Bad Luck Tour

Por Geisha Sakura

Prólogo: este fanfic fue el primero que hice, y el primero de Gravitation, era más bien un experimento para agarrarle la onda a esto de la fanfiqueada, por lo que no tiene historia, con esto quiero decir que no hay un punto o tema central alrededor del cuál se desarrollen las cosas, no hay un nudo, ni un clímax, son solamente eventos que van ocurriendo. Por lo que no esperen un argumento profundo, porque no lo tiene... es todo un pretexto para situaciones graciosas y lemon gratuito. XD Si lo anterior no les importa y nada más se quieren divertir un rato, pues adelante, léanlo.

Capítulo I
El atuendo de Shuichi.

Sonrió. De manera apenas imperceptible, pero de una manera tan cálida y sincera que estremeció a la otra persona. Él se acercó, los hermosos ojos violetas se agrandaron aún más, un leve rubor cubrió sus mejillas. Él volvió a sonreir, tomó entre sus brazos el cuerpo de la persona amada, sintiéndola estremecerse ante su contacto. Qué hermoso era ese ser, lo adoraba con todo su corazón aunque a veces no quisiera admitirlo, posó sus labios en los que ya estaban listos para recibirlo, tan dulces y ansiosos del contacto. Sus brazos se cerraron aún más, disminuyendo aún más la distancia entre sus cuerpos, como si no quisiera que ella se le escapara nunca.....

- ¡¡¡YUKIIIIIIIIIIIIIII!!!!!!!!!! ¡¡¡¡¡Ya llegueeeeeeeeeeeeeee!!!!, ¿dónde estás?

El rubio escritor levantó la vista de su laptop, la inspiración se le acababa de esfumar, tan bien que le estaba quedando la escena de su nuevo libro, donde por pura casualidad había una hermosa chica de ojos color violeta como protagonista.

- ¡¡¡Yukiiiiiiiiiiiii!!! ¡¡¡Te tengo una sorpresaaaaa!!!!! ¡¡YUKIIIIIIIIIII!!!

Yuki suspiró, resignándose por completo a terminar más tarde su escrito. Más valía responderle a su escandaloso amante o los vecinos se quejarían, otra vez, del ruido que hacía.

- Estoy en el estudio Shuichi- dijo el novelista, quien escuchó después unos rápidos pasos, similares a una estampida de animales salvajes, acercándose.

-¡¡¡ Yukiiiiii!!!- ¡paf! Una bola pelirrosa se había estrellado contra él tirándolo de la silla.- ¡¡Te extrañé mucho Yukiiii!!- dijo Shuichi mientras cubría de besos a su novio. ¿Y tú?, ¿pensaste en mí durante el día?- preguntó con ojos expectantes el joven cantante mientras abrazaba más fuerte al rubio.

-Quisieras- gruñó el escritor- ahora bájateme de encima, que me estás lastimando la espalda.

-Ups, perdón Yuki, jeje. Es que me emocioné mucho- respondió Shuichi quitándose del pecho del novelista y ayudándolo a levantarse.

-Sí, sí.... como sea....¿No dijiste que me tenías una sorpresa?- murmuró mientras se ponía de pié, fingiendo que no le interesaba, aunque en realidad sí tenía curiosidad.

-¡¡Jejeje- ¡¡siiiii!!- contestó alegremente Shuichi, recogiendo una bolsa de papel que había tirando con el choque. Espérame en el dormitorio en 10 minutos, y no hagas trampa, ¿eh?- instruyó el joven mientras salía corriendo con las mejillas sonrosadas, no sin antes regresar para darle otro beso a su gruñón amante.

¡Smack!- ¡Te quiero Yuki!

Así es que una sorpresa... una sorpresa que le mostraría en la habitación.... Yuki sonrió maliciosamente, imaginándose de qué podría tratarse, muchas ideas pasaron por su mente, ninguna de ellas apta para menores de edad.

Diez minutos, ya era hora, Eri caminó con paso firme, pero expectante, hacia el dormitorio, donde se encontró con la puerta cerrada, tocó suavemente con los nudillos- ¿Shu?- ¿listo?, voy a entrar- era más una afirmación que una pregunta, porque estuviera o no preparado lo que su pequeño amante estaba planeando, las cosas que había estado pensando lo habían puesto en tal estado que requería urgentemente al cantante.

- Sí, Yuki, todo listo, pasa- la voz de Shuichi le respondió del otro lado de la puerta, sonaba algo entrecortada y tímida, el escritor comenzó a sentirse invadido nuevamente por una cálida sensación. Puso su mano sobre la perrilla y empujó la puerta, su mente a mil por hora en toda clase de fantasías, y lo que vio lo dejó gratamente sorprendido, satisfaciendo por completo sus expectativas.

Ahí estaba Shuichi, parado en medio de la habitación, con una cara tan roja que hacía juego con el atuendo que estaba usando, este consistía en un top negro semitransparente, que mostraba más de lo que cubría, encima un chaleco rojo hecho de algún tipo de tela plástica y brillosa adornado con numerosas hebillas, sobre la cadera pendía un short muy corto, de la misma tela, así como tres cinturones, dejando a la vista parte de las hermosas y bien formadas piernas del cantante, que estaban parcialmente envueltas en esa tela plástica, sujeta por tres cinturones negros, los zapatos eran rojos también, del tipo de los que usan los boxeadores, pero estilizados. En las manos el vocalista de Bad Luck tenía unos guantes, también rojos, parecidos a los utilizados en el pugilismo. En resumidas cuentas, Shu estaba envuelto en plástico ajustado, con el ombligo al descubierto y luciendo pierna.

-¿Y bien?, ¿qué te parece?- preguntó con timidez el cantante al ver que Eiri se había quedado parado en la entrada del dormitorio con las manos metidas en los bolsillos sin emitir ningún sonido y con una mirada indescifrable que semejaba a la de un lobo hambriento.

-Mmmm...- murmuró Yuki – recorriendo nuevamente con la vista de los pies a la cabeza a su amante, quien le recordó a un caramelo de fresa, y él estaba ansioso de quitarle el envoltorio para saborearlo. Aunque interiormente se sentía de otra manera, el escritor preguntó de manera fría - ¿Es un nuevo disfraz tuyo? – si es así vaya que has mejorado, aunque el de marinerito no estaba mal prefiero este, pensó el rubio. – ¿Qué no iba vestida así la protagonista del anime que me obligaste a ver la semana pasada?

-¡¡No Yukiii!!- protestó el joven pelirosa mostrándole la lengua – este traje es parte del vestuario para el tour que Bad Luck va a realizar en dos semanas, ¿lo recuerdas?, hoy nos tomaron las fotos promocionales y me dejaron que lo trajera a casa, quería mostrártelo cuanto antes, ¿te gusta?- dijo sonrojándose de nuevo.

-Mmm....- gruñó el novelista, no le hacía mucha gracia que la nación entera fuera a ver a SU amante vestido de ese modo, quién sabe qué clase de pensamientos pasarían por la cabeza de las fans, y los fans, de Shuichi, aunque.... sonrió recordando que ninguno de ellos podría hacer realidad sus fantasías, nadie más que él tocaba esa suave piel y besaba esos dulces labios.

-¿Me queda bien?- insistió Shuichi dando una vuelta para que el novelista pudiera apreciar el atuendo desde todos los ángulos, y éste no perdió la oportunidad de apreciar que el trasero del cantante se veía muy bien en esos shorts ajustados.

-No está mal- contestó Eiri acercándose a Shindo y rodeándolo para darle otra ojeada al vestuario, especialmente interesado en la parte de atrás del conjunto- pero no te pares en una esquina o te llevará la policía- dijo del rubio, no aguantándose la oportunidad de molestar al vocalista, dándole una nalgada y dirigiéndose a la puerta para que el cantante no viera la sonrisa que tenía en el rostro.

-¿Qué no me que?- preguntó confuso el joven- Yuki ¿qué quisiste...?, ¡Yukiiiiii! ¡Qué malo eres!- gritó Shuichi al comprender lo que su amante había querido decirle- ¡maaaaalooooo!- dijo lanzándose sobre la espalda del rubio, quien de pronto se encontró con el pelirosa colgado de su cuello, éste además se sujetó fuertemente con las piernas a la cintura del rubio.

- ¡Eres odioso Yuki!, ¿por qué siempre me estás molestando?- dijo Shindo mientras le mordía la oreja izquierda a Eiri, quien no pudo reprimir un gemido placentero.

-¡No hagas eso baka! ¡Y bájate de mi espalda!

-¡No lo haré hasta que te retractes!

-¡¿Yo que culpa tengo de que te vistas así?!

-¡Malo!, otra mordida para ti.

-¡Que te bajes!- dijo el escritor caminando y moviéndose con fuerza tratando de hacer caer al molesto pelirosa.

-¡Nononononooo!-gritó Shuichi apretándose más contra Yuki.

Sin darse cuenta, en el forcejeo ambos se habían acercado a la cama, Eiri tropezó con el borde y cayó sobre ella, con todo su peso sobre el pequeño cantante.

-¡Auch!
-¿Estás bien Shu?- dijo el novelista levantándose rápidamente para no aplastar a su amante y volviéndose hacia él para comprobar que no estuviera lastimado.

-Sí- murmuró el pelirrosa- dolido por el golpe y el comentario de Yuki- ¡Eres malo!, ¿por qué me dijismmmph....- el reclamo del joven fue silenciado por la boca del rubio, quien introdujo la lengua en su húmeda cavidad, buscando explorarla por completo, saborearla toda, comprobar que le pertenecía sólo a él. Sus manos cobraron vida propia, comenzaron a explorar el cuerpo del cantante, palpando la suavidad de su piel en contraste con la rigidez de la tela plástica que la cubría.

-Mmmm...- Shuichi gimió ante el apasionado y húmedo beso, cuando por fin se separaron, respiraba con dificultad y tenía las mejillas encendidas, pero todavía con el comentario de Eiri fijo en la mente.

-¿Yuki?

-¿Qué?- respondió el rubio, quien estaba acostado a un lado de su amante y recorría con la vista, y las manos, el yaciente cuerpo del cantante calculando cuánto tiempo le tomaría desabrochar todos los cinturones que portaba éste.

-¿Tú pagarías por mí?

-¿¿¿Qué???- dijo Eiri arqueando una ceja y volviendo su cara hacia la de Shuichi, no creyendo todavía lo que había escuchado.

-Que si tú pagarías por mí- repitió Shindo- poniéndose más rojo todavía pero sin apartar la vista de los dorados ojos de su novio- si me vieras en una esquina, ¿pagarías por mí?

-¿Por qué habría de pagar por un niño latoso y ruidoso como tú?- dijo burlonamente Yuki, visiblemente divertido por el comentario del cantante- y que además es malo en la cama- remató para ver la expresión que ponía éste.

-¡Oye!- exclamó Shu molesto dándole un golpe a Eiri en el pecho- no dijiste lo mismo la semana pasada cuando estabas en el estudio muy estresado porque tenías un bloqueo creativo y me pediste que te diera sexmmmph- nuevamente los reclamos de Shuichi fueron silenciados por los apasionados labios del escritor, su lengua ansiosa se posesionaba de la boca de su joven amante, saboreándola por completo. La dejó después de un rato para bajar por el cuello del cantante, llenándolo de besos húmedos, chupando los punto sensibles que sabía volverían loco a su amante, recorriéndolo con la lengua en dirección a su pecho, donde los pezones sonrosados expuestos bajo la tela semitransparente clamaban por ser acariciados, y así hizo, frotándolos primero con la yema de los dedos, para después succionarlos suavemente.

-Ah... Yuki....- gimió Shuichi, recorriendo con las manos el suave cabello de su rubio amante para después bajar por su espalda.

Yuki suspendió por un momento las caricias para ver el rostro de su novio, adoraba cuando estaba así, sonrojado, con los ojos cerrados y la boca húmeda, de donde salían gemidos de placer. El escritor sonrió complacido cuando, al deslizar una mano sobre la entrepierna del cantante, comprobó su estado de excitación. Con sólo ponerle la mano encima Shuichi ardía de pasión, y eso le agradaba. Su mano comenzó a frotarse contra la tela que cubría el miembro del vocalista, provocando que sus gemidos se hicieran más fuertes al combinarlo con unas mordidas leves a los pezones.

-Mmmm... sí... Yuki.... no te detengas...-pidió entre gemidos el pelirosa.

El escritor sonrió satisfecho, dispuesto a complacer a su ansioso amante, cuando una idea le vino a la mente. Se detuvo, quitándose de encima de Shuichi y acostándose de espaldas, con las manos tras la cabeza.

-¿Yuki?- preguntó Shuichi inseguro al sentir a su novio alejarse de él- ¿sucede algo malo?

-Demuéstramelo

-¿El que?

-Demuéstrame que vale la pena que pague por ti- explicó el novelista, tratando de verse lo más serio posible, pero con la diversión bailando en sus ojos color ámbar.

-¿En serio?- murmuró el cantante incorporándose sobre la cama y poniéndose de rodillas junto a Yuki, comprendiendo de inmediato lo que la orden de su novio quería decir.

-Sí Shuichi, tú siempre eres el que se acuesta y es complacido- dijo Eiri fingiendo estar molesto- pero creo que ya es mi turno de recibir el mismo tratamiento. Soy tu cliente, veamos si tus servicios son lo suficientemente valiosos como para recibir dinero a cambio de ellos.

-Este...- el cantante sintió que se ponía rojo hasta las orejas. Yuki siempre era el que tomaba la iniciativa a la hora de tener sexo, el que le daba las caricias y le indicaba qué hacer, ahora no tenía intención de moverse, todo lo tendría que hacer él. Aunque eso no sonaba tan mal, le daría la oportunidad de vengarse de todas las ocasiones que el novelista lo había llevado hasta el límite y lo había hecho rogar para disfrutar del máximo placer.

-Muy bien- dijo Shuichi sentándose sobre el pecho del rubio, no sabiendo muy bien lo que iba a hacer, pero estando seguro de que no iba a desperdiciar la oportunidad que se le presentaba.

Shuichi se acomodó sobre Yuki, éste lo miraba atentamente, con los ojos entrecerrados, preguntándose si su pequeño amante podría manejar la situación, siempre lo había pensado, y ahora podría descubrirlo. Una mano tímida que recorría su pecho lo sacó de sus cavilaciones, el cantante estaba tratando de desabotonar la camisa de Eiri, pero sus guantes le estorbaban, decidió quitárselos, demonios, estaban muy bien atados, jaló una agujeta con la mano mientras detenía la otra con la boca, repitió la operación con el otro guante hasta que se vio libre de ellos, tirándolos a un lado de la cama. Yuki había seguido con detenimiento toda la escena, y, aunque no lo quisiera admitir, la había encontrado excitante.

-¿Me vas a hacer un strip Shu-chan?- murmuró el escritor con voz grave por el deseo, encontrando cada vez más difícil quedarse quieto, sin ponerle las manos encima a su delicioso caramelo de fresa para quitarle la envoltura y devorarlo hasta saciarse.

El vocalista no lo había considerado, pero ahora que lo pensaba no era tan mala idea.

-Tal vez- le susurró al oído a su rubio amante- pero sólo si te portas bien- dijo jugueteando una mano sobre el pecho de Yuki mientras con la lengua recorría la oreja izquierda de Yuki, hasta detenerse en el lóbulo, mordiéndolo suavemente.

-Mmmm....sí....

-Como puedes ver querido cliente, sé bien qué es lo que te gusta.- Shuichi estaba tomando confianza al ver que él también podía hacer gemir al escritor. Desabotonó la camisa del rubio, descubriendo su pálida y hermosa piel. La lengua del pelirosa se deslizó por el cuello del novelista hasta llegar a su pecho, con una mano estimuló un pezón, pellizcándolo, moviéndolo, mientras que con la boca lamía el otro, hasta dejarlo completamente húmedo, para después proceder a chuparlo, volviéndolo duro y erecto.

-Mmmm....Shu....

Shuichi sonrió y prosiguió su camino, recorriendo con su lengua todo el talle del escritor, plantando tibios y húmedos besos, hasta llegar a su ombligo, deslizando la lengua alrededor de él. Se incorporó un instante para ver la cara del rubio, éste tenía los ojos cerrados y una expresión que indicaba que la estaba pasando más que bien. El cantante se levantó brevemente, recorriéndose hacia atrás, sentándose sobre las piernas de su amante, para tener mejor acceso al cinturón, no pudo dejar de notar que había un prominente bulto en la entrepierna de éste. Shuichi le quitó el cinturón, bajó el cierre del pantalón y metió la mano dentro de la ropa interior de Yuki, quien soltó un gruñido ante la caricia, el cantante siguió con el masaje unos momentos más, para después quitarle al novelista el boxer y el pantalón al mismo tiempo, liberando la erección del rubio y dejándolo completamente desnudo de la cintura para abajo. Yuki abrió los ojos y se incorporó brevemente, sosteniéndose con los codos, para encontrarse con la cara de Shuichi, quien captó su mirada y le sonrió con picardía, sonrojándose el mismo tiempo. El cantante le mostró la lengua, a modo de burla así como de promesa del placer que vendría, y después procedió a pasarla por todo su largo miembro, que estaba completamente erecto y listo para ser devorado, cubriéndolo con su saliva.

-Oh, Shu, mmm.... sí....- El rubio se dejó caer nuevamente sobre la cama, asiendo la colcha con fuerza.

Shuichi tomó la virilidad de su amante con una mano, acariciándola de arriba a abajo con lentos movimientos, mientras que sus labios se posaban sobre la punta del miembro, chupando las gotas que comenzaban a salir de él, disfrutando el sabor de Yuki, envolviéndolo después completamente con la boca, ejerciendo la presión exacta que sabía volvería loco al novelista haciendo que entrara cada vez más y más profundo en su interior, sin dejar de acariciarlo con la lengua. Eiri comenzó a mover la cadera contra la boca de su pelirosado amante, deseando más y más de ese delicioso contacto, se sentía tan bien tener su dura erección rodeada del calor húmedo de Shuichi, si éste no disminuía las caricias no duraría mucho. Escalofríos placenteros recorrían todo el cuerpo del rubio cada vez que su amante subía y bajaba su boca sobre su erección. El cantante, al escuchar los gemidos de su novio, succionó con más fuerza, había pensado en hacerlo rogar, pero se arrepintió, la verdad es que deseaba satisfacer a Yuki, brindarle tanto placer como pudiera. Los movimientos del escritor se intensificaron, éste tomó la cabeza de su novio y la empujó con suavidad pero también con firmeza, indicándole que continuara, gimiendo al obtener su ansiada respuesta. Shuichi acarició la suave piel de su entrepierna, y deslizó la punta de los dedos por la suave piel que cubría los testículos de Yuki, sin dejar de acoger en su boca la virilidad de su amante, quien se soltó un largo gemido y, arqueando la espalda, se derramó en la boca de Shuichi, éste bebió de él con ansiedad.

Yuki se relajó contra las almohadas, sintiéndose bastante contento. Su pequeño amante volvió a sentarse sobre su cintura y le dio un largo y húmedo beso, introduciendo su lengua, permitiendo que el escritor percibiera su propio sabor. Shuichi rompió el beso y se acomodó sobre su novio, con la cabeza sobre el pecho de él, escuchando su corazón latir aceleradamente. Yuki se adormeció, envuelto en los residuos de su orgasmo y cubierto por el calor de su novio, estaba a punto de quedarse dormido cuando una pregunta de Shuichi lo despertó.

-¿Y bien?

-¿Bien qué?

-¿Pagarías por mí?

-Mmm....

-Vamos Yuki, admítelo. Lo hice bien.

-Mmmm....

-¡¡Yukiiiiii!!!!- Shuichi se incorporó y comenzó a darle pequeños golpes a Eiri en el pecho, sin darse cuenta que, estaba rozando con su trasero el miembro de éste. Yuki terminó de despertar por el estímulo, el dulce trasero de Shu, metido dentro de esos pequeños shorts de tela plástica, no dejaba de frotarse contra su sensible piel. Con un rápido movimiento el escritor se colocó sobre Shuichi, sujetando sus muñecas.

-Te pagaré del mismo modo- le susurró en la oreja con una voz grave y sensual, cargada de deseo, mordiéndole después el lóbulo. Shuichi tembló de excitación, sintiendo que sus mejillas se ponían rojas. Las manos de Yuki comenzaron a recorrerlo de prisa, ansiosas, buscando liberarlo de su atuendo, primero el chaleco, después el top, ambos cayeron al piso no sin antes sufrir diversas rupturas por la fuerza y la prisa con que el escritor las removía del cuerpo de su amado. Con el short se tomó su tiempo, quitó los cinturones y después procedió a bajar el cierre, muy lentamente, estimulando al mismo tiempo el miembro del vocalista que se erguía dolorosamente contra la rígida tela. Deslizó su mano dentro del short, para encontrarse con la piel desnuda de Shuichi, no se había puesto ropa interior, tal vez porque sabía que terminarían así y deseaba facilitarle las cosas, pensó el escritor, quien excitando con esa idea, arrancó de un tirón la prenda, que se unió al resto del atuendo. Lo único que el cantante llevaba ahora encima era los zapatos y la tela que envolvía sus piernas, Shuichi se veía tan sexy así que Yuki decidió dejárselo puesto. Estiró una mano hacia el cajón de la mesita de noche, de donde extrajo un pequeño tubo, lo destapó con los dientes y tomó una porción de lubricante, esparciéndola sobre sus dedos, recorriendo la parte interna del muslo del vocalista, para después rodear la entrada de Shuichi, provocándolo, excitándolo, haciéndolo gemir cuando dos de ellos entraron lentamente, para retirarse después y continuar con el juego.

-Yuki...mmmm....

-¿Qué quieres Shu-chan?

-Yo...ah... por favor....

-Dímelo- dijo el escritor mientras lamía el cuello de su amante y lo invadía con tres dedos.

-¡Ah!...mmm...¡tómame Yuki!, ¡ya!

-Muy bien- ronroneó complacido Eiri, separando las piernas de Shuichi y posicionándose entre ellas. Untó lubricante sobre su miembro y lentamente fue entrando en su pequeño amante, haciéndolo gemir. Cuando estuvo completamente dentro, esperó unos instantes a que se acostumbrara a su invasión, ambos respiraban con dificultad. Yuki se inclinó sobre la boca de Shuichi y lo besó ardientemente, mientras comenzaba a moverse dentro de él, era una sensación tan deliciosa, estar envuelto de esa manera, el cantante era tan estrecho y tan cálido. Yuki no pudo contenerse más, sus ritmo se hizo rápido y fuerte, entrando y saliendo una y otra vez, mientras el miembro de su amante y lo estimulaba con la mano, causando en el toda clase de sensaciones. Shuichi sentía su cara ardiendo, su cuerpo entero cubierto de sudor, el olor a sexo flotando en el ambiente y el aire lleno de los gemidos de placer de ambos. Yuki lo llenaba de manera perfecta, la sensación era indescriptible, percibirlo en su interior y al mismo tiempo tocado en la parte más delicada de su cuerpo, el cantante sintió que se aproximaba a la cumbre, lanzó un prolongado gemido y arqueando la espalda se derramó sobre el estómago de su rubio amante, quien, al sentir que Shuichi se volvía tan imposiblemente estrecho, explotó en su interior, llenándolo de su blanca semilla.

-Mmm....- Shuichi lanzó un suave gemido cuando Yuki salió de él. El escritor lo atrajo contra sí y le dio un beso en la frente. El cantante se sentía tan bien, envuelto en el calor de su amado, se acurrucó contra él, la habitación quedó en silencio por unos momentos.

-¿Yuki?

-¿Qué?

-¿Vendrás a verme a algún concierto?

-Estaré muy ocupado terminando mi novela.

-Mmm... Tengo otros atuendos similares a éste que usaré en los shows.

-......

-¿Yuki?

-Le diré a Seguchi que me de boletos.

Shuichi sonrió complacido, y sintiendo como el sueño lo invadía, se durmió entre los brazos de su amante.

-¡La li ho!

-Hola Shu, ¿listo para terminar con los preparativos del Tour de Bad Luck?

-¡Claro Hiro!, ¡me siento lleno de energía, inspirado, motivado, feliz!

-Hola Shuichi, ¿trajiste el atuendo rojo que te llevaste ayer? Los de vestuario lo necesitan para empacarlo.

-Este... K.... yo... tuve un pequeño accidente con él... verás...se me derramó encima un gran frasco de chocolate líquido y quedó inservible, de verdad, no hubo modo alguno de que le quitara la mancha, tuve que tirarlo a la basura.

-Mmm... para mí que otra cosa se derramó encima..... Te lo descontaremos de tu sueldo.....

-Ok.....

-.. y tu novio tiene prohibido verte antes de los conciertos.

-¡Buaaaa!, ¡no seas malo K! TT

FIN del episodio.

Jejeje, pues este es el primer capítulo, ojalá lo hayan disfrutado. P Como soy nueva en esto de los fics, y el lemon XD, este fanfic no tienen una trama concreta, se resume en que los chicos de Bad Luck salen de Tour (gira) por el país y les suceden numerosos incidentes. ¡ Eso sí, les prometo mucho humor y lemon. XD Por favor dejen un comentario, se los agradeceré y me motivará a seguir escribiendo.

Por cierto, el traje que usa Shuichi es de una imagen donde aparecen Hiro y Suguru junto a él, ojalá y lo recuerden, mi niño precioso se ve completamente devorable con él. :D Y el anime que menciona Yuki es Armitage the III, jeje, la protagonista viste de manera similar al conjunto antes mencionado. P Claro que se le ve mejor a Shu.