La desaparición de la insignia.
El Thousand Sunny, barco del joven futuro rey de los piratas Monkey D. Luffy, surcaba los mares del Grand Line.
—Viento a favor y sin nubes en el cielo. —Nami comprobaba el clima a su manera, acostada en la tumbona que se encontraba en el verdoso y agradable césped que había puesto Franky, bajo una sombrilla que impedía a los rayos de sol quemar su delicada piel, mientras tomaba un siempre refrescante cóctel especial de Sanji—. Franky ve todo recto para aprovechar este clima favorable.
—¡NOOO! —Un sonoro grito dentro de la habitación de las chicas sobresaltó a todos los tripulantes del barco.
—¿Qué te pasa Luffy? —preguntó Chopper mientras entraba.
—¡Mi sombrero! —Luffy respiraba de forma agitada—. ¿Dónde está mi sombrero?
—Luffy, tiene que estar ahí dentro, ayer pude unir las dos partes del sombrero —respondió Nami sin levantarse—. Hoy tenía pensado en arreglar la parte de los agujeros que tiene, pero debería estar dentro del cuarto, puedes usarlo si no te importan los agujeros.
—¡Pero no esta! —Luffy salió de la habitación corriendo hacia Nami. Al llegar la agarró de los hombros y empezó a agitarla—. ¡Nami, ¿dónde está mi sombrero?!
—Creo que la acabas de fastidiar Luffy… —Franky esperaba la reacción de la navegante, la cual no tardó mucho.
—¿Pero que crees que haces zarandeándome? —preguntó Nami pegándole un fortísimo puñetazo que le lanzó contra la pared—. ¡Tiene que estar ahí, yo no lo he tocado!
—N-Nami… —El pequeño reno se pensaba lo que iba a decirle después de ver la brutalidad mostrada por la pelirroja—. E-el sombrero de Luffy, n-no está dentro.
—¿Y si en el barco hay un intruso y no lo sabemos? —dijo Usopp, el cual había oído toda la conversación—. Recordad que la última vez, un perro con el poder de transformarse en pájaro se infiltró en el barco sin que nadie más que yo, el increíble Usopp, lo detectara.
—Creo que Luffy estaría más tranquilo si se tratara de Wazu —dijo Chopper acordándose de él—. Pero si hay un intruso, ¿dónde se esconde? —preguntó asustado—. ¿Nos ha estado espiando siempre?
—¡Encontraré a ese intruso y le patearé el culo para que me devuelva mi sombrero! —gritó Luffy en estado de cólera.
—Creo que no va a hacer falta capitán. —Una voz a su espalda retuvo a Luffy; el cual, al darse la vuelta, vio a Robin con un paquete rojo—. Toma —continuó Robin entregándoselo.
Luffy abrió el paquete ansioso por ver que era—. ¡Mi sombrero! —gritaba entusiasmado mientras daba vueltas por la cubierta—. ¡Gracias Robin, lo has recuperado!
—¿Dónde estaba? —preguntó Nami mientras se fijaba en el sombrero—. ¿Por qué lo tenías tú?
—Un barco pirata no puede navegar sin su insignia —contestó Robin mientras se daba la vuelta con la idea de irse a la biblioteca.
—¿Qué te pasó en las manos Robin? —preguntaba Chopper preocupado—. ¿Cómo te has hecho estos cortes?
No me digas que… —Nami no creía lo que pensaba, ¿estuvo toda la noche arreglando el sombrero? —Pero si me dijiste que no sabes cocer.
Y no sé —respondió con una sonrisa por la cara que tenía Nami—. Pero no podía ver el sombrero destrozado, eso es todo. —Al terminar de hablar empezó a caminar rumbo al lugar que tenía planeado desde que le entregó el sombrero a Luffy, la biblioteca.
—¡Muchísimas gracias Robin! —dijo Luffy alegre—. ¡Te debo una!
—No me debes nada —contestó Robin mientras se iba. Al llegar a su lugar de reposo, la biblioteca, sonrió mientras recordaba todo el esfuerzo de la noche anterior—. No me debes nada —repitió estando sola—. Yo te lo debo todo.
