirigieron a una posada relativamente grande y por ser un pueblo pequeño la convertía en la única del lugar, en la que pidieron una habitación para cada uno de ellos, así encontrándose con su segundo traspié de la tarde: no quedaban dos habitaciones disponibles sólo una individual debido a que se avecinaba el festival del poblado.

Para cualquier exorcista habría sido fácil usar la influencia de la orden para conseguir habitaciones, sin embargo eso era algo que no hacía sentir cómodos a nuestros protagonistas y decidieron tomar la habitación disponible, mientras se dirigían hacia su habitación Lenalee se notaba ahora bastante nerviosa, cosa que notó Allen.

-¿Pasa algo Lenalee?- preguntó sinceramente el inglés.

-¿¡Eh!.. ¿por qué lo preguntas Allen?- respondió la china denotando mas su nerviosismo.

-Pues porque pareces bastante tensa- Allen fue directo al punto, y Lenalee decidió no darle rodeos a la situación.

-Es que... pues tenemos una habitación individual y... ésta debe ser la primera vez que voy a compartir la cama con un chico que no es mi hermano Komui- dijo Lenalee mientras sus mejillas y las de Allen se ponían rojas como tomates.

-Bueno pues... yo dormiré en el suelo- afirmó Allen rápidamente, mientras Lenalee entraba a la habitación y suspiraba.

-Parece que eso no hará falta, mira- dijo ella mientras señalaba hacia un costado de la habitación donde se encontraba un sillón que aparentaba ser bastante mas cómodo que el suelo.

-Perfecto, entonces yo tomaré el sillón- dijo rápidamente Allen gracias a su caballerosidad natural, mientras recibía un gesto de desaprobación de Lena, inconforme con la decisión.

-Gracias Allen, pero no hace falta que te preocupes tanto por mi, yo puedo usar el sillón y tu la cama- respondió Lena haciendo énfasis en la última parte.

Normalmente Lenalee no rechazaría la oferta de dormir en la cama, sin embargo no deseaba que Allen la tratara de una forma especial, quería ser tratada con igualdad específicamente por el joven inglés.

-No puedo aceptarlo Lenalee, para mi está bien el sillón- dijo una vez más Allen, aunque sorprendido por el comentario de su compañera.

-¿Por qué no Allen?- preguntó Lena acercándose al inglés.

-Pues porque... es lo que debe hacer un caballero para una dama- respondió Allen mientras Lenalee le tomaba una mano.

-Sabes Allen, no quiero que seas un caballero, ni quiero que me trates como una dama, quiero que me trates como los amigos que somos, ¿estás de acuerdo?-

-Pero...- trato de contestar Allen, mientras Lenalee lo miraba a los ojos -está bien- al final Allen dijo suspirando -pero como mi amiga te pido que te quedes en la cama ésta vez- dijo Allen intentando que de esa forma Lenalee aceptara la oferta.

-Buen intento, pero me parecería mejor si lo decidiéramos de una forma mas justa- señaló Lenalee intentando ahora que Allen aceptara -¿qué te parece un juego?.

-Está bien, ¿te parece bien elegir Lenalee?- comentó Allen esperando que ésta vez Lena aceptara la propuesta, pero no esperaba el juego que elegiría la asiática.

-Bien, entonces elijo un juego de cartas- dijo sonriendo Lenalee mientras mostraba un mazo de cartas a Allen -el que gane se queda en la cama y el perdedor dormirá en el sillón- sentenció Lenalee, mientras disfrutaba del triunfo de su pequeño plan contra Allen, ya que si todo marchaba normalmente ella perdería y el inglés ocuparía la cama.

-¿Blackjack está bien?- Allen decidió el juego, después de todo le parecía el juego en el que Lenalee podría ganarle mas fácilmente, eso si no lo traicionaba ése instinto ganador/tramposo que tenía por culpa de su 'maestro'.

-¡Perfecto!, justo ahora te iba a decir que es lo único que sé jugar- Lenalee fingió emoción, para tratar de ocultar que lo esperaba y que de hecho se había preparado separando y guardándose un par de cartas de bajo valor bajo la manga de su abrigo: un dos y un tres, suficientes para quedar lejos de los veintiún puntos, aunque de todas formas sabía que Allen probablemente haría lo posible por perder.

Allen tomó las cartas de la mano de Lena y se apuró a revolverlas, claro que no se esperaba que la chica con rostro de ángel fuera a hacerle trampa, así que no las revisó.

-¿Te parece bien que yo reparta?- si Lenalee no se negaba Allen tendría ventaja, o eso pensaba él.

-No, mejor ponlas sobre la mesita y cada uno toma su par de cartas- la china no le permitiría ventaja y menos desventaja al inglés, así que le quitó las cartas y ella misma las colocó sobre la mesa, mientras él no tuvo mas que aceptar.

-Bueno Allen, que sea un solo juego y sin excusas- señaló Lenalee mientras tomaba su par de cartas y las miraba: un diez y un as, un blackjack en toda regla, ella no pudo evitar sonreír, si fuese un juego normal habría logrado lo que pocos: vencer a Allen jugando cartas.

La sonrisa de Lenalee le daba cierta confianza a Allen, ya que probablemente para él, ella tendría buenas cartas, así que mientras la chica veía sus cartas Allen se acercó a tomar las suyas, Lenalee permaneció aparentemente mirando sus cartas, pero en el momento que Allen desvió la mirada para ver sus cartas, Lenalee aprovechó para rápidamente cambiar una de sus cartas por las escondidas, y Allen sin siquiera sospechar de ella.

-Dos dieces, me quedo- dijo Allen mientras le mostraba sus cartas a la china.

-Un diez y un tres, así que debo tomar otra, que es un... ¡siete!- empate y su expresión casi la delata, pero se contuvo -y un... - ésta chica si que tenía suerte le salió otro as y con eso otra vez hubiera ganado, ésta vez su expresión si cambió por una de incredulidad.

-¿Me ganaste?- preguntó Allen mientras sonreía, mientras ella le mostraba la carta.

-Un dos, y te salvaste por un punto Allen- Lenalee ejecutó a tiempo un cambió por la carta que aún tenía en su manga y con eso Allen había ganado el derecho de dormir en la cama.

-¿Segura que no quieres dormir en la cama?- Una vez mas el inglés cuestionó a la china tratando que aceptara la oferta.

-Segura, acordamos que no habría excusas, ¿verdad?- fue la respuesta de Lena fingiendo molestia.

-Está bien, pues entonces... -Allen fue interrumpido por un sonido proveniente de su estomago -entonces, ¿me acompañas a cenar?- dijo el chico ofreciéndole su mano a la chica mientras se le enrojecían las mejillas.

-Claro, pero después de eso a dormir, tenemos que irnos temprano.

-Entendido.

Al día siguiente ambos jóvenes abordaban el primer tren, el que los llevaría de regreso a casa, se notaba entre ambos un ambiente bastante relajado, solo opacado por el hecho de que Lena tenía leves ojeras en el rostro y se tocaba la cintura a cada momento.

-Allen, ¿me harías un favor?- dijo Lena mientras tomaba asiento.

-¿Cuál?- contesto Allen mientras hacía lo mismo.

-¿La próxima vez me dejarás dormir en la cama?- dijo casi en un ruego mientras se frotaba la espalda debido a lo incomodo del sillón.

-Lo haré, si tu también me prometes algo- dijo Allen mientras le sonreía a la chica.

-Si... ¿de qué se trata?- Lena pregunto con genuina curiosidad.

-La próxima vez no harás trampa- Allen siempre mantuvo su sonrisa.

-¿¡Te diste cuenta!- dijo la chica con sorpresa.

-Fue bastante obvio- Allen provocó el sonrojo en Lena.

-Emm... ¿podrías enseñarme?- la chica preguntó tratando de minimizar el asunto.

-Claro.