-Yao ¿Odias a Arthur?- Había llegado hasta la entrada de la cocina, descalzo, seria normal en su antigua casa, pero en ese apartamento y con ese tipo de vida, ya se habían acostumbrado a usar los zapatos dentro.
-¿Que? ¿Y donde están tus zapatos? Espera, estoy usando aceite no entres aquí aru-
Kiku, hizo caso a su hermano, siempre le hacia caso, ni una vez lo a desobedecido y esa era la misma razón por la que había decidido hablar con el en ese momento -¿Odias a Arthur?-
-¿Porque preguntas eso aru?-
-Te gustaría que Arthur dejara de visitarme?-
-Claro que no, el hace las cosas mucho mas fáciles para mi, no tengo que pagarle y viene todos los días a cuidarte, aunque si tuviera como pagarle a alguna enfermera, no dudaría en decirle que no es necesario que venga de nuevo-
-Ya veo- La idea de que a su hermano no le agradaba parecía clara, regreso a la sala y tomo uno de sus libros. Su hermano se pregunto porque rayos le había echo esa pregunta, pero tenia mas cosas de que preocuparse en ese momento.
El olor de la comida inundaba la casa, Kiku sabia que seguramente era pollo. Yao estaba apresurado, solo tenia 20 minutos para llegar a su trabajo, si salía en ese momento podría llegar a tiempo -¿Apropósito, donde esta el? Ya debería haber llegado aru- Kiku cerro su libro al oír el timbre de la puerta -Ya voy- Su hermano se apresuro.
-Lamento la demora, tenia algo que hacer- Kiku los escuchaba desde la sala y sonrío ligeramente.
-Esta bien aru, debo irme ya, pero la comida ya esta lista, guarda por favor las piezas que no cocine y no intentes hacerlas, podrías quemar mi cocina- Arthur entro al tiempo que Yao salía -Cuida bien de Kiku- Inmediatamente reviso la cocina para guardar y lavar los platos que Yao había dejado. Después de haber limpiado todo se dispuso a servir la comida para ambos -No comere mucho, me invitaron a almorzar y por eso llegue un poco tarde-
-Esta bien- Kiku le respondió.
-Toma tu tenedor- alzo la mano para que se lo diera, pero Arthur la tomo, coloco el tenedor en la misma y la cerro -y tu vaso esta...-
Kiku lo interrumpió -Esta al lado derecho del plato- Arthur sonrío -Siempre lo pones ahí, no tienes que decirlo- Le irritaba en cierta forma, que el se dispusiera a hacer todo por el -Estoy ciego desde los 10 años Arthur, pero creo que se como usar un tenedor- alzo el cubierto al decir eso.
-Claro-
Al terminar y después de asegurarse que Kiku se cepillara los dientes, volvió a la cocina para lavar los platos. Ese día no pretendía salir a algún lugar, Kiku le dijo que quería quedarse en casa, estaba bien para el ya que pretendía decirle algo importante y lo mejor era quedarse en allí. Tomo el control de la tele y comenzó a cambiar canales hasta encontrar algo que ver. Kiku seguía entretenido con su libro pero alzo el rostro al oír que había dejado de cambiar canales, sonrío al oír el audio.
-¿Esposas desesperadas?-
Arthur se aclaro la garganta -Si, bueno... no hay nada mas en la televisión-
-Pero siempre que enciendes la tele a esta hora ves ese programa-
-¡Muy bien! Me gusta-
Despues de unos minutos, Kiku parecia tener algo en mente -Arthur ¿Te puedo pedir un favor?-
-Claro lo que quieras-
-¿Me dejarías... Tocar tu rostro?-
Arthur se quedo inmóvil un momento y luego comenzó a reír -¡Ahaha! ¡¿En verdad crees que puedes saber como soy de esa forma?-
-¡No te burles! Lo vi una vez en la televisión cuando era niño, solo quiero intentarlo- Arthur desvío la mirada -bien como quieras- se acerco mas a el.
Nerviosamente alzo las manos para colocarlas en su rostro -¡Ahh! ¡Mi ojo!-
-Lo siento lo siento, moví mi mano muy rápido, lo siento- Estaba apenado -Lo siento- volvió a repetir con la cabeza baja.
Arthur suspiro de molestia y tomo sus manos en ese momento -Cerrare los ojos ¿esta bien?- y las guío hasta su rostro, le parecía un poco extraño, se sentía extraño. Kiku asintió con la cabeza y solo con sus dedos recorría su rostro. Arthur comenzó a sentirse incomodo, es decir, ¿A quien rayos se le ocurre? Ese chico debía dejar de guiarse por la ficción. Detuvo sus manos a la altura de sus labios, titubeo un poco antes de pasarla por ellos, había terminado -¿Y... Y bien? Te diste una mejor idea?-
-... no, no en realidad- Estuvo a punto de exclamar un "¡Te lo dije!" -Pero... creo que podré recordar tus cejas... -
-¡Que poca educación! ¡Te pareces a Yao!- No se había dado cuenta, hasta ese momento, de que aun seguía sosteniendo su rostro -Kiku, ya me puedes soltar-
-No quiero-
-...ehh- Sintió que Kiku ponía fuerzas para mover su cabeza -S-Si intentas romperme el cuello...- Con sus pulgares rozo sus labios, lo que lo cayo. Volvió a ejercer fuerza logrando que Arthur cediera, aun con los pulgares colocados sobre sus labios. Solo junto ambos labios, ya que no tenia idea de que seguía una vez que lo hiciera, y lo soltó en un segundo.
-... Uh... Kiku- Arthur se había sonrojado considerablemente, le alegraba que Kiku no pudiera ver eso, pero el otro igualmente se había sonrojado, se había sonrojado mucho.
-Arthur tu me gustas-
-¡¿Ehhhh?- Su reacción había sido mas a sorpresa de que Kiku fuera tan valiente y directo, pero quizá pudo decir eso antes de besarlo...
-¿Que clase de respuesta es esa?- Tomo la almohada en la que se recostaba y la movió en el aire logrando golpearlo en el brazo con ella -Al menos respondeme de manera correcta-
Y le exigía una respuesta ¿Que rayos? -Escucha Kiku- se calmo un poco -Yo... ¿Puedo pensarlo un poco?-
-Debí decirte hasta que te fueras ¿cierto?- Kiku sabia que toda la noche seria incomoda, pero tenia miedo de que Arthur solo le pidiera tiempo para pensarlo para ser amable y no lastimarlo cuando lo rechazara.
Toda la noche fue incomoda, para ambos. Kiku mentalmente se golpeaba por haber echo tal cosa tan pronto, Arthur estaba en blanco, después de la confesión de Kiku, ya no podía decirle lo que quería decirle ¿O si?
Yao entro al departamento, cerca de las 11 de la noche -Ahh~ que cansancio aru- se dirigió a la cocina, Arthur apago la televisión, cuando se había parado del sillón Kiku lo detuvo jalando de su camisa -Arthur... lo que te dije...-
-Mañana... podemos hablar de eso-
-Si-
-Bien... hasta mañana- Ladeo su cuerpo hacia la cocina -Ya me voy Yao-
-Hasta mañana aru, gracias por todo- Justo después salió del lugar.
Yao tomo los restos de comida y la calentó en el horno -¡Ahhh! Me moría de hambre aru- se sentó alado de Kiku en el sillón con el plato en la mano -¿Ya cenaste cierto?-
-Si-
-¿No vas a dormir? En cuando termine de comer iré a tirarme a la cama-
-Ah, si... con permiso- Kiku entro a la única habitación, que compartía con su hermano. Se recostó boca arriba en la cama, nervioso, probablemente no podría dormir esa noche. Ya que en la tarde siguiente, Arthur le diría lo que siente. Fue hasta mucho después de que Yao entrara a la habitación y se recostara en la cama junto a el que por fin pudo conciliar el sueño.
A las 3 de la tarde, Kiku esperaba ansioso, en el sillón, había intentado terminar de leer su libro, pero le era inútil.
-Kiku, me tengo que ir aru, si tocan la puerta pregunta quien es primero aru-
-Claro-
Después de un buen rato, Kiku sentía que habían pasado horas, la puerta de la casa se abrió -Kiku... ¿Donde esta Arthur aru?- Claro que habían pasado horas, Arthur nunca llego.
Después de una semana, Yao tuvo que pedir ayuda a alguien mas.
