Capítulo 1: Verde odio
Nota de autora: no sé, de verdad, de dónde sale esto pero lo que sí sé es que Bex y Christie son súper monas juntas y se quieren y fue por culpa de ellas que mi conciencia me martilleaba con ideas como esta… Aunque he de decir que los miles de gifs que aparecieron de repente, de ellas, no ayudaron tampoco.
Y, quizás… muy en el fondo me cae bien Zelena ( y mejor me caería si se mantuviera lejos de Robin).
Ubicado en Enchanted Forest; no sé cómo llamar al ship, los personajes no me pertenecen pero ojalá me pudiera apoderar de ellos.
….
Otro día más en su monótona vida, se suponía que hoy acompañaría a Robin y el resto de Merry Men a cazar pero desde que su mejor amigo empezó a frecuentar con más el castillo o para decirlo en palabras más precisas, a cierta reina que se le resistía, Marian sabía que estaba luchando una batalla perdida, Robin era muy obstinado aunque en el fondo se alegraba por él.
Podía oír el ruido del agua lo que significaba que estaba cerca de algún río y no le vendría mal darse un baño relajante ahora que los Merry Men y Robin estaban bastante lejos y bastante ocupados con sus quehaceres…
Suspiró y se ajustó el carcaj y la funda del cuchillo , más tarde cuando volviera al campamento le pediría a Robin que le consiguiera unos pantalones; podía ser igual de dama con unos pantalones de cuero que con esta especie de túnica- vestido…
Tras andar durante unos 20 minutos llegó , por fin , a una especie de riachuelo que desembocaba formando una pequeña cascada, creando así un pequeño lago…
Bien , tu puedes Marian , solo tienes que bajar la pendiente y llegas al lago ; fácil , sencillo y eficaz…- se repitió así misma en alto.
Era más fácil si ignoraba el pequeño vértigo que sentía.
Cuando por fin llegó, dejó caer la capa al suelo y estaba a punto de quitarse la túnica cuando vio una manzana verde tirada en el suelo.
Frunció el ceño, no había manzanos en el bosque, los únicos manzanos pertenecían a la familia real , a la reina. Y ésta solo cultivaba manzanas rojas como la sangre.
Preparó una flecha , lista para disparar al más mínimo movimiento sospechoso, esto era Sherwood hogar de bandidos , no de santos.
Los santos bien podrían quedarse en el pueblo o en la iglesia.
Se fue acercando lentamente hasta los arbustos desde los que había rodado la manzana, los apartó con una mano y ya estaba a punto de disparar la flecha cuando algo llamó su atención, algo rojo…
Pero qué demonios…- dijo en un susurro.
Una persona , una jodida persona, ahí, tendida en el suelo cubierta con una capa verde.
Se agachó y le retiró la capucha, liberando el resto de cabello rojo que ésta ocultaba.
Una mujer.
Se había encontrado a una mujer.
Dejó el arco y las flechas en el suelo y se acercó aún más a la desconocida.
No era muy común ver a gente con ese color de pelo ni con esas ropas tan raras.
Demasiado verde pensó, Marian odiaba el verde.
Con delicadeza , le retiró el cabello de la cara y le alzó la barbilla para ver si había heridas, era guapa , tenía algunas pecas, unos labios finos pero proporcionados , una nariz fina y alargada.
De repente, la desconocida abrió los ojos, eran azules, un azul cristalino.
Sus ojos se clavaron en ella.
Marian se quedó helada , había algo en esa mirada…
Pero apenas pudo registrar nada , porque , de repente había sido arrojada de cabeza al lago.
Genial, la maldita mujer tenía magia y de la fuerte. Ya se lo habían dicho Robin y su madre, nunca bajes la guardia, hay enemigos dónde menos te lo esperas…
La desconocida estaba inclinada en el borde del lago.
¿Dónde estoy?- dijo en tono autoritario.
Marian simplemente la ignoró y nada hasta el otro extremo del lago.
Te he hecho una pregunta, campesina. ¿Dónde estoy?- dijo en un tono más fuerte.
Inspira.
Expira.
Inspira.
Expira.
No tengo por qué obedecerte- me limité a contestar mientras buscaba mi capa, estaba calada de pies a cabeza.
¿Buscas esto?- preguntó la desconocida mientras sostenía en una mano mi arco y mis flechas y en otra mi capa.
Lo que me faltaba pensé; una retirada a tiempo es una victoria susurró mi conciencia pero como siempre, el consejo se quedó en un segundo plano.
Avancé hacia ella, daga en mano; una decisión estúpida teniendo en cuenta que ella tenía magia pero esa mujer en solo 5 minutos había logrado sacarme de mis casillas.
Que estúpida fui, en menos de un segundo me estaba estrangulando mientras yo patéticamente intentaba liberarme.
¿Dónde estoy?- repitió por tercera vez.
No contesté, mi orgullo me lo impedía.
Apretó más su agarre y con ello disminuyó el aire que entraba a mis pulmones.
Sherwood – respondía al fin.
¿Dónde?- repitió ella.
Enchanted forest- dije en un quejido débil.
Pareció quedarse satisfecha pues me soltó y me lanzó la capa mientras empezaba a caminar en dirección contraria con mi carcaj y mis fechas.
¡Espera!- grité mientras me frotaba el cuello.
Me ignoró.
¡Tú , zanahoria , date la vuelta!- volví a gritar.
¿En serio Marian? ¿Qué tienes, cinco años otra vez? Susurró mi conciencia.
Pero parece que surgió efecto pues ella se dio la vuelta y en menos de un segundo la tenía delante de mí.
¿Qué me has llamado?- dijo en un tono que no destilaba precisamente dulzura.
Z-a-n-a-h-o-r-ia- dije, aquí vamos otra vez susurró mi conciencia.
Vi cómo movía los dedos de la mano rítmicamente.
No , ni se te ocurra.- dije con más seguridad de la que sentía.
Ella permaneció en silencio mirándome altivamente.
No sabes dónde estás , no tienes ni idea de lo que haces, por no hablar de que vestida así destaca por dónde vas, no tienes ni refugio ni alimentos. Me necesitas o al menos una guía.- dije.
No necesito a una ladronzuela del tres al cuatro.- contestó ella con desprecio.
Muy bien, pues sigue con tu camino.- contesté encogiéndome de hombros.
Ella estaba a punto de marcharse cuando la vi pararse.
¿Buscas esto, verdad?- dije sosteniendo una bolsa de cuero.
¿Cómo has… cuándo has…?-murmuró ella.
Soy una ladrona del tres al cuatro , recuerdas?-contesté con una sonrisa descarada.
Bien.- murmuró ella agarrando la bolsa.- Quizás si me seas de ayuda.
Marian- contesté.
¿Qué?-respondió.
Me llamo Marian, ¿y tú eres…?
Zelena-contestó ella , negándose a estrecharme la mano.
Genial, Zelena significaba verde, ¡cómo no! Ahora podría agregar a su lista de cosas odiosas una nueva tonalidad de verde, un verde Zelena , agrio, orgulloso , hermoso y mortal.
¡Cómo no! Verde tenía que ser…
