Disclaimer: Los personajes no son míos, escribo esta historia con el único afán de divertirme y entreteneros.
Dedicado a Aykasha-peke, por ser una amiga excepcional y por estar siempre ahí cuando la necesito. ¡Te quiero mucho cariño!
You're the one for me
Capítulo 1
Se acostó en el pecho de su amante, acariciándolo ausentemente con pequeños círculos, causando que el chico sobre el que se apoyaba sonriera suavemente.
.-¿Crees que mi madre y Remus se lleven bien? -preguntó, deseando que la respuesta fuera afirmativa.
.-Eso espero, realmente hacen buena pareja -repuso el moreno.
.-Como nosotros ¿no? -dijo luego.
.-Como nosotros.
Mientras tanto, en la Mansión Malfoy, Remus Lupin y Narcisa Black -la cual había acogido su apellido de soltera cuando su ex-marido fue entregado a los dementores para recibir el beso-, conversaban amenamente, hablando sobre trivialidades y sonriendo cómplices. Llevaban enamorados muchos años, a pesar de que Draco y Harry les habían presentado sin saber que se conocían de antes.
.-Bueno -dijo Remus, ya sin saber qué tema de conversación sacar- ¿puedes decirme por qué finalmente no te uniste a los mortífagos?
.-Realmente nunca quise hacerlo, mi matrimonio con Lucius fue concertado, mis padres me obligaron. Creo que en el fondo siempre fui como Sirius, solo que él tuvo el valor de enfrentarse a la familia y yo, en cambio, no pude hacerlo. Simplemente hice lo que me decían sin protestar. Pero no me uní a Voldemort porque no compartía, ni comparto, sus opiniones, no creo que los sangre sucia sean una deshonra para los magos, sin ellos, habríamos dejado de existir, aunque fueron los que en un principio intentaron acabar con nosotros -explicó la rubia.
.-Lo entiendo, a mí también me ofrecieron unirme a ellos, como debes saber, los hombres lobo somos lo suficientemente sangrientos como para matar sin escrúpulos, pero yo no puedo hacerlo. Sé que es antinatural viniendo de alguien como yo, pero las cosas son así. Soy un blando -sonrió-. Por eso rechacé su proposición y me uní a la Orden del Fénix.
Se quedaron en silencio durante unos instantes, mirándose intensamente y sonriendo como dos bobos, cómplices.
Remus observaba la belleza del rostro de Narcisa. Su pelo tan rubio, fino y sedoso, sus ojos tan claros y fríos y a la vez cálidos, su cuerpo de suaves curvas y de esa piel tan pálida y límpida y seguramente tan suave, tan linda en todo su esplendor que le volvía loco.
Y Narcisa mientras tanto observaba la vejez del rostro de Remus, a pesar de que ella sabía que el hombre lobo no contaba con más de cuarenta y cinco años, al igual que ella. Sin duda ser un licántropo debía ser duro, sus facciones lo demostraban. Sus mechones entrecanos descansaban sobre su frente lisa, dándole un aspecto tremendamente sexy. Y le vio así, tan lindo y tan dulce, tan pálido y tan resignado a su condición, que sin apenas darse cuenta su mano se deslizó hacia la mejilla del hombre, acariciándole suavemente y con tanta dulzura y cariño que Remus sintió ese contacto como si fuera uno aún más profundo.
Llevó su mano a su propia mejilla y la colocó sobre la de Narcisa, acariciándola con su palma, que, aunque áspera, a ella le pareció la más suave del mundo. Era un contacto tan dulce y tan anhelado por ambos que se dejaron llevar y sin darse cuenta sus rostros se acercaron hasta que sus labios casi se rozaban, y entonces Remus lo decidió; a pesar de que nunca se había arriesgado con ninguna mujer a ir más allá de una noche de pasión, por Narcisa lucharía hasta el cansancio, y si tenía que sacrificarse por ella, lo haría; al fin y al cabo ya no existía Señor Oscuro que amenazara sus vidas, Harry se había encargado de eso. Pero aun así sabía que no podría vivir con esa mujer ¿y si en una de sus transformaciones se descontrolaba y la atacaba?
Y a pesar de sus negativos pensamientos la besó, sólo un inocente roce, pero Narcisa sintió que había tocado el cielo. Tantos años anhelando ese contacto… era demasiado, incluso para ella.
.-Te amo -dijo Harry antes de penetrar suavemente a su amante. Llevaban tantos años haciendo eso que ya ni siquiera se detenía a buscar la entrada de su pareja, simplemente se introducía en él mientras le besaba con ansia.
Draco se abrazó a su espalda al sentir a su moreno entrar con tanta delicadeza en él, amándole como sólo él sabía hacerlo. El chico le miró con tanta dulzura que sintió que se derretiría. No podía parar de gemir suavemente, entre besos, mientras su amante entraba y salía de él con suavidad, besando su rostro con todo el amor que guardaba dentro.
.-No sabes cuánto te quiero -dijo el moreno entrelazando sus manos con las de su rubio para moverse al mismo ritmo, amándose y acariciándose con anhelo, como tantas veces en esos ocho años que habían mantenido su relación, amantes furtivos, siempre en secreto. No deseaban que nadie se enterase de que estaban juntos mientras Voldemort siguiera vivo, principalmente porque Draco era un espía a favor de la Orden del Fénix y no pretendían que fuera torturado cruelmente y luego asesinado sin piedad; realmente Harry era el que no lo deseaba, a Draco le daba igual mientras Harry siguiera luchando y fuera feliz, aunque sabía que el moreno no lo sería si no estaba junto a él, el Gryffindor lo había repetido millones de veces.
Continuaron moviéndose acompasadamente, sin parar de besarse y susurrarse palabras tiernas al oído. Finalmente, una mano del moreno se deslizó entre sus cuerpos entrelazados y acarició la erección de Draco, masturbándolo sin dejar de penetrarle, ahora rápidamente y con más fuerza que las anteriores veces.
.-Te amo… -gimió Draco al llegar a un brutal orgasmo, arqueándose en un ángulo imposible y gimiendo incoherencias una detrás de otra, incoherencias que Harry comprendía apenas sin proponérselo.
Continuaron besándose con mucho cariño, Remus estrechando el rostro de la mujer con infinita dulzura y ella tironeando levemente de los mechones entrecanos de la nuca de él. Se separaron finalmente en busca de aire y se miraron intensamente a los ojos. Narcisa esbozó una tímida sonrisa y Remus correspondió el gesto, con cariño, sonriendo más ampliamente de lo que lo había previsto.
.-Remus… yo… -comenzó la mujer, no sabiendo qué decir a continuación.
.-Shhh… -la cortó él, poniendo suavemente un dedo sobre sus labios, callándola-, te amo.
Ella sólo sonrió y le volvió a besar, aún más intensamente que antes, haciendo que Remus rodeara la cintura de la mujer con sus fuertes brazos, estrechándola contra sí.
El despertador mágico comenzó a sonar y, con un movimiento de varita -la cual tenía siempre bajo la almohada-, Draco lo hizo estallar, sin pronunciar ni una sola sílaba. Fue entonces que Harry se espabiló, ligeramente cabreado. Cuando Draco entraba a trabajar antes que él, el despertador sonaba durante un buen rato más. Sin embargo, cuando era él el que entraba antes al trabajo, siempre pasaba lo mismo.
.-¡Draco! -exclamó enfadado, el rubio lo miró con una sonrisa en los labios.
.-¿Qué? -preguntó inocentemente, aún adormilado.
.-¿Quieres dejar de hacer eso de una vez? -preguntó, aunque enternecido por el aspecto de su amante recién levantado -que él encontraba perfectamente encantador-, algo picado aún.
.-¿Hacer el qué? -preguntó el aludido, haciéndose el tonto esta vez.
.-Hacer estallar el despertador siempre que yo entro a trabajar antes, yo no lo hago cuando te toca a ti -le reprochó Harry.
.-Pero… es que… -hizo un pucherito que enterneció aún más a su amante-, no quiero que te vayas tan pronto.
Se abrazó a su pecho y le besó en el cuello, lamiendo levemente la suave piel.
.-No hagas eso Draco, por favor -suplicó el moreno, no queriendo sucumbir ante el contacto de su pareja.
.-Vamos… -intentó convencer el rubio-, quédate aquí hoy. Por un día que no vayas al Ministerio no creo que te echen de menos.
.-Cariño, soy el jefe de la división de aurores -dijo, viendo como Draco fruncía el ceño. Odiaba que su amor se arriesgara tanto día a día, no soportaría perderle, ya había estado a punto de hacerlo una vez-. Me echarán de menos, y seguramente Hermione se presentará aquí a buscarme, ya sabes como es.
.-Es una pesada, le he pedido mil veces que te deje quedarte aquí una mañana, pero no le da la gana, y eso que no es tu superior.
.-Ya, pero es mi amiga y, como tú deberías, no quiere que me despidan -reprochó el moreno, frunciendo levemente el ceño.
.-Yo tampoco quiero que te despidan, pero casi no tenemos tiempo para nosotros, en especial ésta semana, tú estás de mañana y yo tengo negocios por la tarde. Sólo nos vemos por la noche, y sabes que me gusta pasar tiempo contigo.
.-A mí también me gusta Draco, pero tenemos unas obligaciones.
.-¿Sabes? -confesó el rubio-. A veces me gustaría volver atrás, en el colegio estábamos mucho más tiempo juntos.
.-Sí, pero siempre teníamos que escondernos, y ahora no -recordó el Gryffindor-. Y ya déjame irme, tengo trabajo que hacer. Hay un montón de informes que esperan por mí.
El rubio le besó una última vez antes de dejarle ir. Y Harry, levantándose completamente desnudo, y sin ningún pudor, se metió en el baño para darse una ducha y vestirse. Cuando terminó se acercó a su amante, que aún reposaba en la cama, y le besó fugazmente en los labios, antes de partir en dirección al Ministerio; ya desayunaría allí.
¡Hola¿Os gustó? Espero que sí; es un reto que me puso Aykasha-peke, y que he empezado a hacer con mucho gusto. Realmente espero que os haya gustado este capítulo D Probablemente tenga tres capítulos, quizá más, pero aún no estoy segura, pues no lo he terminado. Bueno, espero que realmente os guste y que dejéis miles de reviews, al menos para darme ánimos a continuar.
¡Muchas gracias por leer!
·PaddyPau·
Miembro de muchas órdenes
