Capítulo 1

Twilight Sparkle

Se habían escrito innumerables artículos sobre ella, había recibido múltiples nombres y había sido tanto alabada como demonizada; nunca antes ninguna otra ciudad había llegado a ser tan conocida como ella, su fama la precedía, y no era para menos. Había recibido un montón de sobrenombres y apelativos, entre ellos el peor lugar de América, la capital del mundo, la ciudad que nunca duerme, la tierra de las oportunidades… pero para el resto del mundo era simplemente Liberty City.

Una ciudad de contrastes muy marcados, eminentemente comercial, centro neurálgico de los Estados Unidos y uno de los mayores bastiones económicos del mundo; teniendo en cuenta estos antecedentes, no es del todo extraño que fuera conocida como la ciudad que nunca duerme. Es un buen lugar para vivir, relativamente hablando; contrastando ampliamente con la imagen de grandeza y glamour que tan bien han sabido vender películas y series de televisión, la otra cara de la moneda presenta un aspecto pobre y deprimente, dominado por el crimen organizado. Eso, unido a lo promiscuos y temperamentales que suelen ser sus ciudadanos, hace de la ciudad un polvorín a punto de estallar constantemente. A pesar de eso, sale adelante como puede, al menos desde ese punto de vista.

Situada en la costa este de Estados Unidos, en pleno corazón de Liberty State, Liberty City es una ciudad bastante grande, el último censo poblacional realizado en el 2008 señala un poco más de ocho millones de habitantes; hay personas de toda clase social, etnias, guetos y nacionalidades, poseyendo un marcado estilo multicultural. Miles de nombres caminando a la vez por las calles, miles de personalidades y formas de pensar convergiendo en un solo elemento: la ciudad. Si por algo destaca esta ciudad, ésa es una de las razones.

Dentro de toda esa maraña de coches, gente caminando precipitadamente por las calles, publicidad agresiva y contaminación medioambiental, Twilight Sparkle podía asegurar que había tenido suerte. Nació y creció en el distrito de Algonquin, en una familia acomodada; sus padres tenían el dinero suficiente como para asegurarla una plaza en la universidad de Vespucci. Su padre, Night Light, quería que estudiase derecho, pero desde que era pequeña siempre se había decantado por los libros; se pasaba las horas muertas en la biblioteca, empapándose de cultura, leyendo todo lo que tenía a su alcance. Fue por eso que desechó la carrera de Derecho y se decantó por la de Biblioteconomía y Documentación. Para cuando acabó la carrera, su abuelo por parte de padre falleció, dejándola en herencia su biblioteca particular, la cual ocupaba todo un piso en el antiguo apartamento donde él residía, en el barrio de Middle Park Este. Twilight sabía bien que su abuelo y ella compartían la misma afición, siendo esa misma biblioteca el trabajo de toda una vida; con una colección compuesta por quinientos documentos en total, era quizás la biblioteca privada más completa y grande de la ciudad.

Desde entonces vive ahí, ya que posee un pequeño apartamento exento en el otro extremo del amplio piso, con unas vistas preciosas a Middle Park.

-¡Spike! ¿Traes el nuevo número de la Scientific American?

-¡Sí, también he cogido los nuevos números del Daily Globe y el Liberty Tree!

-Genial, gracias Spike.

Twilight tenía un gran proyecto entre manos que incluía la biblioteca de su abuelo; se había propuesto aumentar de manera exponencial la colección, incluyendo abrir una nueva sección de hemeroteca. Tenía intención de institucionalizarla, permaneciendo como biblioteca privada y con un acceso restringido, teniendo que ser socio para poder acceder a ella, con una cuota mensual para poder mantenerla. Con el tiempo también podría expandirla, el piso superior se encontraba abandonado, ya que el edificio tenía bastantes años, por lo que era perfecto para una futura expansión. Con una meta clara y un objetivo a la vista, su futuro se perfilaba más brillante que nunca.

-La prensa de hoy está cubierta. ¿Qué más quieres que haga?-inquirió Spike.

-Hoy voy a reordenar la sección de política, me gustaría que me ayudaras.

-Claro, ahora mismo.

Spike era su asistente número uno, como a ella le gustaba llamarle; un chico de nueve años, bastante atento y espabilado para su edad, que siempre estaba dispuesto a ayudarla con lo que sea. Para Twilight era como su hermano pequeño, aunque en realidad no lo era, ya que decidió "adoptarlo" hace ya un tiempo; lo encontró solo y sin familia en un pequeño orfanato del barrio de Northwood, el cual se encontraba pasando una mala racha económica, sin apenas recursos para cuidar de los niños que allí vivían. Todos los días ella se pasaba para llevar a los niños libros con los que aprendieran a leer; incluso llegó a enseñar ella misma a unos cuantos, entre ellos a Spike, demostrando una gran inteligencia y rápida comprensión, aprendiendo enseguida. Rápidamente se convirtió en su ojito derecho, y ella no pudo evitar cogerle todo el cariño del mundo. Finalmente decidió sacarlo de allí y llevárselo a vivir con ella. Tenía una buena suma de dinero guardado en su cuenta bancaria, junto con una parte monetaria de la herencia de su abuelo, por lo que podía permitirse cuidar de él y darle una educación adecuada. En realidad no era técnicamente su hermano puesto que los papeles de adopción estaban sin arreglar, pero para ella ya lo era desde hace mucho.

Les tomó unos pocos minutos reordenar la sección de política, ya que no era muy amplia; el abuelo de Twilight era de esos hombres inconformistas, de los que se esperaban un buen gobierno y luego se dieron con un canto en los dientes. Antes simpatizaba con los republicanos, pero después de que se descubrieran unos planes de fraude de las arcas públicas, dejó de apoyarlos y se volvió apolítico. Por ello, esa sección era considerablemente pequeña.

-Bueno, pues esto ya está…gracias Spike, con esto es suficiente por hoy.

-Pero yo quiero ayudarte… ¿hay algo más que pueda hacer?

-No, no hace falta, ya me ocupo yo del resto… ¿has hecho ya los deberes?-inquirió ella.

-Claro… por eso quiero ayudarte, porque me aburro.

Twilight no pudo evitar sonreír dulcemente.

-Eres todo un amor, Spike… que haría yo sin ti-murmuró, abrazándole.

-Pues no mucho, la verdad…

Ella se rió tontamente, mientras el chico la devolvía el abrazo.

-Te quiero mucho, Twilight-anunció él.

-Y yo a ti…

En ese momento llamaron a la puerta y la chica se levantó.

-Ya voy yo.

En cuanto llegó a la puerta miró antes por la mirilla, viendo de quien se trataba y abriendo de seguido.

-¡Hola Moondancer!

-¡Hola Twi! Había terminado mi turno en la tienda y pensé en pasarme ¿te pillo en mal momento?

-No, para nada, pasa.

Durante los años que duró la carrera, Twilight no destacaba por ser una chica social y abierta, sino todo lo contrario; vista por todos como un ratón de biblioteca que sólo salía de ella para comer e ir a clase, apenas tenía amigos. Moondancer era una de esas pocas personas que llegaron a simpatizar con ella, principalmente porque eran compañeras de clase y compartían los mismos gustos y aficiones. Conocía a unos cuantos, pero con la que más se hablaba era ella. Después de terminar la carrera, probó suerte opositando para trabajar en la biblioteca, pero la resultó mucho más complicado de lo que pensó y no consiguió obtener la nota requerida; pero eso no la desanimó y echó el curriculum en varias tiendas, consiguiendo un puesto en una librería especializada, donde trabaja actualmente.

-¿Cómo te va por aquí? ¿Consigues despegar, ya te has anunciado?

-No del todo, estoy poniendo a punto la colección antes de empezar a darme a conocer un poco, me he puesto en contacto con una empresa de publicidad en línea, me van a dar un buen precio.

-Ten cuidado con esto, Twi, ya sabes que últimamente se están dando muchos timos y estafas… la crisis no perdona a nadie-la recordó Moondancer.

-Lo sé, tendré cuidado, he de cuidar bien del patrimonio de mi abuelo… y por ahora el dinero no es un problema.

-Me alegro… ¿vamos a dar una vuelta por el parque?

-Vale, voy a arreglarme un poco.

Antes de que pudiera decir nada más, Twilight regresó totalmente vestida y lista para salir; dejó a Spike al cargo de la biblioteca y las dos se dirigieron para allá.

Al contrario que otros parques de la ciudad, Middle Park destacaba rápidamente no por ser el parque más céntrico, sino el más conocido de todos; recibía una media de veinticinco millones de visitantes al año, e incluso siendo algo más pequeño que el Meadows Park, el parque del distrito de Dukes, era más famoso y reconocido que el anterior. Un buen lugar para huir del presente, relajarse e ignorar todo lo que pasa a tu alrededor.

-¿Y tú que tal por la tienda, Moondancer?

-Bueno, ahí voy, apenas hay trabajo, esta ciudad está llena de ceporros iletrados que no han tocado un libro en su vida. En serio te lo digo, Twi, si queremos trabajar en esto de la cultura no veo mucho futuro aquí… la tierra de las oportunidades, sí, claro.

-Bueno, es cierto que el índice de lectura aquí en Liberty es algo bajo, pero tampoco se esfuerzan en aumentarlo… la clave está en concienciar a la gente de que leer es bueno.

-Eso está muy bien, Twi, pero seamos realistas ¿Quién te va a escuchar? ¿Cómo vas a hacer que ocho millones de personas te presten atención cuando prefieren pegarse a sus portátiles y tabletas? Y tampoco ayuda que programas como Fama o Drama o I'm Rich influyan en la población de manera significativa, convenciéndoles de que para triunfar en la vida debes cantar mal y ponerte delante de una cámara para que todo el país vea lo estúpido que eres. Eso sí que es de intelectuales…

Si por algo destacaba Moondancer era por su labia y su genio, el cual se encendía más o menos dependiendo de qué hablara; y era en ese momento cuando más se le podía notar en todo su esplendor.

-No te lo niego, Moon, pero tenemos que intentarlo igualmente, no haremos nada si no nos movemos…

-Supongo… aunque si te soy sincera estoy cansada de este sitio, podríamos probar suerte en otro estado…

-¿Irnos? ¿Por qué tendríamos que irnos? Yo nací y crecí en este barrio, no quiero irme así sin más…

-Aquí apenas hay oportunidades para nosotros, Twi. Ahora somos profesionales de la información sobradamente preparadas, propongo irnos a Washington, o a Orlando, o a cualquier otro sitio lejos de este estercolero.

Twilight se quedó callada, sin querer opinar; ella sabía de lo que hablaba su amiga, cierto era que Liberty City no era ninguna ciudad ejemplar ni nada por el estilo. Pero era su hogar, donde había nacido y crecido, donde ella pertenecía. Y eso no lo podría cambiar nada, aunque se fuera de allí.

Las dos se quedaron en silencio, observando el parque y su actividad; cerca de allí, un grupo de personas practicaban taichí. Un par de miembros de la LSD (Liberty Sanity Department) limpiaban el paseo que rodeaba esa parte del lago. Un hombre de mediana edad peinaba los alrededores con un detector de metales, en busca de tesoros escondidos. Un grupo de corredores hacían footing recorriendo la parte superior del parque.

-¿Sabes? Siempre he pensado que merece la pena luchar por lo que crees. Es verdad que esta ciudad no es ningún modelo urbanístico a seguir, pero si queremos cambiar algo, debemos de intentarlo. Huir no es la solución, Moon…-murmuró Twilight, mirando a su amiga.

Ésta la devolvió el gesto, dejando escapar una sonrisita audaz.

-Sabía que me dirías algo así, Twilight Sparkle… te conozco bien.

-Y yo sabía que tú lo sabías-añadió la aludida.

Las dos se rieron tontamente, dejando pasar el tiempo; un sonido familiar recorrió el parque, recordándoles otros tiempos. Varios gritos de niños acompañaron el conocido tintineo.

-Venga, te invito a un helado.

-Vale.

Se levantaron del banco en el que se encontraban, encaminándose hacia el camión de los helados que se encontraba rodeado por una marabunta de niños ansiosos por azúcar glasé. Una serie de helicópteros sobrevolaron el parque en dirección sur.


Y aquí está el primer capítulo del crossover con GTA. Y para los menos puestos en el tema, no sufráis, puesto que he pensado en vosotros. Por si la moscas, vale decir que Liberty City está basada en Nueva York, y es la misma Liberty que se puede ver en los juegos de GTA IV, GTA The Lost and Damned y GTA The Ballad of Gay Tony. Con este detalle os podéis hacer una imagen previa de algunos de los sitios ya mencionados, pero por si aca, os he dejado marcados en negrita una serie de barrios, distritos y detalles varios para que vosotros miréis por vuestra cuenta, ya que es la única posibilidad viable. Lo ilustraría para complementar las descripciones, pero en un sitio como este es totalmente imposible, por lo que googlead las cosas en negrita y echad un vistazo a las imágenes que hay sobre todo en la wiki de GTA, que es muy ilustrativa también. Creo que es un escenario muy interesante que puede dar mucho juego con unos personajes como los son los de MLP, y por ahora me centraré en contar situaciones cotidianas antes de enredar la trama. Y eso es todo por ahora, comentad, dejad reviews y todo eso. ¡Nos leemos!