Kevin miro fascinado el escaparate de la tienda

- Sin recargar las manos – gruño el dependiste mientras lo reprimía por recargarse más de la cuenta, en realidad ni si quiera se había dado cuenta de cuando había recargado su cuerpo sobre la vitrina de exhibición

Miro de nueva cuenta la figura finamente detallada de Dart Sidious, y se lamento el día que había gastado sus ahorros en esa estúpida bicicleta nueva, salió del gamers con la cabeza baja, odiaba no poderse comprar la figurita que tanto le había gustado, y más a un que era la que en realidad necesitaba para terminar su colección de acólitos sith, de que serbia tener a Dart Maul, Dart Vader y Dart Tyranus si no tenias al más grande sith de la saga

Camino por el viejo centro de la ciudad de South Park, odiaba no poder trabajar en algo, la preparatoria en realidad no le quitaba mucho tiempo, las clases eran demandantes, pero su promedio general se mantenía en un saludable ocho punto y algo, lo cual era bastante bueno en si

En realidad lo que necesitaba era pasta, dado que sin pasta no había nada que él pudiera hacer para conseguir lo que tanto ansiaba, incluso entre sus tribulaciones no pudo ver ni por dónde diablos caminaba hasta que sintió un fuerte golpe en su cabeza

- Achu, mierda fíjate por dónde vas imbécil hijo de la chingada – gruño mientras se sobaba la cabeza ante el fuerte golpe

- ¿Qué fue lo que dijisteis jovencito? – replico una fuerte voz femenina

- Oh, dijo yo, eh lo ciento señora Marsh, creo que la confundí con alguien más - - deje que le ayude a levantar sus compras – mascullo el chico algo apenado, por el hecho de haber derribado a una señora, y más a un por haberle mentado la madre , si su progenitora se enteraba de lo sucedido, la regañada que le iba a dar seria apocalíptica – listo aquí tiene – repuso el chico mientras cargaba la bolsa, la cual en esos momentos notaba que si pesaba algo – que le parece si la ayudo a cargar sus compras hasta su casa – replico el chico servicialmente

- Esta bien, aun que todavía no se si decirle a tu madre sobre tu vocabulario –

- Eh no podríamos olvidarnos de ese penoso asunto – dijo el chico algo nervioso

- Creo que podemos llegar a un acuerdo si tú estás de acuerdo –

El chico termino de barrer las hojas del jardín de los marchas más rápido de lo que pensaba, aun que a decir verdad fue más trabajo de lo que parecía al principio

- Veo que ya terminasteis – repuso una voz detrás de el

- Ah señor Marsh si ya termine – exclamo el chico algo sofocado

- ¿Limonada? –

- Claro –

La vieja banca del patio trasero era un lugar bastante tranquilo y tenía una linda vista solo levemente obstaculizada por la vieja casa del árbol, del hijo más joven de la familia, el cual en esos momentos ya no vivía con sus padres

- ¿Y cómo está Stan? – pregunto el chico dejando su vaso sobre la charola

- Bien, bien, aun que me comenta que Bolonia no es como el la imagino – exclamo el dueño de la casa – a decir verdad nunca me imagine que mi hijo terminara cursando un año de introducción en derecho, en una de las universidades más antiguas del mundo – enfatizo el único científico del pueblo

- ¿Y de su pierna como se siente? - dijo el azabache algo sonrojado ante el solo hecho de recordar a su amigo, no es que Stan y el fueran muy cercanos, prácticamente solamente se juntaban para jugar beisbol, o esquiar y en los últimos años por que junto con Craig habían formado en equipo de relevos de la preparatoria en la sección de ciclismo, el cual a un que seguía funcionando ahora con Craig como capitán y Token como nuevo integrante la cosa no era la misma

Y en realidad no era por que Token fuera un mal elemento, si no que Stan había logrado una especie de equilibrio entre la energía competitiva del chico Tucker y su afición por la velocidad y teniendo en cuenta la planeación del chico Marsh el equipo había cosechado algunos premios a nivel local y estatal, y justo en el momento en que planeaban competir a nivel nacional, el capitán de su equipo había ganado ese premio que prácticamente decapitaba al equipo en un momento tan critico

- Pues me sigue doliendo un poco, pero ya ves lo que pasa por intentar componer esa maldita antena satelital, todo porque esa estúpida ventisca de hace dos meses nos las des configuro –

- Ah –

Durante un rato nadie dijo nada tan solo miraron el atardecer mientras una ligera brisa enfriaba el aire a un ambiente más invernal - Sabes ya estoy algo mayor - exclamo - y Sharon y yo no tenemos nadie que nos ayude en las labores más pesadas de la casa – dijo Randy sonriendo – me gusto como dejasteis el patio tan limpio, y como puedes ver hace falta podar los arbustos pintar la cochera y reparar el tejado, y a mi edad y mas a un con la pierna rota dudo que pueda hacer algo, y Sharon ni loco lo haría, si estuviera Stan es lógico que él se encargaría de todo pero dado que no está me veo en la obligación de buscar un ayudante que dices Kevin nos harías el favor de ayudarnos claro que te pagaremos por tus servicios

El chico sonrió levemente en realidad parecía que sus suplicas serian escuchadas, no podía creérselo, quizás los Marsh no pudieran pagarle una millonada, pero mínimo le darían un poco de pasta y si a eso le sumaban lo que pudiera ahorrar y si conseguía algo parecido como barrer hojas o quitar la nieve en invierno incluso repararía un tejado por su maestro

- Por su puesto – exclamo con una sonrisa, mientras estrechaba la mano de su nuevo patrón, después de todo pronto podría tener en sus manos a un verdadero señor de los Sith