Los personajes de este libro no me pertenecen, son obra de James Dashner
Esta historia participa en el reto "Bienvenidos al Claro" del foro "El laberinto"
El chico de cabellos claros se quedó de pie, mirando las grandes paredes que se levantaban a unos cuantos metros de donde él estaba. Hace apenas unas cuantas horas se encontraba dentro de una caja de metal, confundido y asustado, demasiado atontado para poder establecer una conversación razonable, y demasiado desorientado como para poder sacar una conclusión convincente de lo que estaba ocurriendo. Y aun así, después de un par de horas, ya se encontraba con la mirada perdida en el laberinto, mucho más calmado y concentrado.
Que no se malinterprete, su cabeza aún era un caos, pero las cosas parecían diferentes ahora que tenía una meta, una pequeña corazonada.
-Impresionante, ¿Eh? Tan sólo asegúrate de mirar desde aquí, y no sacrificar tu vida estúpidamente como un par de larchos que llegaron antes que tú-. Escuchó el rubio que alguien más hablaba a su lado. Recordaba su nombre, Alby. Era uno de los primeros que se había presentado, y por algún motivo, había causado mucha mayor impresión que los demás habitantes del Área. Incluso más que aquel que se hacía llamar el líder.
-Creo que deberíamos ir a explorar-. Soltó de pronto, dejando salir finalmente la única idea que lo mantenía tranquilo y cuerdo. Alby lo miró como si el joven hubiera enloquecido por completo.
-Mira, Shank, no sé si entendiste bien, pero aquellos que salen, no regresan. A menos que cuentes como regresar a llegar convertido en un cadáver.
Pese a la fría afirmación del moreno, el rubio no se desanimó. Sabía que debía haber una respuesta allá afuera, y debían encontrarla si querían salir de allí.
-Ustedes mismos dijeron que las puertas se cerraban durante la noche. De día, esas cosas no están allí, ¿Verdad? Si eligiéramos unos cuantos, tan solo los que fueran suficientemente rápidos para ir y regresar a tiempo...
Alby soltó un suspiro.
-Está bien. Si te deja más tranquilo, te ayudaré a plantear la idea. Pero no te aseguraré que vayan a escucharte.
Newt Sonrió por primera vez desde que había llegado, con los ojos llenos de gratitud. De alguna forma, sentía que Alby se volvería un gran amigo.
Debo admitir que no recuerdo si en el libro se especifica si Newt llegó en el primer grupo al Área, así que simplemente asumí que llegó después.
Espero que les haya gustado.
