DISCLAIMER:

Los personajes de Naruto no son de mi autoría son de Masashi Kishimoto, Solo unos cuantos me pertenecen, la historia es completamente mía.

CAPITULO 1. LA PROFECÍA.

Cuenta la leyenda que existieron hace millones de años, ocho dragones en el universo antes de la creación de cualquier forma de vida en algún planeta ellos dominaban cada uno un elemento: dragón rojo el fuego, dragón azul el agua; dragón café la tierra; dragón gris el aire; dragón amarillo el rayo, dragón blanco la luz, el dragón negro la oscuridad, y por último el dragón dorado el portador de las virtudes, los valores, sentimientos y el dragón de la creación. Estos míticos seres su objetivo era el de poblar el universo, se la pasaban viajando creando planetas, galaxias, habitantes, animales, una vez cumplido, volvían a emprender el viaje hacia sus siguientes creaciones

La Galaxia Virgo-A, la última galaxia creada, crearon más de 15 planetas entre los que destacaban tres principalmente, eran los más grandes, brillantes y hermosos, una vez poblados los planetas pequeños, pasaron a los más grandes, sin embargo al llegar al planeta más grande de los tres y el último, tras estar en el dos días, el dragón negro enfureció y se revelo comenzando a destruir su progreso, los demás dragones intentaron detenerlo, lo cual fue en vano pues en un descuido el dragon negro convenció al dragón rojo y al amarillo unírsele.

Los dragones combatieron por tres días hasta que decidieron fusionarse, ya que la ventaja era clara pero los ocho dragones estaban demasiado exhaustos y utilizando sus últimas fuerzas y poderes. El dragón negro se fusiono con los dragones rojo y amarillo, dando origen al Dragón de la Muerte; los otros dragones también hicieron lo mismo uniéndose los dragones blanco, azul, café y gris con el dragón dorado del cual surgió el Dragón de La vida.

El Dragón de la Vida era un gran Dragón de un exquisito tono blanquecino dorado, que irradiaba luz, paz y tranquilidad de un tono de ojos Violetas, por el contrario el Dragón de la Muerte era de un tono tan profundamente negro, que con tan solo verlo provocaba miedo y desesperación dando un inmenso toque siniestro, sus ojos de un anaranjado tan penetrante.

Casi a punto de morir los dos grandes dragones, dieron vida en su pelea a su última Creación, con sus últimos esfuerzos el Dragón de la vida encerraron al Dragón de la Muerte en el sur del planeta, y después él se fue a descansar a la montaña más alta de aquel lugar desde ese lugar podía ver el sitio donde se encontraba su compañero. Ambos dragones cerraron para siempre sus ojos en aquellos lugares, en el lugar del Dragón de la Muerte se creó un templo, para asegurar el bienestar del reino, y la sacerdotisa que cuidaba el lugar era elegida en determinado tiempo por el mismo templo. En la montaña donde descansa el Dragón de la Vida fue llamada la montaña Kiookai y ahí fue encontrado un oráculo que mostraba el destino de las personas, ahí solo creció una especie de campo con cientos de flores de distintas formas, las cuales formaban una especie de cueva, protegiendo al oráculo.

Se dice que el oráculo la primera vez que fue usado mostro aquella feroz batalla, no sólo eso sino que también mostro como iba a llegar un ser capaz de dominar grandes poderes, él llegaría a establecer el orden perdido en el universo.

La leyenda se esparcio por cada rincón del universo, pero al pasar de los años todo se fue quedando en el olvido.

1000 años después

En el universo es tan grande lleno de majestuosidades, en la Galaxia M87 o conocida como "Galaxia Virgo-A" entre todos los planetas tres principalmente de ellos Kuromi, Blour y Wakthion ocupando respectivamente el nivel de dominación, en cada planeta habita una familia real que controla todo el planeta, y son conocidos por sus extraordinarios poderes.

En Kuromi habita la familia real Vriek, el Rey Souta Vriek un hombre lleno de Gran valor e ímpetu, que infunde respeto con tan solo verlo, el dedica su vida a su reino, los Vriek son conocidos por creer que son provenientes de los poderes de los dos Grandes Dragones el de La vida y La muerte, son personas de gran poder respetados en todo el universo.

El Rey Souta un hombre de un cabello Rubio claro y unos ojos azul marino, tez blanca, de complexión musculosa, y de 1.80 m. de alto y de 29 años de edad pero aparentaba unos 23, estaba en una de las zonas del jardín de su enorme palacio, específicamente en una zona planeada rigurosamente para ser un campo de entrenamiento y aguantar los más poderosos ataques.

-Kumiko concéntrate

Ordeno fríamente y con su voz Grave mirando fijamente a la persona que se encontraba de rodillas en el suelo jadeando de cansancio.

Una pequeña de niña de cabellos rosa claro llegándole hasta la cadera, amarrado en una fina coleta, se encontraba arrodillada en el suelo, con las manos apoyadas a escasos centímetros de sus piernas, respiraba con demasiada dificultad, contaba con escasos 6 años de edad, era de tez blanca y unos hermosos ojos jade, su complexión era delgada, ¿Quién era ella?, ella era la princesa Kumiko Vriek, hija única del Rey Souta y su esposa.

-Padre, mi cu-cuerpo me quema, ya no puedo.

Su voz era débil y seguía en el suelo

-¡CALLATE Y LEVANTATE!

Su voz era dura, era su hija, pero no permitiría que fracasará por eso era demasiado rudo.

-¡ERES LA ÚNICA QUE PUEDE HACER ESTO!... ¡LEVANTATE DE UNA BUENA VEZ!

Había algo que hacía que esa niña fuera diferente de las demás y no era el hecho de que fuera la princesa descendiente de uno de los más poderosos clanes, sino que la profecía se había cumplido, ella era la tan esperada Guardiana.

-Como ordene padre

Pronuncio levemente Kumiko para comenzar a elevarse y ponerse de pie, con gran dificultad, sentía que su cuerpo ya no le respondía.

-Bien, ahora prosigue

Relajo el semblante después de ver que su hija continuaba con el entrenamiento.

Kumiko no contesto simplemente volvió a elevarse a unos 2000 metros del suelo, y estiro sus brazos a los lados, para después en un rápido movimiento unirlos frente a su pecho como si atrapara algo y ponerse en una posición fetal, cerrando los ojos y la brisa del aire meneando su cabello.

Después de 5 minutos en esa posición, una especie de fuego comenzó a rodearla, se mantuvo así un minuto más, y una vez que el fuego la rodeo por completo, comenzó lentamente a romper su posición estirando primero sus piernas, después levantando la cabeza, para por ultimo estirar sus brazos frente su pecho, y en sus manos que se mantenían cerradas, fue abriéndolas lentamente hasta que en ellas apareció otra llama de fuego en forma de estrella.

-Bien Kumiko, ahora activa el modo Dragón, y junto con el después activas el Ryunnegan

Su voz sonaba complacida al notar que lo estaba haciendo perfectamente.

Abrió lentamente los ojos permitiendo ver sus ojos Jade que se iban tornando un color Aguamarina, la pupila se le hacía delgada y ancha como la de un dragón y su cabello se hizo de una tonalidad lila casi blanco, al completar la transformación, sus ojos de nuevo comenzaron a cambiar esta vez pasaron a un tono azul turquesa regresando la pupila a su forma de circulo pero completamente dilatada y con el centro otra especie de pupila en formando la de un dragón.

-Perfecto

El rey se elevo quedando unos 100 metros de distancia de ella.

-Ahora ese poder a través de tus ojos se lo lances a tu enemigo, hazlo con este clon

Al terminar de mencionar eso estiro su mano e hizo aparecer un clon exacto de una persona. Sin más poso su vista frente al clon que está a unos 30 metros de distancia de ella, con el Ryunnegan podía escanear perfectamente el cuerpo de su oponente. Comenzó a centrarse en el corazón de su oponente, lentamente absorbió la llama que estaba en sus manos, por sus ojos podía verse salir pequeñas hilitos de fuego que comenzaron a penetrar en los ojos del clon, poco fue transfiriendo todo ese ataque hasta que al final el fuego había llegado al corazón el cual en menos de un minuto ya no había nada de él.

El clon cayó abruptamente al suelo muerto, ella ya no pudo más sentía su cuerpo muy pesado, los ojos le dolían, el cuerpo le quemaba, no podía respirar, se sintió desvanecer, la transformación había desaparecido, y sus ojos habían vuelto a la normalidad.

Estaba cayendo rápidamente contra el piso inconsciente, pero en el aire unos brazos la agarraron evitando que se golpeara de tal manera.

-Padre

Su voz parecía un leve susurro aún así pudo ser escuchada por el.

-Lo has hecho bien Kumiko

Su padre relajo el semblante notando como su hija caía desmayada producto del cansancio.

-Lo has hecho muy bien mi pequeña, estoy orgulloso de ti, lo lograste antes de lo que creía-

Sus últimas palabras se las llevo el viento, ella ya no lo escuchaba y él lo sabía, la noche comenzaba a aparecer. Voló de regreso al palacio donde le entrego a su hija a uno de los sirvientes y él se retiró a ver a su amada esposa.