Entre mi pasado, mi venganza y mi único amor.

ADVERTENCIA: este fic contiene un poco de OC, personajes que me pertenecen.

Chapter 1: Llegada a Konoha y una vida por delante.

Habían pasado años desde la última vez que piso la aldea de Konoha, pero todo allí era tan grande y hermoso como ella lo recordaba. Desde que tenía memoria solía visitar Konoha cuando su difunto padre la llevaba a misiones largas por la aldea o cuando su madre solía visitar los jardines imperiales que también se encontraban muy cerca de allí; pero todo eso fue antes de la cruel y desconocida masacre de su clan. Aun recordaba la dolorosa y triste muerte de todos sus seres queridos como si hubiese sido ayer, estaba consciente de que jamás olvidaría los rostros masacrados de sus padres y la sangre choreando del cuerpo de su difunto hermanito menor.

Flashback.

Las llamas de fuego brotaban por todas partes, habia muchas casas destruidas, cuerpos de personas masacradas y tendidas en el suelo, pero sobretodo la sangre fría que corría por las puertas y ventanas manchadas… ¡¿Qué es lo que habia ocurrido?! ¡Todos los miembros de su clan habían sido brutalmente asesinados! Solo se habia ido por unas horas a la escuela ninja, así que sin saberlo debía estar consciente de que se habia salvado de una cruel muerte.

Una niña de apenas 7 años de edad corría a todo lo que daban sus pies, con la diminuta esperanza de que sus padres y su pequeño hermanito de 4 años hayan sobrevivido. ¿Quién sería tan malvado como para causar tantas muertes en un solo día?, por ahora no encontraba respuesta alguna, pero lo que si sabía es que aquel que fue capaz de acabar con su clan entero debía ser una de los más fuertes. A lo lejos se podía ver su casa iluminada, no perdió más tiempo y de un solo golpe abrió la puerta de su casa y fue corriendo hasta la sala de entrenamiento.

¡AHHHHHHHH! –al ver esa imagen no pudo evitar dar un un terrible grito de terror. Los cuerpos de sus padres estaban tendidos en el suelo, todos ensangrentados y sin ninguna señal de vida.

Al parecer una katana habia atravesado el delgado cuerpo de su madre que ahora yacía muerta y lo peor era que aquella katana se encontraba clavada en la pared, bañada con la pura y rojiza sangre de su madre.

¡NO, MAMÁ! –la pobre niña no dejaba de sollozar asustada por la horrorosa imagen de sus padres muertos.

Queria acercarse a su madre pero otra voz más gruesa y entrecortada la llamo.

Hi… hija… ve… ven aquí –esa era la vos de su padre –Ah… aho… ahora.

¡Papá! –La niña se acerco y se agacho hasta su padre – ¡¿Papá que sucedió aquí?! ¡¿Por qué están todos muertos?! ¡¿Qué ocurrió?! –pregunto la pequeña mientras sus sollozos eran cada vez más fuertes.

Hi… hija… escúchame… bi… bien –dijo su padre entrecortado –Tienes que… ser fuerte… ahor… ahora estarás… tu… so… sola… con… contra el mundo… entero –su vos ya estaba perdiendo fuerza –Estoy muy… orgu… orgulloso de ti… se… fu… fuerte… demues… demuestra qu… que eres… una digna Uchiha –el hombre poso su mano en la mejilla de su hija –Tu…madre y yo… te amamos –su mano cayo lentamente sobre el frio y sangriento piso, mientras que una sonrisa llena de paz se formo en sus labios.

¡Shio mi hermanito, tengo que encontrar a Shio! –dijo la pequeña mientras corría desesperada.

Ya no habia nada que hacer, ella lo sabía. Fue corriendo hasta el cuarto en donde encontró el cuerpo de su hermanito tendido en su cama, mientras que las sabanas estaban pintadas de carmín por la sangre cálida que emanaba de sus heridas… su hermanito también fue asesinado junto a sus padres.

No, no, ¡NO! –Iba retrocediendo cada vez mas intentando negar una realidad que, por más difícil que sea debía aceptar – ¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOO! –sentía como sus pies ya no podían sostenerla así que cayó de rodillas al suelo mientras que lloraba desconsolada.

Ahora se daba cuenta de que la vida le habia jugado una mala pasada, de ahora en mas estaría completamente sola así que su único objetico seria volverse mas y mas fuerte… su dolor la aria volverse cada vez más fuerte, tomo su katana, su ropa de entrenamiento y en silencio se alejo de aquel lugar sintiendo como solo quedaban rastros de sus extintas lagrimas. Ahora lo sabía, sus padres, su hermanito, sus amigos… todo se habia perdido y en silencio mientras se alejaba reconoció… que ya no habia marcha atrás.

Fin del flashback.

Esa era la penosa realidad con la que cargaba día a día, aunque siéndole franca ella jamás habia dejado que esos tristes recuerdos nublaran su vida. Desde que recordaba siempre habia sido diferente a los demás Uchihas, ella era extremadamente dulce y tímida, generosa y feliz… todo lo contrario a un verdadero Uchiha. Su apariencia tampoco era nada similar a la de un Uchiha, lucía un recto y lacio cabello de color rosa claro con una banda al estilo ninja que era tapada por un hermoso y recto flequillo, su rostro era de aquellos que no se ven todos los días, era un rostro muy angelical de piel blanca como la nieve y mejillas sonrosadas, labios rosados y muy finos, sus ojos eran también de un rosa claro que reflejaba el brillo del sol y el brillo de la dulzura que reflejaba su hermosa mirada… era sin duda una de las ninjas más hermosas de todo el mundo. Su vestimenta si era ninja, llevaba un traje de color blanco con un cinturón lleno de kunais, katanas y un hermoso y resistente sable, mientras que su rostro era tapado por una máscara de metal solido.

Tal y como lo habia dicho antes, su dolor solo la volvió más fuerte mientras que su espíritu marco su largo y agotador camino ninja… un camino que solo ella estaba dispuesta a seguir sin importar que la llevara a la muerte.

–Mmmh, esta es Konoha –dijo la joven adolecente acercándose a las grandes puertas de la aldea –Hace tanto tiempo que no tengo el honor de pisar esta hermosa aldea –dijo ella mientras cruzaba las puertas.

Todo allí era hermoso y grande, tal y como ella lo recordaba. También estaba la escuela ninja a donde se suponía que ella asistía cuando era pequeña, habia muchos ninjas adolecentes allí que la miraban muy sorprendidos mientras que ella seguía su camino… bueno, era de suponerse que ya nadie la recuerde después de tantos años ausente.

Mientras que caminaba si dirección alguna, un hombre de cabello corto y atado con una banda ninja llamo su atención con una voz amable… por supuesto que ella reconoció esa voz de inmediato.

–Hola, ¿acaso te encuentras perdida?

–No, no estoy perdida es solo que hace mucho tiempo que no piso la aldea y me siento extraña, es todo –dijo la jovencita con una voz muy dulce.

– ¿Podrías decirme como te llamas jovencita? –pregunto nuevamente el hombre.

–Iruka-sensei, ¿acaso ya no se acuerda de mí? –pregunto ella un poco decepcionada.

–Discúlpame jovencita, pero no te reconozco tal vez si te quitas esa mascara pueda reconocerte –dijo Iruka un poco intrigado – ¿Y como es que sabes mi nombre? –pregunto otra vez intrigado.

–Porque yo… fui tú alumna cuando era más pequeña –sin brindar más tiempo se quito la máscara que llevaba puesta.

Los ojos de Iruka se abrieron asta más no poder… ahora si recordaba perfectamente ese rostro, a pesar de que aquella niña que habia sido su alumna habia crecido.

–No puedo creerlo ¿en verdad eres tu? –Pregunto Iruka mientras miraba de pies a cabeza a la persona que tenia enfrente –Creí… creí que habías muerto junto con los demás en la masacre del clan Uchiha.

–Si soy yo Iruka-sensei, me alegro mucho de verlo otra vez –dijo ella dándole una de sus hermosas sonrisas.

– ¡Dios mío! ¡Jamás creí que te volvería a ver así! –Dijo Iruka sin salir de su asombro – ¿Hace cuanto tiempo llegaste a Konoha?

–Llegue hace poco tiempo –dijo ella riéndose ante lo nervioso que se encontraba su sensei –Y sabe, me gustaría volver a la escuela ninja si usted me lo permite –dijo ella esperando la respuesta.

– ¡Por supuesto que sí, eres bienvenida!, pero dime una cosa… ¿en que rango perteneces? –pregunto Iruka.

–Soy aspirante al rango Chunin, ¿Por qué lo pregunta sensei?

–Porque yo ya elegí a los grupos aspirantes al rango Chunin con sus respectivos maestros –dijo Iruka sin saber a que hacer –Aunque supongo que puedo hacer que un solo grupo tenga cuatro integrantes y como te veo así, creo que ya estas muy avanzada –dijo Iruka con una sonrisa.

– ¡Eso es genial! Gracias Iruka-sensei –dijo la joven ninja sonriendo muy ampliamente.

–Te doy la bienvenida a Konoha.

Dicho esto ambos se retiraron. Ella sabía que su camino no sería nada fácil, pero no se rendiría hasta encontrar su fuerza interior, esa fuerza que su espíritu guardaba dentro de ella… y no descansaría hasta descubrir cuál es la verdadera marca de un ninja.

Continuara…