— ¿Dijiste que si? —Le pregunto Chat sin quitar la impresión que le produjo oír esas dos letras juntas salidas de los propios labios de su Lady.

—Sí, lo hice gatito —Reafirmando lo anterior.

— ¿De verdad? —Al oír eso Ladybug asintió — ¿Quieres ir a una cita conmigo? —Le pregunto sin apartar su mirada de ella y sin quitar en ningún momento la expresión de incredulidad y de felicidad al escuchar eso, quien sin poder evitarlo se le dibujo una sonrisa grande y boba en su cara.

—Sí, Chat —Le dijo de nuevo, siendo la quinta vez que se lo reafirmaba— Si no hubiera querido te hubiera rechazado —Repuso dejándose claro, mientras giraba el tallo de la rosa que había aceptado de Chat para incredulidad del mismo.

— ¿Por qué? —Ahora pregunto, ya que no encontraba una razón para que su Lady lo aceptara— ¿Por qué no me rechazaste como las anteriores veces? —Añadió y al escuchar eso su Lady alzo una ceja, riéndose.

— ¿Querías que te rechazara? Si era así... ¿Para qué me invitabas? —Le pregunto sin entender al gatito— Sí que no tienes remedio Silly Kitty —Le dijo levantándose del tejado encaminándose para el final del mismo, mientras giraba su yo-yo— Mañana nos encontramos a las cuatro en el mismo lugar, para nuestra cita —Repuso antes de irse y despidiéndose lanzo el yo-yo a unos edificios, yéndose.

Dejando al gatito aun pasmado diciéndose así mismo que debía ser un sueño, es por eso que ahí solo en el tejado, se palmeo las mejillas con la intención de que al realizar esa acción despierte. Sin embargo no lo hizo, ya que no era un sueño, era de verdad.

¡Su Lady había dicho que sí! ¡Iba a salir una cita con Ladybug!

En ese momento quería gritarlo a los cuatros vientos para que se entere todo el mundo, quería gritar de euforia, anunciarlo por todos lados, decirle a Alya que lo publique en su Ladyblog. Llevo sus palmas a su cara y se recostó en el tejado, rojo hasta las orejas, mientras su corazón latía a máxima velocidad.

Sintiendo en ese instante que podía morir en paz, aunque por supuesto, antes tenía que ir a la cita.