Antes de nada, esta historia está basada en una imagen de devianart echa por zippi44 (es la imagen de eta historia), por lo que el argumento no me pertenece, si no a esta chica con un gran sentido del humor en sus imágenes. Es una historia muy cortita, lo sé... Pero algo es algo... En fin...
Disclaimer: Ni One Piece ni sus personajes me pertenecen, son obra del grandioso Oda
Aquella tarde todos los mugwiaras se estaban en la playa, aprovechando que habían llegado a una isla tropical deshabitada, libre de marines y otras molestias.
Como hacía mucho calor Sanji estaba en la cocina del barco preparando helados para todos.
- ¡Nami-swan, Robin-chan! ¡Los helados ya están! - El cocinero salio danzando de la cocina con dos bandejas, mientras Luffy corría desesperadamente hacia él y se lanzaba hacia una de las bandejas.
- ¡Baka! - El cocinero le dio una patada, dejando a Luffy en el suelo con la cara enterrada en la arena - ¡Estos no son para ti! ¡Son para mis damiselas! Los vuestros son los de esta bandeja...
- Pero Sanji... ¡Esos tienen mejor pinta!
- He dicho que no son para ti y ya esta
Luffy cogió la otra bandeja y se la llevo para comenzar a comerse todos y cada uno de los helados. Cuando sus compañeros se enteraron corrieron hacia el y le dieron una dosis de "puños de amor" para luego reclamar lo que era suyo. Así que, el capitán se quedo solamente con su helado.
Empezó a devorarlo mientras caminaba en dirección a Nami,que estaba paseando por la playa, para ver si le daba un poco del suyo.
- Oye Nam... - Luffy tropezó con el pequeño Chopper que comía alegremente su helado mientras hacía un castillo de arena.
Al caerse manchó a Nami de helado, justamente en su nalga derecha.
- Oh,oh... ¡Nami, no te muevas!
- ¿Qué?
Nami miró hacia abajo y vio a Luffy acercando su lengua a ella, dispuesto a lamer el helado que la cubría.
- ¡Baka! - Le asestó un fuerte puñetazo en la cabeza, roja como un tomate, puede que por la vergüenza, puede que por la furia, o tal vez por las dos cosas - ¿Se puede saber que Pretendes hacer?
- Comer mi helado... - Luffy se volvió a acercar a Nami, en otro intento por comer lo que era suyo.
- ¡No me toques! ¡No voy a dejar que me lamas el culo, guarro!
Nami corrió hacia el baño de las chicas para poder lavarse, pero, para su desgracia Luffy fue tras ella .
Lo último que escucharon sus nakamas fue un grito de Nami, seguido de un gran estruendo, para luego ver a su capitán por los aires . Seguramente había logrado su cometido, ya que tenía una gran sonrisa en el rostro, eso, antes de caer en la playa con la cabeza hundida totalmente en la arena. Mientras,un furioso Sanji lo masacraba a base de golpes.
Lo sé, lo sé, una mierdilla clavada en un palo... Pero es lo que hay... Si otro día estoy más inspirada y se me ocurre algún cambio que haga mejor la historia, estoy dispuesta a re-subirla. Y me voy que tengo hambre y no he desayunado...
Nos leemos!
Sara
