DISCLAIMER: Nada me pertenece, es de Adam, Eddie y la ABC, blah blah blah. Palabras: 239.
Este fic participa en el Reto Drabble "Nueva vida en Storybrooke" del foro Once Upon a Time.
No recuerdo siquiera como empezó todo.
Para cuando me puse a pensarlo un día, ya era maestra e iba a leerle a veces a aquel desconocido en coma. Mis días eran siempre iguales, una rutina, un ciclo repetitivo e incesante.
Los minutos, las horas, las semanas pasaban y todo seguía igual. Ni siquiera recordaba como o porque habia decidido ser maestra, o visitarle al hospital, ni porque se sentía unida a Ruby cuando tampoco podía recordar como la habia conocido.
Parecía que toda su vida se concentraba en esa rutina, como si simplemente un día hubiera aparecido en aquel recóndito pueblo llamado Storybrooke. Sentía una enorme vació, la inmensa falta de amor.
Tenia la sensación... la sensación de que habia sido profundamente amada y no recordaba por quien. También sentía que habia amado puramente.
Quizás era solo tonterías, pero una vez soñó que ella era Blancanieves y el Príncipe Encantador venia a su rescate y el beso que le habia dado para sacarla de su eterno sueño se habia sentido tan real que ella podría haber apostado a que habia sucedido, sin embargo no logro recordar como era el rostro de su príncipe.
Y ese día se encontró pensando en aquel extraño sueño cuando observo al inconsciente hombre en la camilla del hospital y como se sentiría besarle. Mary Margaret sacudió la cabeza intentando borrar esas ideas de su mente. Era ridículo.
Nunca en su vida habia visto a ese hombre.
