Titulo: La otra historia.

Autores: Shin Black y Jess Black

Género: Acción, romance, humor

Advertencia: Yaoi, la historia de Harry Potter permanece pero cambia un poco en su contexto, MPREG.

Summary: AU. Tres chicos estarán protegiendo la vida de Harry Potter mientras que éste pasa por los diferentes acontecimientos que le deparan por ser el que se enfrentará al señor oscuro, pero mientras tanto tendrán que ser participes de los problemas adolescentes y las historias sin cerrar.

Parejas: Draco x Harry, Sirius x Remus (leve hasta que se empiece a contar sobre el libro 3 hasta el 5), y más.

Capitulo I: La familia detrás de los Potter.

1981

El ruido del crujir de la madera se escuchó a la lejanía, volviendo menos monótono el sonido natural de aquella casa vieja. Las chispas de la chimenea era la única fuente de luz y calor en aquel oscuro y frío lugar. Se había mudado allí poco tiempo después de haber terminado sus estudios en Hogwarts, escuela de magia y hechicería, para luego comenzar sus estudios pedagógicos para ser profesor. Pero apenas pasó unos meses tuvo que abandonarlos debido a la llegada del que no debe ser nombrado, y todos sus sueños y esperanzas habían ido a parar al tacho.

Observó entonces el reloj colgado frente a la pared, eran las ocho de la mañana y aun Sirius no había regresado de su misión, le dio muy mala espina. Suspiró y se sentó en el mullido sillón donde yacían acostado sus dos hijos, el mayor, Brighton Black, no tenía ni siquiera seis años, y el más pequeño, Gabriele Black, había cumplido recientemente los cuatro años; y ni hablar de su reciente embarazo que le había tenido a mal traer ya que fue poco esperado pero la felicidad los había desbordado.

¿Y si Sirius había muerto?

Abrió los ojos y comenzó a temblar, apretó fuertemente el puño y bajó la cabeza con rabia. Según había entendido, Sirius sería el guardián de los Potter, es decir, el que tuviera el secreto del lugar donde se encontraba la familia con su pequeño hijo de un año, Harry, por lo que debería estar en el escondite en aquel momento, pero ¿qué pasaba si Lord Voldemort lo había encontrado? Seguro no le diría absolutamente nada aunque lo torturaran con un cruciatus y….no, no podía pensar en ello, debía ser fuerte por sus pequeños hijos.

–¡LUPIN! –un grito le alertó e inmediatamente se levantó del sillón con la varita en mano, dispuesto a proteger a sus hijos de quien sea–. ¡Lupin!

–¿Dumbledore? –Reconoció inmediatamente la voz cuando empezó arazonar con más tranquilidad–. Lumos maxima –conjuró y su varita se iluminó lo suficiente para ver al barbudo frente a él–. Profesor Dumbledore ¿qué hace aquí? Sirius no está acá.

–Ya lo sé, tranquilo, sólo quería saber si estaban bien –habló con tranquilidad, suavizando los rasgos de su mirada, lo que hizo que Remus suspirara con pesadez.

–Estamos bien, profesor, pero ¿a qué debemos su visita?

–¿No lo sabes? –Preguntó, el rubio alzó su ceja en signo de interrogación, sin entender, lo que le dio a Dumbledore la señal–. Los Potter….

–¿Qué pasó con los Potter? –se asustó, inmediatamente volvió a la alerta.

–Murieron…Lord Voldemort los mató…

Brighton se levantó justo en ese momento para oír las macabras palabras, más su hermanito menor aun estaba dormido y prefería Brighton que permaneciera así, callado, en sueños profundos, pues ahí, en ese espacio suyo podía imaginar una vida mucho mejor. Remus dio dos pasos hacia atrás, ¿Sirius? ¿Y Sirius? ¿Acaso él había hablado? Si su marido no hablaba entonces el secreto moría con él, pero…..entonces, ¿había hablado?

–¿Y Si…? –pero ni terminó de hablar cuando Dumbledore lo interrumpió.

–Sirius está en Azkaban, fue encontrado a pocos metros del lugar del crimen, además que mató violentamente a Peter Pettigrew…. –bajó la cabeza y el hombre lobo apretó sus dos manos con ira.

–¿Todos han muerto? ¿Todos? –su voz se quebraba–. Lord Voldemort se ha salido con la suya –cerró fuertemente sus ojos intentando no llorar, pero era imposible, Brighton se hizo el dormido.

–No Remus, no llores…. –susurró Dumbledore–. Harry ha sobrevivido, aunque el señor tenebroso atacó al pequeño Harry con un Avada Kedavra no le hizo más que una pequeña cicatriz en su frente, el hechizo de protección que Lily hizo a su hijo antes de morir fue suficiente para que lo protegiera.

–Li…Lily….

–Por eso, debes irte de aquí Remus, todos saben que tú tienes dos hijos…..bueno, tres –susurró mirando el vientre– de Sirius, por lo que vendrán a buscarte, pensarán que eres parte del plan para matar a Lily y James, como eres licántropo eso es probable, además tu marido es el imputado en este caso, por lo que vine a sacarte de aquí.

–Gracias Dumbledore….. –afirmó y comenzó a correr de un lado al otro empacando todo lo que podía.

–No importa la ropa, Remus –susurró Dumbledore tomando en brazos a Gabriele y Brighton–. Yo llevaré a los niños, tú toma lo que puedas y sígueme.

–S….si.,..gracias, muchas gracias –temblando y con los ojos llorosos Remus le siguió.

–Pero antes, me gustaría pedirte algo Remus –Dumbledore se detuvo luego de salir de la casa para ir directamente a la vereda.

–Lo que usted quiera, profesor –habló.

–Necesito, necesito que seas parte de la Orden del Fenix…..

–Pero profesor, ya soy parte de la orden –dijo con extrañeza.

–No Remus, necesito que esta vez, tu rol sea más activo, como el que tenía Sirius, James y Lily…..y que obviamente a ti no te pude ceder por tu condición y tus estados –susurró mirando a los dos pequeños que dormían en sus brazos–. Necesito que críes a estos dos niños, y al que tienes en tu vientre, bajo las estrictas normas de la orden, que mamen de la orden y sepan lo que es, que no les mientas y sean parte de esto aun en su ingenua edad….

–Pero Profesor, Lord Voldemort ha….

–No lo sabemos, él puede volver en cualquier momento y hay que estar preparados; Lord Voldemort no es de las personas que dejan con vida a su primer y único enemigo….y Harry esta con vida….

–Entiendo, entiendo perfectamente –murmuró Remus.

–Entonces, buena suerte Remus, tus hijos y tú serán piezas fundamentales en la última batalla.

"Tus hijos y tú serán piezas fundamentales en la última batalla"

Fue lo último que le dijo Dumbledore antes de sacar sus escobas y salir volando de allí.

Desde ese día, han pasado once años.

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1992

La casa donde vivían en esos momentos era pequeña pero habitable. Tenía dos recamaras, una para Remus y su hijo más pequeño, y otra para los dos mayores. Habían pasado ya once años desde que Sirius había terminado en Azkaban y los Potter ahora estaban bajo una lápida de piedra caliza con sus nombres grabados. En todos estos años había estado investigando la posibilidad de que el señor tenebroso volviera y fue justo el año pasado cuando pudo descubrir que en estos momentos la energía de Voldemort se estaba haciendo cada vez más fuerte, de a poco, casi tenue, pero se hacía.

Todo había comenzado con la llegada de Harry a Hogwarts y este año, su hijo menor Kamil ingresaría bajo la custodia de sus dos hermanos mayores. Brighton ya era todo un adolescente, su altura no pasaba del metro ochenta, su cuerpo era fuerte, entrenado, con pequeños músculos bien marcados por haberlos trabajado desde que era un infante, llevaba consigo tres aretes en cada oreja que eran protectores, pues como Remus era licántropo, sus hijos tenían aquel gen infectado de su padre, por lo que cada uno de ellos tenía una forma de expresar diferente, en particular, los tres habían coincidido en los cambios de humor en luna llena que se inhibían por los aretes que Remus le había colocado con tanta delicadeza cuando eran bebés, pues él mismo cuando embarazado de su primer hijo temía que éste también fuera licántropo, comenzó a investigar y con magia, con ayuda de McGonagall y Dumbledore creó esos aretes para sus tres pequeños.

Brighton tenía cabello rubio y lacio, le llegaba hasta la nuca y lo llevaba siempre despeinado, sus ojos era de un gris fuerte como el de su padre Sirius y la mayoría de los Black, esos ojos y fuerza varoniles y sensuales que había heredado, pues su belleza no era fácil de dejar pasar al igual que su sonrisa.

Por otro lado Gabriele también había heredado la cabellera rubia de su "madre", él llevaba el cabello largo y normalmente atado, con uno que otros mechones que se deslizaban por sus ojos y delante de sus orejas, cualquiera diría que es una mujer no sólo por su nombre sino por su apariencia física. Al igual que su hermano mayor llevaba varios aretes en su oreja para inhibir el poder licántropo que emanaba de su sangre, sus ojos eran celestes, heredados también de parte de su padre, pues a éste le solían cambiar el color de ojos con mucha frecuencia, no pasaba del metro setenta y sus rasgos suaves y cuerpo esbelto le hacía confundir entre la platea femenina de Gryffindor.

Y por último, Kamil, el más pequeño. Éste sí había heredado la cabellera negra de su padre al igual que sus ojos celestes, pero que en luna llena cambiaban a un tono amarillento. No llevaba aretes pues su cambio de humor era mínimo y no lo necesitaba, pero ante la duda, Remus le había colocado un anillo en su dedo anular izquierdo que también había hecho para sus hijos y que el único que lo llevaba en aquellos momentos era el mayor, que amaba la bijuteri que le hacía su "madre".

Y allí estaban, los tres Black.

–El año pasado –habló el mayor, acomodando elegantemente su cabellera hacia atrás en un movimiento tan natural en él que le hacía ver sexy ante cualquiera–, Harry se enfrentó al mismísimo Lord Voldemort….

–¡Brighton! Te he dicho que no digas ese nombre –regañó Remus.

–¿Y qué va a hacerme? ¿Matarme? ¡Por favor! Sólo es un nombre.

–El nombre que mató a los Potter –tenaz como pocos, Gabriele miró con sus ojos filosos a su hermano quien ladeó la cabeza.

–Por cierto Gabriele, este año el idiota de Percy también es prefecto, no sé porque siguen metiendo prefectos todos los años, nos vamos a llenar de ellos –dijo Brighton, Remus suspiró y Kamil bajo la mirada.

–Yo no sé como alguien como tú pudo llegar a ser prefecto –cruzó los brazos y miró hacia otro lado, sonriendo de costado al imaginar la cara que había puesto el mayor.

–Bueno, bueno chicos, recuerden que éste es el primer año de Kamil, así que por favor no se anden peleando como todos los años.

–Ya el apellido nos condena mamá –dijo Brighton con desazón–. A mi me viven haciendo conjuros para que me crezca una cola de ratón.

–Jajajaja, el año pasado te veías tan tierno con esas orejas jajajajaja.

–No sé como a ti no te han hecho nada, eres un Black también –susurró cruzando los brazos.

–Pues yo no ando presumiendo lo muy bien que me veo con el uniforme de cazador en el Quiddicht….–afirmó el muchacho sonriendo de costado.

–Bueno, al menos me alegra una cosa, que este año no estarás babeando por el idiota de Bill Weasley, gracias a dios se fue el año pasado de Hogwarts tras graduarse, ya no soportaba más tu cara de idiota en el gran comedor y en la sala común…. ¡AY! –Gabriele le había arrojado un pan que seguramente debía ser muy duro para que Brighton gritara así.

–Ya basta chicos, anda, cámbiense que se hace tarde para ir a la estación de tren, vamos –Remus se levanta, lo que hace que los mayores también lo hagan y se vaya a cambiar, Kamil parece cohibido ante la situación lo que Remus nota–. ¿Qué pasa Kamil?

–Gabriele y Brighton parecen muy unidos…..en cambio yo parezco de más aquí –susurró, obviamente como Brighton y Gabriele se llevaban poco tiempo, Kamil era un bebé al lado de lo que habían vivido ellos durante la época del señor tenebroso, por lo que Kamil se sentía poco útil en la orden.

–Tranquilo hijo, los años te enseñarán muchas cosas, ahora ve a cambiarte y trata de que tus hermanos no te empujen en el trayecto….

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GRAN COMEDOR

Los tres pares de ojos observaron a Harry durante todo el trascurso de la comida, obviamente había llegado tiempo después porque según sabía había tenido un contratiempo por lo que habían perdido el tren y habían llegado a Hogwarts en auto. Kamil había sido escogido como Gryffindor, al igual que sus dos hermanos. Gabriele estaba sentado junto a Percy, el cual le hablaba sobre las últimas novedades de los prefectos, pues ese año Gabriele había sido elegido Prefecto de Gryffindor junto a Winena Loghart, una muchachita escuálida con la que se llevaba bastante bien. Percy conocía muy bien a Gabriele, pues cuando el chico entró a primer año, Bill Weasley, su hermano mayor, le había dado a todos los chicos de su generación un recorrido por todas las instalaciones de Hogwarts, y Percy en ese momento lo acompañaba por su magnífica oratoria que Bill carecía. Desde ese entonces Percy quedó fascinado con la inteligencia y los buenos hábitos que tenía Gabriele con todos, pues a diferencia de su excéntrico hermano Brighton, Gabriele era una persona dulce, generosa y muy humilde.

–Hermano –Kamil habló a Brighton que por primera vez dejó de mirar a Gabriele y Percy para ponerle atención a su hermanito.

–¿Qué pasa, Kamil?

–¿Ese es Harry, verdad? –preguntó el muchacho, Brighton observó hacia donde apuntaba el dedo de Kamil y asistió–. ¿Es él?

–Si, es él, pero no señales con el dedo que es de mal hábito –dijo bajándole el brazo al más pequeño.

–¿Y qué es lo que tenemos que hacer precisamente? –preguntó nuevamente.

–Pues protegerlo, parece que ese enano se mete en muchos problemas –de nuevo se acomodó el cabello para atrás lo que ocasionó que las muchachas junto a él suspiraran.

–Mmm, creo que Harry se ve demasiado fuerte, su energía es muy poderosa –Kamil tenía aquel poder que sus hermanos carecían, sus ojos eran especiales, al igual que los de Harry.

–Eres un chico muy perspicaz enano –sonrió Brighton con su mala costumbre–. Pero debes entender que ese poder no es del todo de Harry, su madre aun lo está protegiendo y ha absorbido energía de….."Ya sabes".

–Pero puede usar el poder de "ya sabes", es una buena ventaja –comenzó a comer.

–Niño listo –le coloca un dedo en la frente y éste levanta la cabeza–. Es mejor que no pongas a trabajar tu cabecita con tanto detalle, puedes encontrarte con cosas que no querrás saber.

–¿Cómo sabes? –preguntó.

–Porque veo el futuro…jajajaja –le desacomoda el cabello.

Mientras Brighton jugaba con su hermano o más bien lo molestaba, del otro extremo de la mesa se encontraban los mencionados Harry y Ron, hablando con Hermione, podríamos decir que por primera vez Harry pensó que ese año al menos sería más normal que el del año pasado, pero como bien sabía, Lord Voldemort había vuelto y dios sabe que pasaría de ahora en adelante.

El muchacho de lentes observó hacia el costado la mirada penetrante de Brighton Black, según tenía entendido ese muchacho era el más popular de todo Hogwarts, y uno de los más lindos junto a su hermano Gabriele y Cedric Diggory.

–Esos chicos –habló Harry observando a los tres Black–. Mmm, según recuerdo el año pasado ese muchacho alto nos habló de la piedra filosofal.

–Sino fuera por él no nos habríamos metido en tantos enredos –bufó Ron molesto.

–Mmm, tal vez ellos saben más de Lord Voldemort, además, su apellido es muy famoso o al menos eso me dijeron Katty y Pris de sexto año –murmuró Hermione pensativa, lo que hizo que tanto Ron como Harry la miraban.

–¿Quiénes son Karry y Pris? –preguntó Ron.

–Katherine Laimhar y Priscila Lavender, son chicas que estudian en sexto año de Gryffindor, son un año más chicas que Brighton Black –observó al muchacho rubio con sus ojos filosos–. Dicen que el apellido proviene de la ancestral familia Black que son reconocidos por ser fieles sirvientes de "el que no debe ser nombrado".

–Ahora que lo dices, creo que mi familia está emparentada con los Black en un punto –susurró Ron pensante.

–Todos los hechiceros de sangre pura tienen un punto de encuentro con los Black's, los Weasley, hasta los Potter –susurró Hermione, parecía que estuvieran hablando en secreto–. Hasta los Malfoy.

–¿Puede ser entonces que sea pariente de ellos? –preguntó Harry.

–Claro y Ron también.

–¡No quiero ser pariente de Malfoy! –dijo horrorizado el pecoso, Hermione suspiró.

–Me refería a los Black.

–Pero necesariamente somos parientes de Malfoy también –Ron volvió a temer, Harry sonrió al ver la cara de espanto de su amigo.

–Es verdad –susurró Harry.

–Oye, Potter –esa voz no podía ser de otro más que del desesperante Malfoy–. Oí que tuviste un problema cuando llegaste ¿acaso pasaste por la pared equivocada y te chocaste con ella? Jajajajaja…..

–¿Qué diablos quieres, Malfoy? –preguntó Harry molesto.

–Nada, nada, cuando te vi en el callejón Diagon pensé que estabas mendigando o algo así…..

–¡Cierra la boca Malfoy! Al menos mis padres se ganaron el sustento honradamente ¿podrías decir lo mismo tú? –la cara del rubio se frunció y observó con asco a Harry.

–Estúpido Potter –bufó y se fue con sus dos gorilones.

–Woo….. –una voz nueva se escuchó ante las impactantes caras de todos al oír las palabras de Harry, la gente se volteó para dejar ver al pálido chico de cabello negro azulado, Kamil Black.

–¿Hm? Tú eres…el chico que me observaba –dijo Harry.

–Kamil Black, soy el menor de la familia Black –sonrió el chico.

–Oye, ¿no deberías estar en Slytherin como la mayoría de los sangres pura? –habló Ron, Kamil le observó fijamente, lo que el pelirrojo se impactó por el contacto visual.

–No me juzgues por mi apellido, mis hermanos y yo hemos entrado a Gryffindor como ustedes tres, además, tú también eres sangre pura, ¿ne Ron? –habló Kamil, dejando a Ron boquiabierto, y volvió a fijar su vista a Harry–. Harry, he oído tanto de ti en mi familia.

–¿Hm? ¿Haz oído de mí? –preguntó el chico de gafas.

–Claro, eres muy famoso en este lugar Harry, creí que ya que hace un año que estas aquí ya lo sabías.

–Si, si, pero nunca deja de sorprenderme –murmuró apenado.

–Bueno, un gusto hablar contigo Harry pero creo que ya tenemos que irnos a la sala común, los de primer año tenemos que entrar primero, ya debes saber –le hizo una reverencia y se fue, lo que impresionó al muchacho.

–Ese chico es raro –bufó Ron.

–Pero tiene razón en algo, Ron, no hay que juzgarlos por el apellido, según sé, Gabriele, Brighton y seguramente Kamil son personas muy bondadosas y humanas, además de ayudar siempre a personas impuras como…..yo….

Continuará.

Bueno gente, espero que les guste, hace mucho que no escribo de Harry Potter y este es mi regreso aunque tengo que leer un poco más. No sé cuantos capítulos tenga este fic, espero que muchos y aunque en este cap no hay mucho Draco x Harry como es el fic, lo habrá más adelante, pero tenía que presentar a los que serán también protagonistas de la historia.

Algunas cosas para tener en cuenta:

–El fic se realiza durante el segundo, tercer, cuarto, quinto, sexto y séptimo libro, pero el tiempo pasará más rápido por lo que todo se sitúa en los libros 6–7 más o menos.

–Como verán, existe el MPREG, esto es debido a un medicamento mágico que tuvo efectos colaterales en los humanos y en los magos, claro que en los humanos no tenían este tipo de efectos, ya lo explicaré más adelante.

–Si le gusta alguna pareja también hágamelo saber y evaluaré las posibilidades XDD.

Brighton Jeremiah Black–Lupin nacido el 12 de enero de 1975, está al comienzo de esta historia en 7mo año de Hogwarts (es decir es su último año XD) es Prefecto y premio anual, es un muchacho valiente, sexy, pero no le importa nada más que él mismo (aunque demuestra gran preocupación por sus hermanos y Remus). Luego de terminar sus estudios se convierte en Auror.

Gabriele Jacques Black–Lupin nacido el 5 de diciembre de 1977, al comienzo de la historia está en 5to año de Hogwarts, es prefecto. Un muchacho dulce, compasivo, frustrado por el amor, fuerte de convicciones y esperanzador. Le duele las perdidas, siente gran afecto por sus hermanos y Remus, tiene una apatía por Brighton. Al finalizar sus estudios es Auror.

Kamil Christian Black–Lupin nacido el 25 de diciembre de 1981, es un año menor que Harry y asiste a Gryffindor, es buen estudiante, muy preocupado por la seguridad de Harry. Siempre está en medio de la relación Draco x Harry aunque realmente no quiere separarlos ni está enamorado de ninguno de los dos, solo la vida es así con él XD.

Bueno eso es todo, espero ir mejorando en la escritura de este fic porque he dejado a Harry Potter colgado desde hace ya muchos años y necesito volver a esto XDDD. Si hay algo mal y quieren avisarme pueden hacerlo por RR o como ustedes gusten pero recuerden, una critica constructiva es mejor que una destructiva. ¡BESOS!