Disclaimer: Pokémon no me pertenece es propiedad de Satoshi Tajiri .
Notas de autor: Bueno, esta historia la he mantenido en borradores desde hace meses, pero como la canción que le dio vida ha estado rondando en mi vida estos ultimos días es momento que vea la luz. Espero les guste a pesar de ser solo el prólogo de momento.
Advertencias: Escena antes del final del juego, en la ultima batalla después de vencer a Ny a Ghechis cuando éste último le revela la verdad al peliverde.
"Silenciosa como una mariposa, voy a estar volando a tu lado."
As a butterfly- Dead by april
トウコ
Escombros y ceniza.
Es lo único que sus ojos alcanzan a ver en aquel lugar que se ha vuelto borroso para sus sentidos, escucha explosiones; los gritos de alguien llamándole.
Un rugido y una nueva explosión provocan que varios pedazos del castillo se derrumben. Y de pronto el fuego se extiende por todo su cuerpo como una sensación dolorosa que la hace querer gritar, al menos si su garganta no se encontrara obstruida por un nudo que no podía deshacer.
—Touko, respóndeme. —Sus ojos azules luchan por poder enfocar a aquel quien está llamándola, pero no logra hacerlo—, no me hagas esto. No me dejes.
«¿Dejar-te?» Pregunta ella en sus pensamientos con confusión, entonces lo siente; en su cuerpo se encuentra una daga incrustada por donde su sangre es liberada.
—Qui-quiero ser capaz de escucharte reír otra vez—N pide con voz rota dejando que lágrimas cristalinas surquen sus pálidas y mugrientas mejillas llenas de hollín.
—N...—¿por qué incluso decir algo tan sencillo como su nombre le cuesta tanto?
—Te pondrás bien— él dice a pesar de que no está seguro de que aquello funcione, el cuerpo de la chica es tan frágil que le cuesta entender como pudo haberlo arrojado para ser ella quien recibiera la daga en su lugar.
«Mentiroso», ella le recrimina silenciosa, su respiración se vuelve entrecortada mientras intenta mantenerse aferrada al chico.
—Cu-cuídalos— las lágrimas inundan los ojos de Touko en tanto intenta desviar la mirada para ver a sus amigos.
El rugido de Reshiram resuena potente en sus oídos, sabe que el dragón blanco está sintiendo lo que su cuerpo padece; que ve la delgada línea entre la vida y la muerte, que sabe que su existencia en aquel mundo culminara pronto.
«No puedo estar contigo, como me prometí que lo haría», Touko sonríe a pesar del dolor, su sonrisa es el reflejo de la paz de su alma al ver a salvo a la única persona que de verdad le importa.
—Creo que— tose un poco dejando correr un delgado río de sangre por su labio—, mi hora ha llegado.
—No, no, no— N se resiste a siquiera pensar en aquella posibilidad—, no puedes irte. No puedes, Touko.
«¡Me convertiré en un héroe y también en tu amigo!» Ambos recuerdan aquellas palabras dichas por N muchas semanas atrás en ciudad Esmalte, palabras que han perdido valor puesto que el chico no es un héroe y no puede siquiera pensar en ser el amigo de la chica porque no la merece.
—Tú...siempre serás mi amigo.— Touko eleva su mano para acariciar una de las mejillas del chico que en aquel momento tiene el rostro lleno de dolor y miedo; como un pequeño niño temeroso de la oscuridad.
Reshiram y Zekrom rugen en sintonía cuando la chica cierra sus ojos y un suspiro muere en lo profundo de su garganta, en tanto N siente el peso del mundo sobre sus hombros; derrumbándose, incapaz de dejar que el cuerpo cálido tenga que pasar por aquella cruel y helada realidad.
—Touko, abre los ojos. —Pide con nuevas lágrimas recorriendo sus mejillas aferrándose a su cuerpo— ¡Touko! ¡Despierta! ¡Te necesito!
Sus lamentos hacen estremecer el castillo que fue testigo de aquella última batalla y como si fuera un sueño un nuevo ruido hace eco en aquellas ruinas y una luz lo cubre todo.
A favor de la Campaña "Con voz y voto", porque agregar a favoritos y no dejar un comentario es, como han dicho otras autoras:"como manosearme la teta y salir corriendo."
Hayden
