Aquí subiré pequeños textos o drabbles que escriba en momentos de aburrimiento, de diferentes parejas y temáticas.

Los personajes son de Kishimoto.

Rating: K

Género: Drama

Pareja: Sasuhina. Leve Naruhina.

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"Ni la ausencia ni el tiempo son nada cuando se ama"

Louis Charles Alfred de Musset

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Azules

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Era el día de su boda. Se casaba. Era feliz. Lo era. Mucho.

Sucia mentira.

Ante la puerta de la iglesia todo en lo que podía pensar era que aquel no era el feliz día que esperaba, porque ante la inminente ceremonia solo podía pensar en que su primer amor, el verdadero, el que creía sería para toda la vida, había desaparecido muchos años antes sin despedirse. Se había ido, sin más.

Ella se había vuelto a enamorar, quería a su futuro marido por eso iba a unirse en matrimonio con él. Había dejado los sentimientos por su primer amor en algún cajón olvidados, pero alguien parecía haber decidido abrirlo aquel día, porque tras años de no pensar en él, lo recordaba ahora. Y dolía.

Cuando iba a entrar en la iglesia e iniciar el paseo hacia el altar donde su futuro marido la estaría esperando, oyó a alguien llamarla. Giró la cabeza y lo vio. El conejo salió de la chistera, como los recuerdos del cajón, el amor de su vida aparecía en su boda. Su boda con otro.

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Él se acercó. Ella le miró a los ojos en silencio.

La abrazó con fuerza y ella permaneció inmóvil, sintiendo ganas de llorar pero incapaz de hacerlo.

Cuando se separaron, él la miró a los ojos fijamente.

_ Te quiero _ le dijo. Era la primera vez que lo hacía. Ella asintió_ Ve.

Le dio un pequeño empujón hacia la puerta de la iglesia, aún cerrada, esperando su entrada triunfal. Ella volvió a mirarlo.

_ Te quiero Sasuke_ extendió la mano para acariciarle. Por última vez.

Él le dedicó una sonrisa de superioridad asintiendo.

_ Lo sé. Pero ahora ve y sé muy feliz Hinata_ le quitó con delicadeza la mano para que ella entrara al fin.

Ella asintió y entró en la sagrada construcción y comenzó a caminar al ritmo de la marcha nupcial mientras sentía que la puerta se cerraba a sus espaldas. Alzó la vista y miró hacia el altar fijando sus ojos en los del novio.

Azules. No negros.

Y nunca una diferencia de color había tenido tanto significado, nunca algo tan insignificante había dolido de esa forma.

Era el día de su boda. Se casaba. Estaba triste. Lo estaba. Mucho.

Demasiado.

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Triste, lo sé. Pero me gusta.

¿Me merezco un review?