Disclaimer: Harry Potter es propiedad de J.K. Rowling.

Este fic participa para el reto especial "Primero de septiembre" del foro La Noble y Ancestral Casa de los Black.


En la estación Kings Cross los padres se despiden de sus hijos con besos y abrazos, con buenos deseos y aún más con buenos consejos, pero para la pequeña Minerva McGonagall no es así. No con su padre encerrado en su pequeña parroquia temeroso y felizmente ajeno a todo lo que implica la magia y por ende, por ahora, a su hija bruja también.

Su madre se porta huraña, esquiva y de una forma extraña anhelante. En cada suspiro Minerva siente un claro y silencioso reproche hacia ella, ella que no viviría más con muggles, si no en el fascinante y mágico castillo de Hogwarts, ella que no tendrá que ocultar su varita y podrá hacer magia sin ningún temor. Ella, su hija.

De parte de su madre no hay abrazos, ni besos, ni buenos deseos solo suspiros. Minerva se apresura a subir al expreso queriendo escapar de la sofocante actitud de su madre, porque estaba segura que en cualquier momento ella podría echarse a llorar y no podría podría soportar ver nuevamente esas lágrimas en los ojos de su madre, no soportaría confirmar lo que le pareció ver en ellos cuando la carta de Hogwarts le fue entregada.

Aunque la sola idea era estúpida ¿Qué madre podría envidiar o hasta odiar a su hija? los padres están para amarte no para odiarte y aunque ella lo sabe con una certeza casi escalofriante, aunque se aferra con todas las fuerzas que puede poseer una niña de once años a esa idea, también sabe con la misma certeza que no soportaría ver a su madre nuevamente llorar.

—Mamá, es hora de irme—anuncia Minerva sin verla y con la mirada gacha.

No hay respuesta, sólo un silencio tan asfixiante como su misma presencia, un silencio sólo roto por el llanto, un silencio aún más asfixiante que el vació silencio. Emprende su camino sin mirar atrás, no, no quiere verla llorar pero no puede evitarlo; como tampoco la esposa de Lot pudo evitar mirar atrás mientras su pueblo se destruía y tal como ella el precio de mirar atrás fue muy caro.


Bueno al principio no tenía idea de que escribir, pero creo que ha salido algo decente.