PRELUDIO DE AMOR
1
Cambios de escena: oOoOoOo
Pensamientos: comillas
Recuerdos: cursivas
Lluvia. Lo único que veía desde la ventana del dormitorio de las chicas era lluvia lo que irónicamente reflejaba a la perfección su estado de ánimo: depresión.
Estaba deprimida y no era para menos, sobre todo con lo que le había pasado…
-Vaya, ¿a quién veo allí? - siseó Draco Malfoy mientras entraba al Gran Comedor - ¡Es la sangre sucia Granger!
-¡Cállate Hurón!- gruñó Hermione.
- Vean chicos- dijo a Crabb y Goyle - Parece que alguien adquirió valor.
-Siempre lo he tenido, de no ser así me habrían elegido para pertenecer a la casa de Slytherin.
La cara del rubio pasó de su palidez inicial a la furia.
-¡Me las pagarás!
-¡Que miedo! - exclamo irónica la castaña dando media vuelta y caminando con una charola con sobras de comida en las manos.
El sly hizo que ella tropezara al ponerle el pie y la gryffinfor por instinto se sujetó de la túnica del chico haciendo que se precipitaran juntos hacia el piso mientras la charola volaba por los aires.
Para el rubio la sensación de tener a la chica entre sus brazos, sentir su aliento cálido en el cuello y el respirar su fragancia, le resultaron extrañamente agradables, e inquietantes.
-¡Suéltame asquerosa sangre sucia! - exclamó empujándola.
-¡No estoy aquí porque quiera Hurón estúpido!
-A mí me parece que te encanta que esté sobre ti - murmuró de forma vulgar.
La gryffindor enrojeció. Se disponía a abofetear al chico cuando un plato de pudín cayó sobre su cabeza; el comedor entero estalló en risas, fue el momento más vergonzoso de su vida.
- ¡Toc, toc, toc!
- Adelante.
- ¿Hermione, estás bien? - preguntó Ron asomando su cabeza en el dormitorio de las chicas - Lavander me contó lo que pasó en el Gran Comedor.
- Ni me lo recuerdes. ¡Detesto a Malfoy! - Exclamó levantándose de su asiento y empujándolo fuera de la habitación - Salgamos, necesito algo de aire fresco.
Los gryffindor salieron del lugar y caminaron hacia el vestíbulo, mientras en el trayecto continuaban con su diálogo:
- Hermione, siento decírtelo, pero estas cosas pasan porque el hurón te ve totalmente desprotegida - dijo el pelirrojo en tono de regaño.
-¿Acaso no los tengo a ti y a Harry?- preguntó la chica en el mismo tono.
-Sí, pero sólo somos tus amigos, así que no podemos intervenir demasiado - hizo una pausa y carraspeó su garganta - pero si tuvieras un novio que te cuidara y estuviera contigo todo el tiempo...
- Pero que cosas dices, ¿a qué punto quieres llegar?- pregunto con suspicacia la chica.
-Ya te lo dije, necesitas una pareja - dijo el pelirrojo con nerviosismo - Yo p-podría ser esa persona. - tartamudeó.
Hermione había imaginado la escena por mucho tiempo, claro que no precisamente de esa forma, aún así se lo pensó por un momento:
- Ron, ¿lo dices enserio? - preguntó la castaña - No quiero que hagas esto sólo para protegerme, sino porque lo desees. - afirmó ella sonrojándose.
-¡Claro que lo deseo!
Unos chicos de otras casas voltearon a verlos por el grito que emitió el chico, y observaron también la escena: Ronald Weasley estrechaba a Hermione Granger y la besaba, primero en la frente y luego, en los labios.
- ¡Ron! - lo reprendió - ¡Aquí no! - rió ella con el semblante completamente cambiado.
- Hermione, te prometo que haré todo cuanto este en mis manos para que seas feliz.
La gryffindor no alcanzó a responder, lágrimas de alegría nublaron su mirada y su recién estrenado novio la estaba besando, de nuevo.
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-Vaya Draco, sí que le diste una lección a Granger. ¿Te fijaste en que iba llorando? - Pansy Parkinson empezó a reír. - Pobre…
-¿Estaba llorando? - preguntó intrigado el rubio.
-¿Eso te importa?
-¡Que graciosa Parkinson! - rio el chico - ¿Cómo iba a importarme una impura como ella?
Sin embargo, internamente el sly se sentía inquieto, no sabía lo que era arrepentirse de algo hasta ese momento, un Malfoy nunca se arrepentía por nada.
Pero, ¿porqué razón no podía dejar de pensar en Granger?, eras desastroso que no pudiera olvidar el peso de su cuerpo, en sus rizos castaños cayendo sobre su rostro y cubriéndolo con su suavidad. Era desastroso que se sintiera culpable por hacerla llorar. Tenía que saber que era exactamente lo que le atraía de esa "sangre sucia" e iba averiguarlo.
En los seis años que llevaba en Hogwarts no le había hecho falta compañía femenina, varias chicas habían desfilado por su cama, la mayoría de ellas con buenas curvas, pero completas descerebradas, suponía un giro de 180 grados para él que le interesara una chica inteligente, pero totalmente deslucida.
Lo cierto, es que aunque lo negara, Granger había empezado a interesarle desde aquel día en que lo abofetió. Le gustaban las mujeres con carácter, y eso era algo que nadie podía discutirle: Hermione Granger tenía carácter.
El plan perfecto se forjó en su mente: Ambos eran prefectos, así que bien podía aprovechar esa situación en su beneficio. Sería un nuevo reto para él, pero lograría que en una semana la sangre sucia comiera de su mano, completamente enamorada de él y para el mes ya estaría rompiéndole el corazón.
- ¿Porqué sonríes así Draco? - preguntó Parkinson sacando al rubio de sus meditaciones.
- Porque me encantan los retos…
Continuará …
N/A: ¡Hola a todos! Agradezco que leyeran este primer capítulo; confesaré que este es mi primer fanfic y sé que aún tengo muchas cosas que pulir, así que les pido que por favor me envíen reviews con todos sus comentarios y observaciones para poder mejorar.
Gracias y ¡hasta la próxima!
Atte. Amy
