Disclaimer: El potterverso pertenece a nuestra diosa J. K. Rowling.
Este fic participa en el reto "Solsticio de invierno" del foro La Noble y Ancestral Casa de los Black.
Personaje utilizado: Myrtle la llorona
Palabra dada y utilizada en este capítulo: Crackers navideños
Raiting: K+ por ciertas palabras.
Número de palabras: 533, según Word.
N/a: No soy muy dada a trabajar con Myrtle, asi que cualquier tipo de OoC ¿Me lo perdonan? Espero que sí. Sin más nada que decir, espero que les guste. Bye.
Myrtle la llorona
Fingió un suspiro.
Los del ministerio eran unos metiches. ¿Cómo se atrevían? ¿Encerrarla en el lugar donde había muerto? ¿Sólo para proteger al estúpido de Olive Homby? Era un cobarde. Irónico que esto lo hubiera descubierto luego de su muerte. Había sido gracioso verlo huir de ella, incluso en su propia casa.
Sonrió. Al fin se había cobrado todas las bromas pesadas que él siempre le jugaba. Y aunque a su parecer todavía él no terminaba de pagarle semejante deuda, tendría que conformarse con los recuerdos del chico corriendo asustado y pidiéndole disculpas de mil maneras.
Flotó sobre los cubículos, tratando de despejar esos pensamientos que no quería que llegaran a su mente.
No lo quería, porque sabía que muy seguramente la entristecerían. No quería recordar que era veinticuatro de diciembre. No quería recordar los rostros tristes de sus padres al verla muerta, fría y pálida. No quería recordar el susto que estos se llevaron cuando ella se les apareció en su habitación.
No.
No quería recordar.
No quería recordar los crackers navideñosque reposaban año tras año en el árbol de navidad. No quería recordar que esos crackers eran sólo para ella. Porque sus padres sabían que los adoraba. Ellos sabían cuanto la deleitaba abrirlos y ver las sorpresas que estos escondían en su interior.
No quería recordar que era medianoche. No quería recordar que ya, por fin, era navidad. No quería recordar durante cuantos meses, antes de morirse, estuvo esperando ese día.
No quería, siquiera, imaginar.
No quería imaginarse que Olive Homby si estaba disfrutando con su familia. No quería imaginar a sus padres felices. No. Si ella no estaba allí, con ellos. No quería imaginarse sus queridos crackers navideños en su amado árbol. No quería imaginarse a otra persona abriéndolos por ella.
No quería observar los copos de nieve que caían sobre Hogwarts. No quería ser consciente de que estaba literalmente muerta. No quería darse cuenta de que estaba sola.
No lo quería, porque si lo hacía, darse cuenta digo, se deprimiría.
Porque todo era cierto.
Porque, ¡demonios!, estaba muerta. Porque ese año, 1943 debía recordarlo, y todos los que le seguían ella no estaría en su hogar abriendo sus adorados crackers. Porque, joder, sus padres no volverían a abrazarla. Porque ella no volvería a sentirse protegida y amada.
Porque ya no tendría una feliz navidad. Porque estaba condenada a flotar el resto de sus días dentro de Hogwarts y especialmente dentro de aquel baño. Porque con sus escasos dieciséis años estaba destinada a la miseria, sólo por haber muerto.
Porque, a partir de ese día, odiaba la navidad y todo tipo de celebración que le recordara lo muerta que estaba. Porque por mucho que lo intentara no podía llorar, sólo lamentarse.
Porque había perdido todo signo que le indicara que estaba viva. Porque sólo era un espíritu que había rechazado la oportunidad de cruzar la brecha que la llevaría a la felicidad, sólo para quedarse atormentando al idiota de Homby.
Porque a pesar de ser apodada Myrtle la llorona, nunca había vuelto a llorar luego de morir, sólo se lamentaba.
Porque estaba destinada a la inmortalidad espiritual, pero jamás a vivir.
— Infeliz navidad, Myrtle.— se dijo a sí misma la fantasma.
¿El próximo capítulo? Ni idea. Mentira, muy pronto señores, pero advierto no tiene nada que ver con Myrtle. Pues aqui yo cumpliendo con otro reto, la idea era hacer dos capítulos, uno representando lo positivo y el otro lo negativo. Para lo negativo (o drámatico) pensé en Myrtle, para lo positivo... ya verán. Muajajaja (?
