ETERNAMENTE TUYO

Nota: Adaptación de la historia corta titulada "Bailarines de la Oscuridad" de Charlaine Harris.

Dedicado a todas aquellas chicas que esperan las continuaciones de mis fics, una enorme disculpa, pronto me pondré al corriente.

Capítulo 1

Andy hizo una pausa para respirar profundamente antes de empujar la puerta con el cartel de Golden Sun y Silver Moon Entertainment & Productions. Se había asegurado que llegaría justo a tiempo para su entrevista. La desesperación la agarraba como una tenaza: Tenía que obtener este trabajo, aún si las condiciones eran desagradables. El dinero no sólo le haría posible continuar sus cursos de medicina, las horas de trabajo se complementaban con sus clases.

"De acuerdo, frente alta, pecho afuera, hombros rectos, sonrisa grande, manos bonitas" Andy se dijo a sí misma, como su madre le había dicho mil veces. Había dos uno morocho, uno pelirrojo, y una mujer. En un rincón, en una barra, una chica con cabello negro corto se desperezaba. La chica podría tener dieciocho, la misma edad que Andy.

La mujer mayor tenía una expresión dura, costosamente vestida, quizá cuarenta. Su vestido pantalón había costado más que tres de los trajes de Andy, al menos los que ella usaba para las clases todos los días. Ella pensaba acerca de esa ropa como trajes: pantalones vaqueros viejos y camisas sueltas compradas en la tienda de economía, botas de excursionismo y gafas grandes con poco aumento. Estaba oculta en ese conjunto en ese momento, y Andy se percató por la cara de la mujer que su apariencia era una sorpresa desagradable.

¿Tú debes ser Andy? – preguntó la mujer mayor. Andy asintió con la cabeza y extendió su mano.

Andy Blanca. Un placer conocerlos - dos mentiras en fila. Comenzaba a ser una segunda naturaleza, o incluso, y esto era lo que más la asustó, su primera naturaleza.

Soy Mireya Scott. Soy dueña de Golden Sun y Silver Moon Entertainment & Productions – sacudió la mano de Andy de forma firme y enérgica.

Gracias por aceptar verme bailar - Andy embutió su aprensión en una esquina de su mente y sonrió confiadamente. Había resistido los juicios de desconocidos incontables veces - ¿Dónde me cambio? - dejó su mirada pasar directamente sobre los caballeros, sus socios potenciales, especuló. Al menos eran ambos más altos que sus ciento setenta centímetros. No los se presentó ante ellos. ¿Seguramente estaba siendo grosera al ni siquiera admitir su presencia? Pero Mireya no los había presentado.

Allí dentro - había un espacio a un lado del cuarto, como un probador en una tienda. Andy entró en un cubículo. Fue fácil sacarse la ropa de talla muy grande y las botas estropeadas acordonadas, un placer verdadero ponerse encima la malla negra, calzas ciruela profundo y una ondeante falda para dar la ilusión de un vestido mientras bailaba. Se sentó sobre un taburete para ponerse tacos T-Strap, llamados zapatos de carácter, entonces se paró para sonreírle experimentalmente a su reflejo en el espejo. "Frente alta, pecho fuera, hombros rectos, sonrisa grande, manos bonitas" repitió silenciosamente. Andy sacó el clip de su cabello y lo cepilló hasta que cayó en una cortina pesada por debajo de sus omóplatos. Su cabello era una de sus mejores características. Era de un profundo color dorado, con rizos. El color casi hacía buena pareja con sus profundos y dramáticos ojos verdes.

Andy sólo necesitaba sus gafas para leer lo escrito sobre la pizarra, así que los guardó en su estuche y los metió en su mochila. Se apoyó cerca del espejo para inspeccionar su maquillaje. Después de años de mirarse en el espejo con la confianza de una chica hermosa, ahora examinó su cara con la incertidumbre de una mujer maltratada. Había fotos en un archivo de la oficina de su abogado, fotos de su rostro amoratado e hinchado. Su nariz, bien, se veía muy bien ahora.

El cirujano plástico había hecho un gran trabajo. También el dentista.

Su sonrisa vaciló, perdió intensidad. Se puso derecha otra vez. No podía permitirse el lujo de pensar en eso ahora. Era hora del espectáculo. Se volvió hacia la puerta y salió.

Hubo un momento de silencio mientras los cuatro en el cuarto tomaron nota de la transformación de Andy. El caballero más oscuro se vio complacido; la expresión del castaño no cambió. Eso complació a Andy.

¡Nos estabas engañando! - dijo Mireya. Tenía una voz profunda, rasposa - estabas disfrazada - "Mejor recuerdo que Mireya Scott es perceptiva" se dijo Andy a sí misma - Bien, probemos en la pista de baile, ya que definitivamente pasas en el departamento de aspecto general. A propósito, es Goleen Sun para la que quieres probar, ¿correcto? ¿No Silver Moon? Te podría ir muy bien en poco tiempo con Silver Moon, con tu rostro y cuerpo.

Fue el anuncio de Golden Sun el que había contestado. "Se busca bailarina, tener experiencia, habilidades sociales, discreción " decía "Salario más propinas".

¿Cuál es la diferencia? - preguntó Andy.

Silver Moon, pues bien – no hubo un atisbo de duda en la voz de Mireya - tienes que estar dispuesta a tener relaciones sexuales en público. - Andy no podía recordar la última vez que se había escandalizado, pero se escandalizó ahora.

¡No! - dijo, haciendo un intento para no sonar tan horrorizada como se sentía - Y si esta prueba tiene cualquier cosa que ver con quitarme la ropa…

No, Golden Sun es estrictamente para bailar – dijo Mireya. Estaba tranquila acerca de eso - Como el anuncio decía, harás equipo con uno de ellos. Cualquier clase de baile en una fiesta, vals, hip-hop. El tango es muy popular. Las personas justamente quieren que un equipo de baile sea la pieza central de la noche, comience la fiesta. Con la moda de los vampiros, a la gente le gusta que al final se simule morder a la chica.

Ella sabía eso; estaba en el anuncio, también. Ella sabía que esa agencia era famosa por su sentido morboso y que de hecho no solo se simulaba el mordisco, el socio que "actuaba" como el "vampiro" debía morder en serio y dejar escurrir un poco de sangre sobre sus labios. Se encogió de hombros, la pérdida de un sorbo de sangre no la afectaría. Ella había sido herida mucho peor.

Después de que bailan en equipo, a menudo estás obligada a quedarte por una hora, bailando con los invitados - continuó Mireya - Luego te vas a casa. Me pagan una tarifa. Yo te pago a ti. Algunas veces obtienes propinas. Si acuerdas algo aparte y yo me entero, estás despedida - le tomó a Andy un minuto entender qué había querido decir Mireya, y su boca se contrajo - Más o menos los mismos arreglos se aplican a Silver Moon, pero el entretenimiento es diferente, y la paga es más alta.

Andy recuperó el equilibrio en cuando se dio cuenta que Mireya estaba simplemente siendo práctica. Sex performer, asistente de mago o bailarina, a Mireya no le importaba.

Golden Sun - dijo firmemente.

Golden Sun entonces – confirmó Mireya.

La chica morena fue a la deriva hasta Mireya. Tenía ojos pequeños color avellana y una boca llena que estaba pronta a sonreír. No sonreía ahora.

Mientras Mireya buscaba entre una pila de CD. Habiendo escogido un CD, Mireya golpeó ligeramente el brazo de uno de los caballeros.

Andréu, tú primero.

El hombre más alto de cabello oscuro, quién vestía pantalones cortos de ciclismo y una remera vieja, sin mangas, se paró frente a Andy. Era muy buen mozo, muy exótico, con piel dorada y suave cabello corto. Andy supuso que era de herencia eurasiática; sus ojos oscuros eran levemente rasgados. Él le sonrió. Pero había algo en su apariencia en lo que no confió, y ella siempre prestaba atención a ese sentimiento... por lo menos, ahora lo hacía. Después de un vistazo rápido a su cara, mantuvo los ojos enfocados en su clavícula.

Andy tenía cierta aprensión a volver a bailar con un hombre, pues aquello implicaba una conexión física, desde que había pasado "eso", el solo hecho de sentir las manos de alguien en su cuerpo, le provocaba nauseas. Habría estado encantada de girar sobre sus talones y salir del lugar, pero esa opción no estaba disponible. Sus ahorros se habían acabado. Debía su alquiler. La llegada de la cuenta del teléfono era inminente. No tenía seguro. Escuchó la voz de su madre, recordándole, "Pon acero en esa columna, querida". Buen consejo. Lástima que su madre no lo había seguido.

Mireya hizo arrancar el reproductor de CDS, y Andy puso una mano en el hombro de Andréu, extendió la otra para su agarre. Sus manos estaban tranquilas y secas. Ella hizo un intento para suprimir su temblor. "No tiene que gustarte un tipo para bailar con él" se aconsejó a sí misma. La música era una melodía bailable casi genérica. Comenzaron con un paso doble simple, luego un paso de caja. La música aceleraba, progresando para bailar la giga. Andy encontró que casi podía olvidar que su compañero era un hombre. Andréu realmente podía bailar. ¡Y era tan fuerte! La podía levantar con facilidad, girarla, lanzarla sobre su cabeza, hacerla girar a su espalda. Se sintió liviana como una pluma. Pero no se había equivocado sobre el brillo en sus ojos. Aun mientras bailaban, sus manos viajaban sobre su cuerpo más de lo que deberían. Tenía suficiente experiencia con hombres – más que suficiente experiencia – para predecir la forma en que su relación iría, si comenzaba así.

La música llegó al final. Él observó su pecho moverse de arriba a abajo por el ejercicio. Él no estaba ni siquiera agitado. El caballero se inclinó ante Andy, sus ojos bailando sobre su cuerpo.

Un Placer - dijo. Para su sorpresa, su voz era netamente americana. Ella asintió con la cabeza.

Excelente - admiró Mireya - Ustedes dos se ven bien juntos. Andréu, Anlluly, pueden irse ahora, si quieren - la morena y Andréu no parecieron querer. Ambos se sentaron en el piso, con las espaldas contra los espejos enormes en las paredes del cuarto. - Ahora baila con Terrence Granchester, nuestro aristócrata inglés- dijo Mireya - Necesita a una compañera nueva, también - Andy debió verse ansiosa, porque la mujer mayor se rió y dijo - La compañera de Terry se comprometió en matrimonio y dejó la ciudad. La de Andréu terminó la escuela de medicina y comenzó su residencia. ¿Terry?

El segundo caballero dio un paso adelante, y Andy se percató que no se había movido en todo el tiempo que ella había estado bailando con Andréu. Ahora él le dio a Mireya una inclinación de cabeza muy fría y examinó a Andy tan estrechamente como ella lo examinaba.

El polvo pudo haberse asentado en Terry, por lo quieto que se quedó. Era más bajo que Andréu, pero todavía quizá diez centímetros más alto que Andy, y su largo cabello castaño y lacio estaba atado atrás en la nuca. Por supuesto, Terry era blanco, pero con un bronceado que hacía parecer su piel hermosa. La boca del caballero inglés era como una M mayúscula. Las esculpidas partes bajas lo hacían parecer un poco caprichoso, un poco petulante, pero eso era simplemente la forma en que su boca estaba hecha. Se preguntó cómo se vería si sonriese. Los ojos de Terry eran azules o ¿verdes? oscuro, y tenía una afilada nariz.

Ella enfocó la atención en su puntiaguda barbilla. Se sintió más tranquila – aun si era alguna clase de realeza, según Mireya. Él pareció completamente indiferente a su aspecto. Eso, en sí, era suficiente para relajar sus músculos.

¿Bailarás? – preguntó él, formalmente.

Sí, gracias – dijo ella automáticamente. Mireya echó a andar el reproductor de CDS otra vez. Había escogido un CD diferente esta vez.

Bailaron vals primero, moviéndose tan suavemente que Andy sintió que se deslizaba por el piso sin que sus pies tocaran la madera.

Gira después - murmuró él, y sus pies verdaderamente dejaron el piso, su falda negra revoloteó en un arco, y luego estaba abajo otra vez y bailando. Andy disfrutó más que en años.

Cuando estaba terminando, cuando ella vio que sus ojos estaban todavía fríos e impersonales, fue fácil girar hacia Mireya.

Si usted se decide y quiere que yo trabaje para usted, me gustaría bailar con Terry.

El destello de petulancia en la cara de Andréu sobresaltó a Andy. Mireya se vio un poco asombrada, pero no disgustada.

Grandioso – dijo ella - No siempre es fácil... - entonces se detuvo, percatándose que de cualquier forma que terminase la frase podría ser indiscreta. Anlluly estaba radiante.

Entonces bailaré con Andréu – dijo ella - Necesito a un compañero, también.

"Por lo menos hice feliz a Anlluly" pensó Andy.

Tenemos reuniones de personal una vez al mes, Golden Sun y Silver Moon conjuntamente – dijo Mireya, enérgicamente. - Tienes que asistir. Si no te presentas a un compromiso y no estás en el hospital con una pierna quebrada, estás despedida. Si te peleas con Terry, mejor que no sea en público.

¿Para qué son las reuniones? - preguntó Andy.

Necesitamos conocernos unos a los otros - aclaró Mireya - Y necesitamos compartir problemas que tenemos con los clientes. Puedes evitar muchas situaciones si sabes quién va a ser un problema.

Era nuevo para Andy que podría haber un "problema". Cruzó los brazos sobre el pecho, sintiendo repentinamente frío en el leotardo ciruela. Luego ella miró hacia abajo al contrato y vio lo que le pagarían por evento. Supo que firmaría; pondría el contrato en las manos de Mireya al día siguiente, así podría comenzar a trabajar tan pronto como fue posible.

Pero después que había regresado a su barato apartamento, que quedaba en la parte decididamente insegura de Bonx, Andy estudió el contrato. Nada en el lenguaje simple era una sorpresa; todo era como Mireya le había dicho. Había algunas reglas más, como artículos de cobertura como dar aviso y mantener cualquier traje prestado del stock de la compañía, pero el contrato era básico. Renovable, si ambas partes querían, después de un año.

La siguiente mañana, Andy se arropó en la enérgica mañana de primavera del medio oeste y salió temprano hacia el campus así tendría tiempo para desviarse. Había una ranura de correo en la puerta del viejo edificio que alojaba a Golden Sun/Silver Moon. Andy atizó el papel doblado a través de la ranura, sintiendo profundo alivio. Esa noche Mireya llamó a Andy para programar su primera sesión de práctica con Terrence Granchester.