Disclaimer: ningún personaje me pertenece. Kishimoto es el dueño absoluto y lo odio por haber matado a mi Itachi-papi-kun; si fueran míos él e Izumi tuvieran una granja y un montón de hijos granjeros.


No al plagio


Al cuba es mejor


Mes SasuSaku día cinco


La aldea siempre esperó ese resultado, por eso no lo tomaron a mal cuando lo dimos a conocer el día que se presentó a Naruto como el nuevo Hokage de Konoha. Pensé que afectaría su reputación, pero no. Podíamos respirar tranquilos sabiendo que éramos libres de vivir nuestro amor.

Nos casamos dos días después de la presentación de Naruto; Sasuke no mostraba nada en su rostro, pero lo conocía bastante bien para saber que estaba feliz, emocionado por esta nueva etapa en la que seríamos partícipes.

—¿En qué piensas, Sakura? —susurró Sasuke desde atrás de mi espalda, atrajo mi cuerpo al suyo y besó mi cuello con parsimonia.

—En nuestra boda —me sinceré—. Me sorprende lo bien que tomaron nuestra relación aunque no sea algo tan normal.

Teníamos cuatro años de casados y nada había cambiado: la aldea estaba más feliz, la pasión en nosotros no se acaba y cada día me sentía más enamorada de… ellos. Sasuke y Naruto eran los amores de mi vida, cada uno muy distinto al otro, pero tan indispensables en mi vida. No sé qué hubiera sido de mi vida si ellos no me amaran como lo hacen.

Sasuke soltó una pequeña risa y acarició mi vientre abultado de cinco meses; no cabía en la felicidad de estar esperando a nuestro segundo hijo. La primera, Sarada, es hija de Sasuke. Aunque Naruto la ama y mima como si fuera su sangre; este pequeño que crece energético dentro de mí es Boruto, hijo de Sasuke. Sasuke ya había llenado la recámara del pequeño con juguetes y una cuna de manera que había construido con sus propias manos.

—Ya pronto llegará Naruto de la Arena. La casa volverá a ser el desastre de siempre con ese dobe de regreso. —Chasqueó la lengua con fastidio; sin embargo, no podía ocultar en su totalidad la emoción en sus palabras al saber que el rubio iba a estar de regreso—. ¡Adiós a la paz!

Me carcajeé con su fingido mal humor. Así era mi familia, era distinta a la de los demás. Teníamos nuestros malos arranques y peleas, pero siempre terminábamos con una bella y apasionada reconciliación de la cual era testigo nuestra habitación matrimonial. Éramos felices los cuatro, cinco con el nuevo integrante y mientras estuviéramos bien, nada ni nadie iba a separarnos.

—¡SASUKE! ¡SAKURA! ¡FAMILA! ¡YA LLEGÓ POR QUIEN LLORABAN, NENES!

Ese grito estruendoso acompañado del azote de la puerta principal dio la obvia señal de quien había llegado. Mi moreno bufó con fastidio y yo me limité a seguir riendo; una sonrisa arrogante y divertida se formó en los labios de Uchiha antes de gritarle a Naruto que se callara de una buena vez y que viniera a saludar a su familia.

Eran mi familia. Empezamos siendo tres y estaba segura de que no nos quedaríamos en cinco.


Creo que es un poco obvio quien inspiró este drabble: Lulufma. Soy sincera al decir que el SasuSakuNaru es algo que me cuesta mucho trabajo aceptar y leer... Pero la bella Lulufma siempre hace que mis barreras contra esta pareja caigan como si fueran simples hojas de papel ante un viento cualquiera.

Eres maravillosa escribiendo sobre estos tres y no me pude resistir en quererte dar un poquito de lo mucho que tú compartes con nosotros. Sé que no me conoces mucho y te preguntarás qué mosca me pico, pero así de rara soy.

Espero y sea de tu agrado y, aunque sea mes SasuSaku, no tiene nada de malo meter a un tercero :3 De todos modos hay SasuSaku, ¿no?

inesUchiha.