Disclaimer: Todo lo relacionado con The Mortal Instruments es propiedad de Cassandra Clare, la especie de drabble sin embargo es mío.

Advertencia: Si de casualidad no has leído City of Glass y no quieres enterarte de lo que sucede, no continúes leyendo.


La puerta de la ahora desierta habitación se abrió lentamente, un joven de cabellos negros y ojos azules entró mientras miraba detenidamente cada rincón del lugar. Cerró la puerta detrás de él y se sentó en la cama. Libros aún descansaban en ella y las sabanas guardaban un poco de su aroma.

El pelinegro estaba solo, así que podría expresar sus sentimientos, dejar de ser el fuerte hermano mayor por un momento y llorar.

Abrazó la almohada que estaba a su lado y los sollozos se apoderaron de él, Alec jamás había sido un chico sentimental y nunca había llorado como ahora.

Isabelle lo encontró dos horas después aún en la habitación, se había acercado a él y lo había abrazado.

Su hermano menor había muerto, aquel que nunca había sido lo suficientemente mayor para oír un problema, al que no le creyeron cuando dijo haber visto a alguien en las torres de demonio y que siempre quería luchar junto a su familia.

Los dos chicos estaban arrepentidos, ellos debían de haber cuidado de él, no dejar que nada le pasara y creyeron hacer lo correcto cuando lo dejaron con el que creían era Sebastián Verlac, pero las cosas habían sucedido al revés y el niño había muerto en manos del impostor.

En el pequeño mueble a lado de la cama descansaba "Naruto", Isabelle dejó salir un sollozo al recordar perfectamente aquella vez que Max le había contado que Clary le había enseñado a leerlo y que lo llevaría a Planeta Prohibido cuando todo pasase, ella no le había prestado demasiada atención.

Que estúpidos habían sido al tratarlo de esa manera tan cruel, pero ahora ya no había forma de disculparse y remediar todo, él se había ido, su hermanito estaba muerto; ya no lo volverían a ver dormido en los sillones con sus gafas torcidas puestas, una prueba de que había tratado de mantenerse despierto hasta que ellos llegaran. Ojalá hubieran sabido apreciar eso antes.

Los dos se sentían culpables, debieron haberlo escuchado, ya que de ser así nada malo le hubiera pasado y en este momento seguiría con ellos.

Los hermanos se levantaron dispuestos a salir de ese lugar tan lleno de recuerdos, sabían que su hermano estaba en un lugar mejor, pero eso no evitaba que lo extrañaran y desearan haber sido mejores con él.

Max Lightwood jamás sería olvidado por aquellos que lo quisieron…


No es un gran drabble, pero lo escribí hace mucho cuando terminé de leer City of Glass (tenía más de tres años guardado en mi computadora, estaba segura de haberlo publicado antes pero estaba equivocada .-.) y quería sacar toda esa tristeza que el libro me había dejado. La muerte de Max en realidad me afectó, inclusive ahora. Espero que les guste :)

Comentar no cuesta nada y me ayudan a saber su opinión de mis escritos.

Besos

~CR