Hola a todos. Este es mi primer fict. Espero que les guste y

critiquen ya sea positiva o negativamente el capítulo.

Se ambienta un año después de lo acontecido en la ciudad de York en el manga.

Modifiqué sólo el hecho de que la Araña aun no sabe que Hisoka no es un miembro legítimo jeje :P

Descargo de responsabilidad: HxH y sus personajes no me pertenecen.

Era una de las noches más frías en Londres, sus calles lucían cubiertas por un manto de nieve debido a la nevada que precipitaba desde aquella mañana, imposibilitando el paso por ciertas vías centrales de la ciudad y provocando congestión en la mayor parte de sus rutas transitables. Hace Bastante tiempo no acontecía una tormenta de esas proporciones en aquella ciudad, y sucedía que justo entonces cierta asesina se alistaba para enfrentarse a la situación, con el fin de lograr reunirse con sus colegas, que provenían de distintas partes del mundo y que la esperaban bajo la torre de Londres tal y como se había planeado meses atrás.

-Ha pasado un año ya desde nuestra última aparición como el Genei Ryodan. Un año desde el golpe en la ciudad de York. Aún se siente la adrenalina, como si hubiese sido ayer que nos enfrentamos a los miembros del Injú y al bastardo de la cadena… tanto ha pasado, y sin embargo siento como si hubiese sido ayer -pensaba Machi en una de las habitaciones del hotel "Royal Garden" mientras se preparaba para el reencuentro con sus camaradas.

Bajaba lentamente el elevador que la llevaba hasta el primer piso del lujoso hotel, tiempo que pasó pensando en los numerosos asaltos y asesinatos que había realizado junto a los demás ladrones y su líder. Recordaba lo aliviada que se sentía al pensar que él seguía siendo el mismo Kuroro de siempre, con su fuerza Nen recuperada todo volvería a ser como antes. Bueno, al menos eso era lo que ella esperaba, pero bien sabía que mientras ese maldito payaso siguiera formando parte de la Araña, siempre habría problemas, roces incómodos e inevitables dentro del grupo. Después de todo esa era su naturaleza, tan despreciable para ella que apenas toleraba el hecho de tener que cruzar alguna palabra con él cuando los miembros se reunían. Pero no podía negar que de no ser por él, su líder aún se encontraría en tan penosa situación, privado de su poder Nen por quien sabe cuánto tiempo. Era una sensación molestamente contradictoria la que le producía pensar en el mago; por un lado le estaba agradecida por haber encontrado al exorcista Nen pero por otro muy distinto, sentía un odio creciente hacia él, sabía que no era de fiar, era una persona impredecible, versátil y caprichosa hasta el punto de utilizar cualquier medida para conseguir su fin…sin embargo había algo más dentro de sus emociones, algo indistinguible para ella, algo que desencadenaba un nerviosismo ridículo cada vez que la miraba de esa manera tan penetrante, tan fija e inquisitiva como si tratara de desenmascarar algo en ella. Se estremeció inconscientemente al recordar lo último que él le dijo antes de marcharse de York - el elevador se detuvo repentinamente sacándola de sus pensamientos. Machi de recriminó por pensar estupideces en vez de concentrarse en su cometido, sobre todo por aquel ultimo pensamiento.

Al salir del elevador se dirigía hacia la puerta principal pensando en cómo rayos iba a conseguir llegar a la torre, probablemente los taxis no lograrían avanzar un metro sin cubrirse hasta el parachoques. En eso se encontraba cuando repentinamente alguien le tomó el brazo por detrás, haciéndola parar en seco y sacándola nuevamente de sus pensamientos

-¡Al fin te encuentro! He recorrido todo el maldito edificio tratando de localizarte, sabes. El bueno para nada del recepcionista se negó a darme tu número de habitación- dijo aquel hombre con aspecto de samurái, vestido con un traje morado similar a un kimono y con el pelo tomado como cola de caballo.

-Nobunaga ¿Qué haces aquí?- contestó Machi calmadamente. Le sorprendía el hecho de encontrarse con él tan repentinamente, pero era una experta en esconder emociones, después de todo vivía de eso.

-¿Cómo que qué hago? Vine a buscarte obviamente. Precisamente ahora están esperándonos en la azotea del edificio los demás, vamos no perdamos más tiempo- dijo, llevándosela del brazo como peso muerto de vuelta al elevador. Machi solo calló, no tenía sentido discutir con él, después de todo probablemente solo seguía instrucciones del líder, suponía que debió haber ordenado un transporte por aire hacia la torre dadas las condiciones atmosféricas.

-¿Ya están todos reunidos?-preguntaba Machi mientras se abrochaba los últimos botones de su elegante abrigo negro.

-Todos, sólo faltabas tú Machi…no, falta alguien más ahora que lo pienso. Pero las órdenes eran claras; reunirnos en la aeronave una vez que llegáramos a la base aérea. Como eras la única que se encontraba ya viviendo en Londres, debíamos buscarte una vez que estuviésemos todos reunidos. Que se las arregle solo para llegar a la torre ese tipo, de todas maneras a nadie le agrada ni le importa si lo logra o no.

- ¿De quién se trata?- Preguntó Machi sospechando de antemano la respuesta

-Del número 4- Respondió secamente Nobunaga, sin mencionar nada más hasta que llegaron a la azotea del edificio.

Una vez afuera la visibilidad era casi nula debido a la tormenta. Una vez en la aeronave Machi pudo ver reunidos a todos los miembros de la Araña, justo como había dicho Nobunaga.

-¡al fin llegan! que tanto demorabas Nobunaga. Llevamos más de treinta minutos esperándolos-Reclamó Feitan, uno de los miembros más jóvenes del Ryodan y a la vez uno de los más respetados entre los mercenarios.

-Basta de quejas- dijo de manera cortante Nobunaga, quien era conocido por tener poca paciencia- Sabes que siempre debemos utilizar Zetsu cuando nos encontramos solos en alguna parte que no sea nuestra guarida, Así evitamos ser descubiertos por visitas inesperadas. Por eso me llevó tiempo encontrarla idiota. Terminó de aclarar Nobunaga, con un tono notablemente molesto.

Feitan gruñó como respuesta, sabía que tenía razón. Utilizar de esa manera el Nen era su técnica para pasar desapercibidos por sus enemigos, los cuales no les faltaban en ningún lugar, debido a la reputación que se habían creado como famosos mercenarios y asesinos alrededor del mundo.

Continuaron el resto del viaje en silencio hacia su guarida bajo la torre Londres. Sabían que el líder ya estaría allí esperándolos con una nueva tarea. ¿Qué sería esta vez? ¿El robo de un casino famoso? ¿El exterminio de alguna tribu? O acaso sería algún trabajo relacionado con la mafia.

Mientras tanto en una de las torres del punto de reunión, se encontraba un hombre con apariencia similar a la de un arlequín, una figura alta y esbelta, con cierta aura siniestra. Esperando pacientemente, reposaba cerca de un ventanal que daba una perfecta visión hacia la "puerta de los traidores" por donde prontamente tendrían que hacer su aparición el grupo de asesinos que esperaba.

Cuanto más van a tardar-pensaba para sí mientras barajaba un juego de cartas y las arrojaba al azar bajo el ventanal. No podía evitar pensar en la última vez que la vio. Machi era la única persona que valía la pena considerar dentro de ese grupo de incompetentes- pensaba mientras arrojaba otra carta. Había algo acerca de esa asesina que le llamaba profundamente la atención, quizás era por su forma de utilizar el Nen. Él siempre la admiró por eso, Pero no, había algo más, algo que aún no podía dilucidar, que incluso lograba molestarlo un poco por pensar tanto en una persona, algo totalmente opuesto a su forma de ser.

Pensaba en la última vez que la vio, en la ciudad de York….

(Flashback)

Sabía que no le agradaba, es más, tenía la impresión de que ella huía de él por miedo, cada vez que se presentaba la oportunidad de estar a solas. Era algo normal para él, después de todo era su juego favorito, disfrutaba lograr tal reacción en los demás hacia su persona. Esa última noche con el Ryodan se dispuso a comprobar su teoría y esperó el momento indicado para tener la oportunidad de estar con ella, sin interrupciones de terceros.

A Machi le tocaba turno de vigilancia aquella noche, paseaba por los pasillos de esa inmensa edificación abandonada. Cubría una parte importante del perímetro de vigilancia con hilos hechos de Nen tan finos e imperceptibles que cualquiera que tratara de ingresar a su territorio sería captado inmediatamente sin tener siquiera la oportunidad de saber qué lo delató. Un silencio total se hacía presente mientras se encontraba en un pasillo iluminado sólo por la luz de la luna que entraba por una grieta en una de sus paredes. Miraba fijamente la luna apoyada sobre la pared en ruinas, parecía hipnotizada por el haz de luz que irradiaba. Sumida en sí misma no se percató de la mirada de Hisoka que se acercaba en la oscuridad cautelosamente hacia ella, lentamente cada vez más, hasta quedar a 5 pasos de ella. Se detuvo para no asustarla- Se veía tan hermosa bajo la luz de la luna –pensó

Con una voz suave y un tono encantador se dispuso a romper el silencio- Bonne nuit mon chéri

Inmediatamente reconoció esa voz, con ese acento característico de él. Salió de su trance y lo quedó mirando fijamente, encontrándose con sus ojos color ámbar, clavados en los suyos, peligrosamente cerca de ella. Se sorprendió de no haberse percatado de su presencia antes. ¿Acaso ocultaba tan bien su aura asesina?

Tratando de ocultar su sorpresa y nerviosismo por la situación, desvió la mirada hacia un farol que se veía desde la muralla. Le respondió con tono cortante y evidentemente molesto- Qué haces aquí Hisoka.

Le encantaba verla enojada, tenía una expresión única y le parecía aún más atrayente. Por lo que continuó con su juego. – He venido a disfrutar este momento Machi, nunca he tenido el honor de tu compañía a solas, aunque tristemente veo que la luna tiene toda tu atención esta noche. Respondió con tono seductor mientras avanzaba los pasos faltantes para llegar a su lado, quedando lo suficientemente cerca como para sentir toda su presencia, colocando uno de sus brazos en una pared detrás de ella cerrándole el paso.

Machi no podía creer lo que escuchaba y apenas si podía procesar el hecho de tenerlo tan cerca de ella. Sintió por un momento que no podía retroceder, su cuerpo no le respondía. Todo el acto del mago fue demasiado repentino como para reaccionar a tiempo. ¿o acaso no quería alejarse de él?.

Reaccionó finalmente, lanzándole una mirada peligrosamente amenazadora- Muévete o te muevo, tú eliges.

Se demoró un poco en responder a su amenaza. Pensó en lo divertido que sería verla tratar de hacer que retrocediera, pero luego lentamente retiro su brazo y replegó unos cuantos pasos. No quería arruinarle la noche, sólo estaba probándola un poco, era suficiente para él. De todas formas ya estaba claro que miedo no era lo que la hacía huir de él.

No pretendía alterarte Mon Chérie, pero verás, para mi eres tan atrayente como la luna lo es para ti. Declaró encantadoramente con una leve sonrisa en su rostro mientras la miraba por última vez, de esa manera que a ella la ponía a la defensiva inmediatamente. Luego dio dos pasos hacia atrás y giró dirigiéndose hacia la salida.

Payaso- fue todo lo que obtuvo por respuesta. Pero eso bastaba, después de todo el tono con el que lo pronunció fue algo inesperadamente sereno según su apreciación. Cosa que le quito una pequeña sonrisa.

Adieu- Se despidió

Machi se quedó unos segundos procesando. La descolocaba de manera repetitiva, ese idiota era realmente estresante. Luego, percatándose de que Hisoka abandonaba la guarida pensó en detenerlo, pero, sólo se quedó observándolo. No tenían nada más que hacer en esa ciudad, el golpe estaba hecho y de todas formas el resto de los mercenarios se iba en la mañana y realmente no importaba mucho si permanecía en el lugar unas cuantas horas más.

Todo lo que hace lo piensa según su beneficio, cualquier movimiento o decisión que toma es previamente calculada, totalmente fingida. No, Hisoka no era alguien en quien confiar… y nunca lo sería.

(Fin del flashback)

Parecía distraído recordando aquella noche, con una sonrisa levemente dibujada en su rostro, mientras sacaba una de las cartas y las interpretaba a su modo. Sin embargo, detectó inmediatamente una presencia que se acercaba cautelosamente hacia él, a pasos apenas perceptibles.

Llegas temprano Hisoka- pronunció una voz profunda perteneciente a aquella presencia, desde uno de los pasadizos secretos que daba a la torre donde se encontraba el mago.

Al contrario, mon amie, eres tú el que llega tarde - respondió serenamente con el acento francés que lo caracterizaba.

Estaba utilizando Zetsu. Es impresionante el poder de percepción que posee, realmente creí que estaba distraído con sus cartas. Pensaba el líder de la Araña mientras recorría con la mirada el lugar que sería el punto de reunión con sus asesinos. Se dirigió hacia el centro de la torre y se dispuso a esperar al resto de los integrantes en silencio. Pero el mago que no le quitaba la mirada de encima, planeaba sabotear su plan saltando ágilmente desde el ventanal en el cual se encontraba y dirigiéndose hacia él, preguntó de manera burlona – Y… en qué lugar quedó el resto de la araña?

Kuroro le lanzó una mirada lo suficientemente seria como para poner tenso el ambiente. Él no iba a permitir que nadie se burlara del Ryodan y menos un idiota como el que tenía al frente. – Si hubieses esperado a los demás en la aeronave, como acordamos, lo sabrías Hisoka. Le dijo de manera recriminatoria.

-Tal vez, pero aborrezco los paseos grupales. Contestó con tono burlesco.

El ambiente era cada vez más tenso y se podía detectar un evidente choque de liderazgo y fuerza entre las dos personalidades que esperaban en la oscura torre. Hisoka siempre buscaba cómo provocar al líder del Ryodan. Siempre ansiaba pelear contra él, pero nunca tendría la oportunidad de hacerlo de manera apropiada si este no lo atacaba primero.

Cuanto me alegra escuchar eso Hisoka- hizo eco una sarcástica voz que provenía de uno de los pasadizos secretos que conducían hacia ese lugar.

Feitan- saludó Kuroro dirigiéndose hacia él. – ¿Están todos aquí?

Por supuesto, están asegurando el área líder- contestó enseguida el joven mercenario.

Al rato fueron llegando de manera simultánea todos los miembros del Genei ryodan por los distintos pasadizos que conducían a la torre principal. Reencontrándose con su líder. Una vez más la araña estaba completa, latente y lista para su próximo golpe.