Glee y sus personajes no me pertenecen, son propiedad de FOX y del Señor Ryan Murphy.


Hola! Hace un tiempo que tenia en mente esta historia y decidí publicarla para que me dieran su opinión. El otro día estaba viendo una película que se llama "Yes or No" y me dio la idea. Esta historia no tiene nada que ver con la película y la trama es totalmente diferente pero muy pocas escenas puedan que se parezcan porque me gustaron mucho y una que otras pequeñas cositas. Espero les guste y ustedes me dicen si la sigo o no. En fin. Disculpen los errores ortográficos y disfruten. La continuación depende de ustedes.


Chapter 1

- Te estoy diciendo que estoy bien – Hablaba por teléfono mientras caminaba por el campus.

- ¿Estas segura? – Decían al otro lado – Puedo saltarme esta clase y acompañarte.

- No quiero que faltes a clases por mi – Suspiro leyendo un papel – Yo puedo arreglármelas.

- De verdad no tengo problema en faltar – La chica rodo los ojos.

- Kurt, de verdad, no tienes que hacerlo.

K.- ¿De verdad no quieres que te acompañe?

- Yo puedo hacerlo sola – Levanto la mirada y veía hacia los lados - Solo son dos semanas de retraso.

K.- ¿Segura? – Siguió insistiendo – No dudes en llamarme cualquier cosa.

- Esta bien – Dijo sentándose en una banca.

K.- Aun no entiendo porque no quisiste compartir habitación con Britt – Dijo mientras caminaba por el pasillo hasta su salón.

- Tú sabes que Britt y yo no somos compatible cuando se trata de higiene – Hizo una mueca – Y aun no entiendo como hizo para traer a su gordo gato.

K.- Cuando Britt pide algo…

- El señor Pierce la complace – Lo interrumpió – Lo sé

K.- ¿Y Marley? – Le pregunto apoyándose en una pared.

- Me dijo que estaba en el piso de abajo – Se levanto y ojeo su papel.

K.- Tengo que entrar en clases – Aviso – Me hablas cualquier cosa – La chica no respondió - ¿Rach? – Nada - ¡Rachel! – Exclamo.

R.- Si… Ahh ¿Decías? – Siguió caminando.

K.- Me hablas cuando estén en tu habitación, Rach – Le insistió – Hablamos después, un beso – Colgó.

Rachel Barbra Berry, es una chica morena de baja estatura con ojos color chocolate, es hija única de una pareja gay, la morena tiene un increíble talento, una asombrosa voz que hipnotizaría a cualquiera. Rachel fue aceptada junto a sus dos mejores amigos y su prima en el Instituto de Artes de New York y no lo pensaron ni dos veces cuando se montaron en un avión y salieron de su ciudad natal, Lima, Ohio.

Debido a un descuido de sus padres que se retrasaron con el papeleo la chica estuvo a punto de perder el semestre pero gracias que su padre Hiram movió uno de sus contactos la aceptaron y allí estaba, con dos semanas de retraso pero estaba, su padre le informo sus cosas habían llegado el día anterior pero había un pequeño problema, sus cosas estaban en su habitación pero ella aun no estaba allí y tampoco sabia como llegar.


- Entonces ¿Es sexy? – Le pregunto a su amiga mientras estaban acostadas en césped frente al edificio donde estaban las habitaciones.

- ¿Quién? – Pregunto distraída.

- La profesor de historia del arte, claro – Dijo con sarcasmo – Tu compañera de habitación ¿Es sexy?

- No lo sé, no tengo compañera.

- Me dijiste que llego ayer – La chica rodo los ojos.

- No, sus cosas llegaron ayer – Dijo sentándose.

- Espero que no sea como mi compañera – De igual manera se sentó – Quiero decir, es hermosa pero un poco rara y si hablamos de su gato – Hizo una mueca – Pensé que aquí no aceptaban animales.

- ¿No le has preguntado porque tiene un gato? Después de todo también es tu habitación – Su amiga agito la cabeza negando – ¿Al menos sabes algo de ella?

- Lo único que sé es que se llama Brittany – Le resto importancia – Yo salgo muy temprano en las mañanas y llego tarde, no he podido hablar mucho con ella – Se encogió de hombros – Y sabes que odio a esos animales – Comenzó a revisar su teléfono.

La chica volteo y a lo lejos pudo divisar como una chica morena lanzaba su mochila al césped y se sentaba. La chica parecía estar perdida porque leía un papel y volteaba de un lado al otro, pensó que las caras que hacia eran adorables… Espera ¿Adorables? ¿En que estas pensando? Se regaño a si misma pero sintió la necesidad de ayudarla, algo en esa chica llamaba increíblemente tu atención. Estuvo a punto de levantarse pero su amiga la detuvo.

- ¿A dónde se supone que vas? – Pregunto frunciendo el ceño

- Yo… Ahh – Señalo a la morena – Parece estar perdida, voy a ver si necesita ayuda – Dijo levantándose.

- Nada de eso – Se levanto – Tú y yo tenemos una cita con unas hermosas chicas.

- ¿Qué? – Pregunto fulminándola con la mirada – Santana sabes que no me gusta que me unas a tus planes sin avisarme – Dijo molesta – Y a mi ni siquiera me gustan las chicas.

S.- ¿En serio, Quinn? – La miro fijamente – Puedes negarlo ante Russell y a ti misma pero yo te conozco – Quinn la miro con cara de ¿Qué estas hablando? – Yo sé lo que digo – Le guiño un ojo.

Quinn Fabray es una chica alta de ojos color avellana, la chica tiene el cabello teñido de color rosa y un poco alborotado la mayoría del tiempo, ella fue aceptada en el Instituto de Artes de New York y junto a su amiga se mudaron desde San Francisco para seguir sus sueños y estudiar fotografía. Santana López es una chica alta, latina y con un cuerpo impresionante que podría tener a cualquier chico o chica a sus pies, son amigas desde que estaban en la secundaria y de igual manera fue aceptada en el instituto junto a su amiga pero para estudiar danza.

Q.- No sé de que estas hablando – Se cruzo de brazos enojada.

S.- Lo que digas y además – Señalo a la morena – Alguien ya va a ayudar a la damisela en apuros.

Quinn volteo para ver a la morena y pudo ver como una chica alta y castaña se acercaba a ella corriendo, las chicas se abrazaron unos segundos y luego comenzaron a hablar, a reír, se dieron más abrazos y luego de unos minutos la castaña agarro el bolso de la más pequeña, se lo coloco en el hombro y partieron juntas.

Q.- Como sea – Le resto importancia y se acostó de nuevo en el césped.


Rachel tenía varios minutos perdida y ya estaba cansada de dar vueltas, se sentó en el césped totalmente vencida y saco su teléfono celular, pensó en llamar a su amigo Kurt pero no quería que este faltara de clases y tampoco escuchar su sermón, opto por llamar a su amiga Brittany pero esta nada que le contestaba así que no le quedo de otra que llamar a Marley, su prima, sabia que la chica no tenia clases a esa hora y por lo tanto no se sentiría culpable después. Luego de unos minutos vio como su prima salía de un edificio y corría hasta ella, rápidamente se levanto y sintió como el cuerpo de su prima chocaba contra el suyo.

Marley Rose es una chica castaña, alta y con unos hermosos ojos azules, es prima de Rachel y se criaron juntas desde pequeñas, eran como uña y mugre, nunca se separaban para nada del mundo y prácticamente vivían juntas, lo único que las separaba eran unos metros que estaban entre sus casas. Toda su vida escucho a su familia decir que tenía una voz hermosa pero eso no era lo que le apasionaba, la chica prefería mil veces sus lienzos y acuarelas a un micrófono.

M.- Eres una estúpida – Dijo luego de soltarla.

R.- ¿Disculpa? – Se hizo la ofendida – ¿Dónde quedo eso de "Rachel te extraño, quiero verte y no soporto a Brittany"? – Imito el tono de voz de su prima.

M.- No seas exagerada.

R.- ¿Exagerada? – Reía – Marley, eso me lo dijiste cuando me llamaste llorando en tu primer día de clases.

M.- Rachel, por favor – Veía hacia los lados – No digas esas cosas en voz alta.

R.- No seas tonta, ven aquí – Abrió sus brazos.

M.- Te extrañe tanto – Dijo abrazándola.

R.- Claro, después yo soy la exagerada – Se soltó del abrazo – Fueron solo dos semanas.

M.- Como sea – Le quito el papel que tenia en la mano – Veamos que es esto – Leyó el papel – Esto esta fácil, Torre B, piso 3, habitación 307, vamos – Agarro el bolso de su prima y comenzaron a caminar – No entiendo como pudiste perderte.

R.- Esto es muy grande, me vas a decir que tú no te perdiste? – La castaña negó.

M.- Yo sé leer, Rach – Señalo un letrero en la pared de un edificio que tenia una enorme "B"

R.- Yo no vi eso – Se defendió.

M.- Claro, claro – Se burlo – Nos vamos a divertir mucho, hay muchos chicos lindos – Sonrió – El otro día conocí a un chico que…

R.- Sabes que no estoy interesada en ningún chico – La interrumpió.

M.- ¿Aun con el idi… - Hizo una pausa - ¿Con Finn? – Se corrigió por la mirada que le regalo su prima.

R.- Lo voy a extrañar tanto – Suspiro.

M.- ¿Crees que él te extrañara a ti? – Pregunto seria.

R.- Por favor no empieces – Le pidió

M.- Esta bien – Pasaron al edificio – Tampoco es que me guste hablar de ese tonto.

R.- Marley…

M.- De acuerdo – Suspiro – Te reto a una carrera, por esas escaleras hasta el piso tres.

R.- Claro – Sonrió.

M.- A la cuenta de uno – Se preparo – Dos y…

R.- ¡Tres! – Exclamo ya corriendo

M.- Eres una tramposa – Comenzó a correr atrás de su prima.

Corriendo escaleras arriba, se iban empujando para repasarse que casi en más de una oportunidad casi se caen, luego por el pasillo del tercer piso buscando la habitación y cuando llegaron a esta se detuvieron, la castaña llego y se inclino un poco apoyando sus manos en las rodillas, trataba de recuperar la respiración mientras que la morena llego normal, como si no hubiera corrido nada.

R.- Estas en muy malas condiciones – Se burlo mientras respiraba profundamente.

M.- Los ejercicios no son lo mío – Se defendió reincorporándose, miro a su prima esperando que abriera la puerta – Entonces – Dijo viendo la puerta.

R.- Claro, llaves – Dijo riendo – Tú tienes mi bolso – La castaña le alcanzo el bolso a su prima y esta busco las llaves, luego le tiro el bolso de nuevo a su prima en la cara – Bueno reflejos – Dijo sarcásticamente cuando el bolso le pego justamente en el rostro.

M.- Idiota – Murmuro sobándose la nariz.

Pasaron a la habitación, al entrar a la derecha había una puerta que la morena se encargo de abrir y ver que era el baño, camino unos pasos y pudo ver las dos camas, al lado izquierdo de la habitación había una cama perfectamente hecha, había un escritorio de color negro donde habían diferentes libros, papeles apilados perfectamente, fotografías, Cd's de música y todo esto lo completaba un armario del mismo color, la morena sonrió, al menos su compañera no era una desordenada. Al contrario, el otro lado estaba hecho un desastre, su cama estaba repleta de cajas, el escritorio de color marrón también tenia diferente cajas, sus maletas a un lado de la cama, en fin, todo era un desastre.

M.- Tienes mucho trabajo que hacer – Dijo con una mueca – Yo tengo que irme a clases.

R.- Claro, no me ayudes – Hizo un puchero.

M.- Te veo luego, pequeña – Le dejo un beso en la cabeza y salió de la habitación.

Marley estaba bajando las escaleras cuando su teléfono sonó, siguió bajando mientras lo revisaba y reía. En un mal calculo se comió un escalón, no tenia de donde sujetarse por lo que cerro fuertemente los ojos esperando el golpe, golpe que nunca llego. Cuando abrió los ojos pudo ver como una chica la había sujetado haciendo que callera sobre esta misma, Marley se quedo hipnotizada con los ojos de la chica, había visto muchos ojos hermosos en su vida pero ningunos la miraba como la miraban esta chica, ese color avellana con toques verdosos, pudo ver su rostro, delicado, blanco y a simple vista parecía tener un rostro suave, siguió bajando por su nariz hasta llegar a sus labios, rosas, delicados y le dieron profunda ganas de besarla. Sacudió la cabeza, esto inmediatamente le hizo reaccionar, ella nunca había deseado besar a otra chica, se levanto rápidamente.

M.- Yo… Ahh… Lo siento – Dijo sonrojada mientras se levantaba y ayudaba a la chica levantarse.

- No hay problema, debes tener mas cuidado para la próxima – Le dijo tranquilamente.

M.- Si claro, muchas gracias por evitar que me golpeara – Dijo tímidamente.

- Tranquila, venia subiendo y te agarre antes de que cayeras.

M.- Igual muchas gracias – Se rasco la cabeza – Yo… ahh tengo que irme – Comenzó a caminar y de repente volteo – Muchas gracias de nuevo – La chica asintió y siguió su camino.


La morena salió de la habitación detrás de su prima pero a diferencia ella comenzó a caminar por el pasillo, al final de este pudo ver una puerta corrediza donde había un balcón, el balcón daba al estacionamiento, se veían los diferentes carros y vio a su prima caminar nerviosa y apurada por el otro lado, sonrió negando, su prima era tan rara. En eso su teléfono sonó y en la pantalla reflejaba que era su padre y maldijo por lo bajo, se suponía que lo llamaría cuando llegara y no lo hizo.

Estuvo unos minutos conversando con él cuando decidió que ya era hora de volver a su habitación, suspiraba fastidiada mientras escuchaba todo lo que decían sus padres, o mas bien lloraban.

R.- Esta bien, papi – Le dio – Yo también los amo, ahora volveré a la habitación.

- Te cuidas mucho, estrellita – Escucho que decía su padre Leroy.

- Cualquier cosa no dudes en llamarnos si necesitas algo – Ese fue su otro padre Hiram.

R.- De acuerdo, ahora si tengo que colgar – Escucho los quejidos de sus padres – Los amo – Dicho esto colgó rápidamente.

Camino de vuelta a su habitación y cuando abrió la puerta frunció el ceño. Una chica con el cabello rosa parecía buscar algo en los cajones del escritorio, se freno de golpe, con las pintas que tenía la chica parecía que estaba robando.

Quinn cuando sintió que abrieron la puerta volteo rápidamente y se encontró con la pequeña morena viéndola fijamente. Lentamente se fue levantando sin apartar la mirada, no podía dejar de ver esos ojos chocolate que tampoco dejaban de mirarla, sintió un cosquilleo en su estomago pero decidió ignorarlo, algo en esa chica le llamo la atención, no sabia si eran sus ojos, su cabello cayendo onduladamente por sus hombros, sus peculiar nariz, su tono de piel, la manera en que fruncía el ceño, no lo sabia pero algo le llamo la atención de inmediato.

Rachel por otro lado sentía que no podía moverse, tenía a esta chica con el cabello rosa frente a ella con sus ojos avellanas mirándola fijamente, algo en su rostro le decía que no corría peligro pero la morena tenia esa venita del drama y no lo podía evitar, ella no era de juzgar a la personas sin conocerla pero ¿Qué pensarías si veías a una chica con cabello rosa todo despeinado, con una perforación en la nariz, usando las mas desgastadas zapatillas que había visto en su vida, un jean negro roto en las rodillas y una camisa blanca que estaba casi toda sucia? Su venita dramática hizo de las suyas.

Q.- Hola, yo soy… - Se acerco pero se detuvo al ver como la chica retrocedía.

R.- ¿Vienes a robar? – Pregunto asustada.

Q.- ¿Robar? – Pregunto confundida.

R.- Puedes llevarte lo que quieras pero por favor no me hagas daño – Suplico – Soy muy joven para morir, aun no he visto mi primer musical en Broadway y no he conocido a Barbra, por favor no me hagas daño – Dijo casi sin respirar.

Q.- ¿De que estas hablando? – Se estaba comenzando a molestar – Yo no soy una ladrona.

R.- ¿Ah no? – La pelirosa negó rápidamente - ¿Entonces que haces aquí?

Q.- Esta es mi habitación – Dijo seriamente y la morena abrió los ojos como platos.