Bueno es la primera vez que escribo nada espero ir mejorando con el tiempo la historia no se ni yo mismo como se desarollara aunque tengo unas ligeras ideas xD pero poca cosa con lo que tengo no lleno ni 2 capitulos pero aun asi espero hacerla larga siempre que no se vuelva una mierda infumable pero eso ya se vera de todos modos esto lo he escrito en un rato y sin pensarlo mucho, y me a kedao bastante largo los demás serán parecidos. O eso espero y weno las actualizaciones no se como irananomejor me da un dia y me escribo un capitulo como hoy k me tiro una semana sin escribir nada, weno va paro ya de escribir aki k sino va a acabar mas largo que la historia en si .

Capitulo 1: Un dia, no tan malo en Privet Drive…

Hace poco concluyo un nuevo año escolar, eso no será nada nuevo para la mayoría de los adolescentes, pero si algo tenia nuestro protagonista, es que no se le podía calificar igual que a los demás, ni entre los de su clase, aunque era un mago como todos sus compañeros de colegio, le perseguía su pasado uno en el que por culpa del mayor mago tenebroso, todos le miraban como el gran salvador del mundo mágico.

Y aunque en cierto modo se puede decir que así fue, pues gracias a él se habían vivido unos años en los cual reinaba la paz, su héroe el gran "Harry James Potter" tenía una vida vacía, con poco mas de 1 año de edad se quedo sin padres, con una familia que no lo quería –salvo quizás para hacer las tareas de la casa- y con un destino casi imposible.

Desde su llegada no parecía el joven que se fue, aunque no estaba mal físicamente, sino quizás todo lo contrario se notaba que en este año había crecido un poco y por supuesto todo su entrenamiento en el equipo de quidditch le había ayudado, pero aun con eso se podría decir que estaba vacío, tras la reciente muerte de su padrino su mundo se había desmoronado ya no solo se quedo sin padres, sino que gracias a su ingenuidad fue engañado y este también perdió la vida. Ahora sin "su" familia toda la esperanza que tenia de llevar una vida normal se estaba esfumando y eso se le notaba pocas veces decía más de tres palabras y su mirada siempre cálida y esperanzadora gracias a sus deslumbrantes ojos verdes, estaba ahora completamente decaída teniendo un tono muy apagado casi desesperado…

¿Tendría que morir alguien más por su culpa? – se preguntaba el chico mientras una nueva lagrima caía de su mejilla- no paraba de repetirse lo mismo una y otra vez llevaba ya llevaba casi 5 semanas en el numero de 4 de Privet Drive y hasta su tía Petunia, se preocupaba de su actitud, no es que le importara mucho y más después de la "amable" advertencia que le dieron hace poco en la estación de King Cross, pero su estado de ánimo se contagiaba a su jardín, el cual Harry se encargaba de cuidar, y al que quizás después de su adorable hijo Duddy, era lo que más le importaba pues lo único le gustaba aparte de espiar a los vecinos era presumir de tener el "mejor jardín particular" de todo Little Whinging.

Estaba todo lo tranquilo que se puede estar en una situación así cuando de repente un grito proveniente de la cocina lo hizo despertarse.

-QUIERES BAJAR YA MUCHACHO! NO TENGO TODO EL DIA – grito petunia.

-Ya voy- contesto con desgana.

Aunque no tenía ningunas ganas se puso una camiseta vieja de su primo y se dispuso a bajar

-Ya era hora como bien sabes tienes que arreglar el jardín coge todo lo que necesitas y venga fuera a trabajar o esta noche no cenaras –le dijo petunia mientras una pequeña sonrisa se dibujaba en su cara.

-Oks voy… -se estaba acercando al armario para coger todo los útiles cuando de repente se abrió la puerta de la cocina de nuevo y entro Vernom-

-VENGA niño date prisa en sacar las cosas que algunos tenemos cosas que hacer y quiero cerrar la casa ya – exclamo con una mirada de desprecio- Petunia, cariño estas ya lista para irnos?

-A si si ya estoy arreglada y he preparado también un pequeño almuerzo por si a Duddy le entra hambre de camino.

-Perdona tía- dijo Harry- ¿Es que vais a salir?

-A TI, que te importa, lo que vallamos a hacer ni que fueras parte de la familia- gruño Vernom- Pero si vamos a un parque de atracciones con tu primo y sus amigos –Harry pensó que no se lo decía porque lo pregunto. Sino mas bien para que sintiera envidia pero en estos momentos lo que menos quería era ir a divertirse, de hecho no sabría ni siquiera sería capaz de hacerlo-.

-Entonces no hace falta que cerréis la casa yo me quedare aquí puedo cuid…- No fue capaz ni de terminar la frase gracias a la risa de sus tíos-

-Jajajajaja, niño en verdad crees que te dejaría mi casa a tu cuidado NO, tú te saldrás fuera a arreglar el jardín y estarás fuera hasta que volvamos, sino seguro que te sentarías en el sofá y harías el vago pues los de tu "clase" no saben hacer otra cosa, asique venga fuera- le dijo tío Vernom mientras casi lo tiraba de la casa-.

En cualquier otro momento esta actitud quizás le hubiera molestado pero ahora saber que pasaría casi 1 día entero sin rastro de ellos, en cierta medida le alegraba.

En apenas 5 minutos después sus tíos salían de la casa, con una increíble sonrisa en la cara –pues creían que Harry los miraría con ira al verlos marchar sin él a divertirse en la víspera de su cumpleaños- Pero ni mucho menos, simplemente hizo lo mismo que siempre ignorarlos.

Tras más de 3 horas de trabajo ya se estaba acercando la hora de comer y para su desgracia sus tíos se habían "olvidado" de su comida.

Pero en ese momento ocurrió algo que no esperaba desde el final de la calle vio que alguien lo llamaba y era una voz que le era muy familiar hasta el verano pasado creía que era de una vecina normal y corriente, bueno normal lo que se dice normal….normal para una anciana que tenía en su propia casa más de 10 gatos.

Pero hace poco tras el ataque que sufrió, por culpa de la "Inquisidora" Dolores Umbridge, que mando contra él y su primo a un par de Dementores, se entero de que en realidad era un squib que lo vigilaba por orden de Dumbledore.

-Sra. Figg, que hace aquí? –pregunto Harry.

-A Harry, bueno me he enterado que tus tíos te han dejado aquí y no volverán hasta tarde por lo que me preguntaba si querrías venir a hacerle compañía en la comida a una anciana –dijo en un tono dulce, que casi negaba cualquier replica.

-Si, claro de hecho ahora mismo estaba pensado en que no tenía nada para comer, pero una pregunta como sabia que mis tíos me habían dejado fuera de la casa? – Por más que lo pensaba estaba seguro de no haberla visto antes y el cómo se había enterado era todo un misterio-.

- Je je je, eso Harry son trucos de una vieja squib, pero venga vamos a comer después ya charlaremos que seguro después de arreglar todo esto has de tener hambre. –Harry sin mas recogió las herramientas y se encamino con la anciana hacia su casa, pensando en las palabras que le dijo y lo mucho que le recordó en ese momento a la forma de hablar de Dumbledore-.

Tras un corto viaje llegaron a la casa, y como todo buen invitado ayudo a poner la mesa, para su suerte la Sra. Figg era una cocinera muy buena, no tanto como los elfos domésticos de Hogwarts, pero sin duda era la mejor comida que había probado fuera del colegio quizás solo comparable a la que se tomaba en "La Madriguera" pero en ese caso la Sra. Weasley la realizaba con la ayuda de la magia, asique no es lo mismo.

Una vez que los dos terminaron de comer y recogieron la mesa, se sentaron en la salita como pudieron, para suerte de Harry esta vez no tuvo que ver de nuevo el aburrido álbum de fotos lleno de gatos, sino que tuvo una conversación bastante interesante.

-Ya sé que lo pregunte antes, pero como supo lo de mis tíos Sra. Figg -Pregunto Harry se notaba que no había parado de pensarlo-.

-Veo que te interesa he muchacho.

-Por favor, llámeme Harry – interrumpió este-.

-Claro, claro, perdona, del mismo modo tu puedes llamarme Arabella si quieres, aunque es muy largo y no me gusta mucho mejor dime Figg, pero sin lo de Sra. Qué sino parezco una vieja y no lo soy tanto verdad – dijo con una sonrisa en su cara-.

-Jajaja, por supuesto que no Sra. Figg –contesto Harry con una sonrisa picara.

-Bien, bien por lo que veo estas bastante mejor de lo que pensaba¿Cómo llevas el asunto de tu padrino Harry?- tras esas palabras la penumbra cubrió de nuevo la cara del chico, cosa que la mujer se dio cuenta al instante- Por lo que veo no muy bien, será mejor que dejemos ese tema por ahora, solo te diré que ni tus amigos ni nadie de la orden te escribió por orden de Dumbledore, el quería que tuvieras un tiempo para pensar.

-Si me lo imagine de hecho yo le dije en su despacho que tenía muchas sobre las que meditar y este tiempo me ha venido muy bien.

-Me alegro aunque como espero que sabrás ni tus amigos, podrían resistirse a mandarte una carta por tu cumpleaños asique supongo que mañana si tendrás noticas, también se que pronto te sacaran de la casa de tus tíos pero no me preguntes cuando por qué no eso ya no lo sé supongo que tendrás mas información mañana.

-Ya? Tan pronto? – Una sonrisa se dibujo en la cara del chico- Eso si que es una buena noticia.

-Bueno y ahora ya aclarados esos puntos será mejor que conteste a tu pregunta pude saber lo de tus tíos gracias al Sr. Tibbles.

-Sr. Tibbles? Quién es? Su marido? –Pregunto Harry más confuso si cabe Harry aunque estaba casi seguro de que Arabella, no estaba casada-.

-No no, aun estoy soltera por si es eso lo que te preocupa, Tibbles es mi gato bueno uno de ellos, aunque aun así tampoco es correcto del todo es un Kneazle, es el único puro que tengo los demás son mezclados con gatos, por lo que su poder aunque lo tienen es menor, sino recuerdo mal tu compañera Hermione tiene que es mezclado, no?

-Si, se llama Crookshank y cada vez que lo veo me arrepiento de las veces que evite que se comiera a la rata de ron, siempre ha sido un gato muy bueno juzgando a la gente.

-Por lo que veo no sabes mucho de los Kneazle, pues la parte que tú dices de juzgar a la gente es la parte mágica que pertenece a este y no al gato, solo se mezcla con estos para que los muggles no los vean extraños aunque disminuye su poder. Todos los que ves aquí están mezclados menos Tibbles y la verdad es que me costó mucho conseguirlo si no hubiera sido por Dumbledore no lo tendría pues se necesita una licencia especial del Ministerio.

-Y eso que se necesita una licencia?-pregunto Harry interesado.

-Es porque están protegidos no quedan muchos y tienen unas capacidades un tanto extrañas pues como tu bien has comentado tienen el poder de detectar la forma de ser de las personas el Sr. Tibbles me puede decir más de una persona con mirarla de lo que aprendería de ella en meses y cómo puedes comprender esto podría ser peligroso en según qué manos.

-Perdone Figg, pero ha dicho que le puede decir?, que yo sepa los Kneazle no hablan. –Dijo Harry más confuso aunque la amable anciana le contestaba preguntas a él cada vez le surgían más preguntas-.

-Si bueno eso se debe a un pacto mágico, que se crea entre la mascota y el dueño, yo aunque sea una squib con la ayuda de Dumbledore tengo uno con Tibbles, por lo que puede hablar conmigo mentalmente, esto como es lógico no se puede hacer con todas las criaturas mágicas que yo sepa es solo con los Kneazle y los Fénix pero quizás haya más, no te lo sabría decir.

-Entonces por eso el Fénix de Dumbledore, que esta tan unido a él también tiene un pacto mágico como tu, nunca se me había ocurrido preguntárselo.

-Si es lo mismo aunque el suyo supongo que será uno más fuerte, pues el pacto se hace principalmente con la sangre del dueño, la mascota le muerde en el dedo corazón y al tocar la sangre el cuerpo del ser mágico se crea un vinculo que une a los dos. Pero bueno Harry, son las 20:30 y es hora de que vayas para casa de tus tíos, no vaya a ser que se preocupen.

-Preocuparse? De mi? No creo… como mucho de la regadera y las tijeras de podar, pero en verdad si es muy tarde será mejor que me valla para allí, no quiero escuchar otra bronca sin sentido, aunque lo más seguro es lo que acabe haciendolo de todos modos. Adiós Sra. Figg.

-Harry – Si? Contesto – Felicidades por tu 16 cumpleaños, aunque aun no sea.

-Gracias -contesto el aunque no con mucha motivación, pero si con una fingida sonrisa-.

De camino al Nº4, se dio cuenta de que el coche ya estaba en el porche por lo que sus tíos ya deberían de estar dentro. Toco a la puerta y cuando abrió la puerta Vernon tenía cara de pocos amigos.

-SE PUEDE SABER DONDE DEMONIOS ESTABAS MUCHACHO, NOSOTROS QUE TE EDUCAMOS, Y TE DAMOS DE COMER TODOS LOS DIAS, VAS Y DEJAS LA CASA SOLA PARA QUE NOS HUBIERAN ROBADO!!!

-Pero si estaba cerrada como iban a entrar-contesto Harry molesto-

-CALLA!! MALEDUCADO, A TU HABITACION, ESTAS CASTIGADO Y POR SUPUESTO SIN CENA.

-Como quieras…-Prefirió no contestar total no serviría de nada y al fin y al cabo si lo que decía Arabella era verdad pronto vendrían a por él, solo esperaba ir a la madriguera y no a Grimmauld Place, ese era el único lugar al que no quería volver, prefería arreglar el Nº4 de Privet Drive y eso ya era mucho decir-.

Una vez en su habitación se tumbo en su cama y acabo pensando en lo que menos quería en esos momentos la famosa profecía en su cabeza no hacían más que repetirse las mismas palabras…

CUANDO EL SÉPTIMO MES MUERE...LO MARCARÁ COMO SU IGUAL... UN PODER QUE EL SEÑOR DE LAS TINIEBLAS NO CONOCE

Y por si eso fuera poco también estaba el final de la profecía que por suerte no conocía L. Voldemort, sino será mucho peor para él…

Y UNO DE ELLOS DEBERÁ MORIR A MANOS DEL OTRO, PUES NINGUNO PODRÁ VIVIR MIENTRAS EL OTRO SIGA CON VIDA.

Pensando en esas palabras se quedo durmiendo hasta que a poco más de las 3 de la mañana un sonido en su ventana lo despertó cuando se levanto a ver lo que era se quedo un poco sorprendido en casi 5 semanas no había tenido noticias del mundo mágico y ahora tenía nada más y nada menos que 9 lechuzas esperándole, sin más abrió la venta y las dejo pasar sin duda ese sería un buen día ala menos se enteraría de cómo esta su mundo y sobre todo cuando irían a sacarlo de esa casa.