Respondiendo al reto de Miss Marlene en Story-Weavers.
No me pregunten de dónde salió esto... de verdad, ni me pregunten. Y tampoco lancen tomates podridos, soy primeriza en el pairing (por cierto, al principio fue un intento de lemmon pero, para variar, no salió).
Disclaimer: los Black, los Malfoy y demás agregados pertenecen enteramente a Rowling y a sus secuaces de la Warner. No me miren a mí.
Dedicado especialmente a Marlene. Porque sin su idea esta historia jamás hubiese existido... Hombre, que de vez en cuando es bueno hacer experimentos :-)
Sinsabores
Quiso caer, pero se mantuvo en pie al fondo del recinto. Con las manos entrecruzadas al frente, inexpresivo, devorando siempre a la mujer del altar.
Se casaba. Su Narcissa se casaba.
Sintió un extraño impulso, quizás el de gritar como loco, cuando el párroco preguntó que si alguien se oponía a la unión de esos dos infelices. Pero se contuvo, a fin de cuentas... ¿quién era él? El primo. Ante Dios, ante Lucifer y ante el mundo eso era él: el primo de la novia, no el amante.
Luego la miró pasar a su lado, radiante en aquel vestido de encaje blanco. La rozó con la punta de los dedos, como quien trata de contener la lluvia con las manos, y la dejó partir. Ella a penas y le dirigió un fugaz vistazo azul.
Noches vacías, solitarias, frías, en vela. No pudo dormir imaginando que aquél la poseía como tantas veces lo hizo él. Casi murió de celos pensando que su espalda se arquearía bajo otro torso desnudo, bajo otro hombre. Arrancó las páginas de los libros, estrelló los retratos, abrazó las almohadas. Se destrozó los puños golpeando una pared.
En más de una ocasión luchó contra las ganas de tocar a su puerta, entrar y tomarla de nuevo contra el espejo. Sintió que estallaría de tanto repasar los recuerdos, los momentos, fugaces aromas. Sinsabores. Los sueños lo carcomían, las pesadillas eran parte de la rutina.
Hasta que ya no pudo más.
Una noche la lluvia fue mal consejera. Le dijo que olvidara las apariencias, que todos debían de saber que Regulus Black y Narcissa, la nueva Malfoy, fueron más que amigos de juegos. La boca le supo a dulce venganza, a un poco de demencia también.
Cegado, corrió por los pasillos, escuchó las campanas doblar. De un golpe abrió la puerta y ahí la encontró. Como siempre, como nunca.
Con sobresalto la mujer se apresuró a cubrirse, sábanas de seda; olvidando que el hombre que tenía en frente la conocía más que ningún otro. Estaba recostada en su lecho, sola.
Sola.
Se miraron, altivos. Recorriéndose.
"Soy de otro ahora, Regulus. Terminemos el juego"
No me convencía del todo, luego vino toxic.secrets (lean cosas de ella) con el broche final y ya pude ser feliz... Tampoco sé qué trauma traigo yo con las bodas.
Pásense a ver "Colores", si les gusta Narcissa al lado de sus dos hermanas (auto-publicidad cínica y barata, lo siento).
