NOTA: Haikyuu! Y sus personajes no me pertenecen, si fuera así sería millonaria, pero bueno. Me declaró culpable de amar a esta pareja. Por cierto, este solo es mi primer fic KuroKen, esperen más de mi parte.
No pudo evitarlo, tan pronto aquellos ojos gatunos despejaron su visión de la propia la molestia le invadió rápidamente, tomando la consola del chico y alzandola sobre su cabeza a lo que el menor solo suspiró
-Kuroo, basta..solo un nivel más-susurró el supuesto rubio mientras afilaba un poco más su mirada, clavando aquellas orbes miel en las del chico frente a él
-la ultima vez dijiste lo mismo y te dormiste hasta las 4 de la madrugada-musito algo molesto, rodando los ojos ante el puchero que hacia su pareja-esta bien, esta bien..toma-suspiró y le regreso su consola-solo un nivel más de acuerdo? Si no mañana te quedas en la banca, y no querré excusas..-musito relajandose un poco ante la sonrisa y el beso que le regalaba su pareja, algo que le enternecía bastante
-gracias Kuroo, te prometo que solo uno-musito bastante contento, apresurandose a teclear, perdiendose rápidamente en el juego mientras el mayor se ponía los audifonos, encendía la música en su celular y se acostó a relajarse, disfrutando del momento hasta quedarse medio dormido. Después de algunos minutos sintió algo de pesa extra en su cuerpo a lo que abrió los ojos y suspiró con suavidad al ver a su pareja recargado en su pecho, acariciandole suavemente
-últimamente te cansas más rápido Kuroo, ah pasado algo que te tiene tan desganado?-cuestionó con algo de preocupación en su voz, alzandose un poco para besar sus labios, disfrutando del sabor a menta del enjuage de su novio
-los entrenamientos son más duros, además después de venir aquí y hacer el amor corro a estudiar un poco más, duermo tarde y despierto temprano, más de normal, es todo-musito con suavidad, llevando una de sus manos a acariciar aquellas hebras teñidas de rubio, recibiendo un suave beso como respuesta
-entonces, deberías de dejar de venir aquí..-musito con calma, ganando una mirada seria del pelinegro-dejar de vernos un tiempo fuera de la escuela, tampoco deseo que enfermes y menos que colapses en medio de algún entrenamiento-susurró encogiendose de hombros con calma, notando que la mirada de su pareja se clavaba más en él-bien, no quieres halla tu..-
-Kenma, casi no tenemos tiempo para nosotros en la escuela, no me pidas que deje de verte-musito apegandole a él de la cadera, arrancando un sonrojo por parte del menor-vendré menos si gustas, pero no dejare de hacerlo-
-de igual manera harás lo que quieras Kuroo, no tienes remedio-musito antes de recibir un beso por parte del mayor así que solo se dejo hacer, acurrucandose entre sus brazos mientras este aprovechaba para empezar a pasar sus manos con suavidad por aquel cuerpo menudo.
Tan solo un par de suspiros bastaron para mirarse a los ojos y sonreír, volviendo a fundirse en un beso ansioso y amoroso, propio de la privacidad de aquel par de gatos. Tan pronto el menor de ambos soltó un suave jadeó el contrario ya no pudo resistirse y le apego lo más posible a él, colando sus manos dentro de aquel uniforme rojo propio de Nekoma logrando arrancar esta vez sutiles gemidos de aquel chico, aquellos que tanto le gustaban.
-Kenma, cuando quieras podemos parar, lo sabes-susurró con calma el gato mayor, acariciando esta vez el trasero del menor en un suave masaje
-esta bien, continua-musito con calma, regalandole una cálida sonrisa que hizo al contrario temblar por completo y esconderse en aquel cuello que siempre le recibía a dejar mordidas y lamidas suaves, dedicándose con sus manos a desvestir la parte inferior del cuerpo del menor
-Kozume..-le llamo bajito, despegandose de aquella piel tan adictiva solo para mirarlo a los ojos, encontrándose aquellas orbes felinas con las negras nubladas de placer de manera que suspiró y asintió-te amo..-musito antes de sonreír amplio y sincero, tomando con cuidado ambas manos y entrelazar los dedos
-yo también te amo Tetsurou-respondió bajito y en una risita antes de apretar aquel enlace, sintiendo como el mayor le invadía suave y lentamente, relajandose para darle espacio y hacer la tarea más fácil, sintiendo como rápidamente se dejaba ir hasta llenarlo por completo-mgh..Ku..Kuroo-musito apenas, algo sonrojado pero mirándole a los ojos
-dime?-cuestionó con suavidad, comenzando a moverse apenas contra las caderas del menor, logrando que este se abrazara con cuidado con sus piernas-tan lindo..-
-callate..-musito sonrojado, apretando un poco más aquel enlace, bastante contento aunque no lo mostrará-eres un gato meloso..-
-y tu uno mimado-susurró con una risita, suspirando y mirándole a los ojos mientras empezaba a entrar y salir del menor, relamiendose los labios ante aquella imagen que se le presentaba.
No paso mucho para que la calidez de aquella habitación cambiara de contexto y se volviera más pesada, llena de suaves jadeos y algunos gruñidos, gemidos melosos y pequeños gritos del rubio teñido al sentir como el contrario entraba y salía, le besaba y abrazaba regalandole todo aquel amor que solo en la intimidad sabían darse de aquella manera tan agradable. Besos, mordidas y lamidas fueron los que llevaron a la cumbre al par aquel: el mayor dentro del menor mientras mordía sus labios y este arqueando la espalda, apretando los ojos y los dedos de los pies.
-nee..Kenma-llamó suave mientras acariciaba las hebras bicolores
-que pasa Kuroo?-cuestionó alzando la mirada apenas, encontrándose con aquellos ojos tan juguetones así que solo sonrió con suavidad
-te amo..-susurró con calma, riendo bajito antes de besar los labios ajenos-vamos a dormir anda-musito con suavidad a lo que el menor solo asintió y se acurruco.
Ambos lo sabían, no necesitaban más que los brazos ajenos, unos besos y una suave caricia para poder dormir cómodos, no querían tampoco más que eso. Y así era siempre, las noches entre el par de felinos nunca era fría y eso, ambos lo agradecían siempre.
