Disclaimer: los personajes no son mios.
Advertencias: MUY random y fail. Hecho en un momento de puro aburrimiento.
Claim: Italia del Sur/Romano & Reino Unido/Inglaterra, con la aparicion estelar de Veneciano y el grato recuerdo de Papa España.
Romano miro con indecisión la puerta del consultorio. ¿Cómo había llegado a eso?
Ah, claro, culpa de Veneciano…
-Nii-chan, Doitsu me dijo que… -
-Doitsu esto, Doitsu aquello, ¡Deja de hablar de ese bastardo! –grita Romano.-
-Pero, nii-chan… -Feliciano tenia unas lagrimitas en los ojos.-
-Okey, okey, ¿Qué te dijo ese macho patata? –suspira, rendido el hermano mayor.-
-Pues, me dijo que los italianos necesitamos un psicólogo. –fue la gran estupidez que dijo.
Ahora estaba ahí. En el consultorio esperando su turno. Leyendo una revista de chismes. Su hermano le dijo que quizá necesitara eso para entender mejor lo que le pasaba.
-¿Lovino Vargas? –llama la secretaria, era su turno.-
El castaño se levanta y pasa al consultorio. Al ver al doctor se queda de piedra. Era imposible, ¿Qué hacia ese ahí? Sin quererlo empezó a temblar de miedo.
-¿Inglaterra? –susurra, temblando.-
-Soy el Dr. Kirkland, para ti hoy. Pasa. –dice Arthur, invitándolo a pasar.-
Romano obedece y se sienta en el sillón, tipo Freud*. Mira la decoración, evitando cruzar miradas con el inglés, que traía unos anteojos y una libreta para apuntar sus anotaciones y avances sobre la cita.
-Empecemos, Romano. –dicta.- Cuéntame de tu infancia. –
-¿Mi infancia? ¿Mi p*** infancia? Bueno, te cuento solo porque no pareces malo hoy. –dicho eso se quiso matar, pero siguió.- Crecí con Abuelo Roma y el bobo de Veneciano, pero… bueno, a mi el abuelo nunca me presto mucha atención, es mas, mis papas nunca me prestaron mucha atención que digamos. Veneciano siempre fue el personaje principal, ¿Por qué el? ¿Qué tiene que yo no? ¿Es esa personalidad de retrasado que tiene? –pregunta esto ultimo mirando fijamente a Inglaterra.-
-Bueno yo… -no sabia que responder.-
-¡Lo sabia! ¿Era por eso? ¿Todos nos querrían si actuáramos así? Ve~ ve~ soy un idiota que me llamo Feliciano, ve~ ve~ Doitsu, Doitsu, sálvame. –de repente estuvo haciendo una mala imitación de su hermano.-
-Cof cof. –Arthur hace que tose, para llamarle la atención al otro.- Ahora háblame de tu relación con España.
-¿Con España? ¿Con el idiota español ese? Pues, no me quejo, bueno si me quejo, pero en realidad no me quejo de cómo me trata. O sea, me da de todo hasta más no poder y cuando lo llamo para que me rescate siempre viene. –Cuenta, con un pequeño sonrojo en los pómulos.-
-Oh, ya veo. ¿No has pensado en confesártele a Antonio? –pregunta, más por curiosidad que por el tema en si.-
-¿Q-q-q-q-q-q-que? –su cara era igual que un tomate, roja.- ¡Claro que lo eh pensado! –sorpresivamente contesta eso, Arthur lo mira.-
Arthur se arquea, esperando una respuesta.
-O sea, el era pirata como tu, encima que tiene mas de un pecado encima. Yo soy católico, ¿Sabes? Encima que mi país es donde esta la sede Católica. Soy fiel y puedo tomarle confesión a España, para liberarlo de sus pecados, pero… no puedo porque no se mantener un secreto y segundo que no quiero porque me aburre escucharlo. –
Eso si… que no se lo esperaba.
-Ah, ok-okey. –Arthur se acomoda los lentes.- Los italianos si que son raros. –piensa.-
Y así termino la reunión más random que haya tenido Inglaterra en su vida de psicólogo de turno. ¿La conclusión de la reunión? Que Romano debía captar las indirectas.
Se merece algun review~?
