Mi querido Rey Koopa.
Me siento feliz de tenerte a mi lado, no sé si en verdad pueda expresarme lo suficiente pero quiero que sepas que eres lo más importante que he tenido en la vida. Se perfectamente que soy torpe, llorona y dramática, completamente llena de responsabilidades, dedicada a mi reino, sin tiempo para lo que más deseo. Pero a pesar de todos mis defectos puedo decirte que amo los tuyos. Aunque haya habido un montón de cosas malas y problemas en el pasado, hoy después de casi 10 años puedo decir que agradezco todo lo que nos haya sucedido.
Me he puesto a recordar nuestros momentos juntos, como salíamos a platicar después de la clase de costumbres, o al jardín principal del internado. Cuando íbamos a comer juntos en el descanso y compartíamos el almuerzo.
Esas veces en que me seguías a todas partes cuando estábamos juntos, las horas y días eran y son hermosos a tu lado. Recuerdo perfectamente todas esas miradas que nos dábamos desde lejos cuando no podíamos estar juntos durante las clases, esas peleas graciosas y sin sentido de todos los días, esos abrazos y apodos graciosos, y sobre todo, ese cariño que hay en tu mirada desde entonces.
A pesar de toda esa mala racha en nuestros pasados, de todo ese dolor, descontrol y tristezas, los reencuentros y todo ese cariño tras un largo tiempo en ausencia.
Mi dulce Bowser de mirada miel, esa mirada llena de dolor y desilusión, mi lindo dragoncito de cabello rebelde y sonrisa burlona. Te amo con cada parte de mi ser. Amo tu sonrisa, tu cabello, tu mirada, tu piel, tu calor, todo lo que hay en ti. Tus malas mañas me vuelven loca pero adoro eso de ti. Tu autenticidad, lo real que eres al estar conmigo. Lo pervertido que puedes llegar a ser, lo dulce que eres a mi lado, cada travesura, burla, beso. Y ahora, con cada secuestro fingido.
Pero, por el simple hecho de sentir tu presencia, aun sin verte, con el hecho de saber que existes. Es lo que me hace amarte, quizá no sea la única razón, puesto que no se exactamente como es que me enamore de esta loca y gran manera. Pero es la que siento cuando estas de pie frente a mi, cuando puedo oler tu perfume, cuando puedo sentir tu calor, y de reojo, ver tu mirada. Te pido, solo te pido, que te quedes a mi lado y me abraces fuertemente. Que no me dejes rota en algún rincón.
Te amo, que eso te quede claro. ¿Me has entendido? Tonto celoso y posesiva bestia. A espera de tu siguiente "visita".
Tuya, Peach.
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Sonriendo sutilmente se recargo en su cama, aquella carta de su amada princesa le hacia sentir feliz. Guardo la carta en su buro junto con aquellas que le había enviado con anterioridad.
Su mirada se torno traviesa.
-Bowsy, prepárate, iremos por mamà otra vez.-