[SPOILERS AQUÍ: Recuerdo que el fic contiene Spoilers de la 3º temporada, aunque nada nuevo que no se sepa ya.]
Hola a todos de nuevo!
Con los nuevos capítulos de la 3º temporada me surgió una duda... ¿Quién fue el que le enseñó a bailar a John?
La respuesta creo que está clara pero... ¿Cómo fue? ¿Y si hubiera pasado algo de por medio se hubiesen casado?
El enlace se encontraba cerca, y John caminaba de un lado a otro confuso y nervioso, el piso se quedaba pequeño para las vueltas que daba por toda la estancia ante los ojos vigilantes de Sherlock.
- John, para.- Dijo súbitamente cansado de verlo parlotear sin sentido alguno sin parar.
- ¡¿Pero qué haré?! ¡Voy a hacer el ridículo!- Vociferó a Sherlock pensando que de un momento a otro hiperventilaría.
- Para empezar podrías pedirle a alguien ayuda o dar clases.- Propuso pasando la hoja del libro policíaco de Agatha Christie que sostenía con cautela, sí, no tenía ningún caso al que dedicar su tiempo.
- ¿Pero a…?- No le dio tiempo a terminar.
- A mí.- Respondió sabiendo cuál sería la siguiente pregunta, demasiado predecible.- Y ante esa cara te recordaré, lo que odio las preguntas evidentes.- Le recordó viendo su desconcierto levantando una mano como advertencia.
- ¡¿A ti?!- No pudo evitar dejar escapar.
- Como no.- Se quejó golpeando con el brazo y la mano violentamente contra su costado y su cadera dejando caer el brazo, ese John…
- Lo siento, lo siento…- Pidió perdón mirándolo, aún algo inquieto.- ¿Sabes bailar?- Preguntó viendo la ceja alzada como respuesta a lo "Las preguntas obvias John, si te dije a mi será que sé ¿no?- ¿Cómo es que sabes bailar?
- El por qué no importa.- Se escabulló elegantemente de tener que dar una explicación acerca de lo que no quería ni decir ni hablar.- ¿Quieres aprender o no?
- Eh… Sí, claro.- Dudó al principio de las dotes bailarinas de alguien que, por lo que sabía, apenas habrá pisado un pub si no era por motivos imperiosos de trabajo.
- Bien, vamos.- Sonrió levemente cogiendo su portátil y algún paso doble, ya preparado, en Internet, bajo una atenta mirada que aún dudaba, ¿lo tendría ya preparado porque sabía que le pediría indirectamente ayuda sobre qué hacer?
La música comenzó a sonar desde un principio, dejando que el rubio escuchase la canción y se quedase con ella mientras el detective, conociéndola bien, disfrutaba de ello.
- Empecemos.- Indicó el moreno acercándose a John.- Como tú serás el marido, yo haré en este caso de Mary.- Comentó colocando su mano en el hombro y guiando la de John hacia su cintura, para juntar ambas manos restantes con los brazos extendidos y las miradas fijas.
- Esto es ridículo.- Susurró el rubio mientras sus mejillas comenzaban a pintarse inexplicablemente y se separó azorado. - No pienso bailar contigo así.- Revindicó recuperando el ritmo de sus latidos, maldito Sherlock…
- Vamos John, es solo un ensayo por amor de Dios.- Se sorprendió dramatizando con las manos por el lato dando vueltas para quedarse a espaldas de él.- No querrás hacer el ridículo, ¿no?
- Ven aquí.- Le exigió automáticamente apretando la mandíbula, debía de aprender o sería el hazme reír y pondría en evidencia a Mary, pero… diablos, no había otro profesor que Sherlock… ¿lo habría? Estaba claro que tan precipitadamente claramente no.
La música comenzó a sonar y Sherlock tomó su posición en John con tanta elegancia y estilo que el rubio se sorprendió de sobremanera, parecería que lo hiciese siempre… Y con tanta delicadeza…
- Mueve tus pies John.- Le indicó un poco más duramente pero sin perder esa elegancia que ahora desprendía ante él, y obedeció.
Trataba de seguir todas las indicaciones: "No, es el pie derecho.", "Acompaña el cuerpo.", "un poco de más ritmo por dios.", "¿Y tú eres el doctor amor?"… -entre muchas otras-, pero le resultaba tan difícil que, o se centraba en seguir a Sherlock parcialmente, a sus indicaciones y no pisarle, o en no ponerse más nervioso aún por él y esa mirada que si ya le daba escalofríos, tan cerca era insoportable y sí, tenía que mirarle fijamente.
- Eres una persona torpe.- Se quejó de él separándose y poniendo de nuevo la canción al recibir una cara ligeramente sonrojada de pocos amigos.
- Oh, ahora soy yo.- Trató de defenderse aunque sabía que lo había empeorado todo.
- ¿Ah sí?- Alzó una ceja cruzándose por su cara una expresión de idea y venganza alegre que le heló la sangre, ¿y si huía?- Ahora verás.
Se acercó como un lince a John cogiéndolo de una mano y entrelazando sus dedos con gran rapidez, lo tomó de la cintura obligándolo a hacer de su mujer tomándolo del hombro.
- Esto es de loco.- Quiso separarse ante tanto flujo de sangre y tantas cosas a las que no estaba acostumbrado.
Sherlock comenzó a moverse d forma suelta y sutil arrastrándolo tras de sí en lentos y rápidos giros, en tramos de miradas serias y fijas que Sherlock disfrutaba y John trataba de descifrar qué veía en aquellos ojos, en el carmín que pintó sus mejillas por último, el moreno obligó al doctor a echarse hacia atrás y dejarse que lo sostuviera, y aún con miedo, lo dejó hacer, disfrutando de ello realmente ya que daba gusto bailar con él, aunque jamás lo admitiría, la cercanía de sus miradas era demasiado cerca como para admitirlo.
- Vaya, deberías ser tú la mujer.- Comenzó a reírse aún poniéndolo en su posición normal y recuperando el aliento.- y yo el marido por supuesto.- Siguió con la broma orgulloso y presumiendo de sus dotes de baile.
Quizás esa imagen se había ido a su cabeza, y por ello se le había erizado el pelo de la nuca, quizás si se molestaba, Sherlock se interesaría más, quizás si lo dejase pasar, le seguiría interesando por ello. Se limitó a poner cara de indignación y pocos amigos omitiendo contrataque alguno a esa risa sonora.
- ¿Qué tal el baile?- Preguntó ahora de nuevo tan serio como siempre.
- Es impresionante, ¿dónde aprendiste a bailar?- Lo alagó queriendo saber de él.
- Don natural.- Susurró altanero como si fuera un secreto aunque acabó esbozando una tenue sonrisilla que torció la de John.
Realmente no veía a Sherlock tomando clases de baile, si no dándolas fuese como fuese, ¿le gustaría bailar y se habría dedicado a aprender por su cuenta? Él y los misterios de su persona.
- ¿Querrás que te siga enseñando?- Preguntó cerrando el ordenador pensando ya en otro día para seguir si él no proponía uno fijo.
- Sí, claro, mañana mismo.- Respondió rápidamente sin quererlo dejar a opción o en el aire, lo que casi provocó una sonrisa en el moreno, pero la contuvo sin pensarlo si quiera.
- Mañana por la tarde.- Especificó sentándose de nuevo con el libro, qué bien le había venido, era siempre una excusa perfecta la de mínimamente tener que bailar, y no se iba a mentir, le había gustado hacerlo con John, era bastante gracioso ver mientras su cara, aunque él jamás lo diría en voz alta tampoco.
La tarde, noche y mañana transcurrieron tan usualmente para Sherlock que el aburrimiento ya le parecía normal, Lestrade no tenía ningún caso para él y ya no le quedaban más libros, sin embargo, John no pasó una buena noche que se dijese, y no entendía el por qué no había podido dormirse esa noche, nervios pre-boda serían…
Y hasta aquí el primer capítulo!
Espero que os haya gustado y si es así me dejéis alguna opinión para saber si os va gustando y tal...
Un saludo y subiré actualización cada pocos días! ^^
