Los personajes pertenecen a Stephenie Meyer, la historia está basada en una pelicula española llamada "Ismael" de Marcelo Piñeyro, mio solo es parte de la historia.
Vanessa POV
Una vez más mamá me dejó en casa de la abuela, mi única abuela, Renee. Ella está muy viejecita, su carita parece pasa, pero aun así la quiero mucho.
-Vane, ya me debo ir, pórtate bien, no hagas enfadar a tu abuela-dijo mamá, cada día me decía lo mismo.
-Okiss mami-respondí.
-Bella, hija, Nessie es toda una angelita, jamás me hace pasar rabietas- dijo la abuela.
-Mamá, su nombre es Vanessa y no está demás decirle que se comporte-le sonrió mamá, no sé por qué odia el sobrenombre que me puso mi papi Jake.-en fin, adiós Vane, te amo.
-Y yo a ti mami.-le di un besito en su mejilla.
Luego mamá se fue a su trabajo, ella es enfermera en el hospital de Seattle, y mi papi Jake es veterinario, o sea cuida y sana a los perritos y gatitos. Bueno él realmente no es mi papá pero me quiere como si fuera su hija, además es el esposo de mamá desde que tenía tres años, y ahora tengo ocho.
No conozco a mi verdadero papi, dice mamá que él se fue al cielo cuando aún yo estaba en su pancita, me hubiera gustado conocerlo, lo único que se es su nombre "Edward Cullen".
-Ness, yo iré a dormir un rato, me despiertas si necesitas algo-dijo la abuela
-Okiss abue-respondí
-Si quieres ve a la ex habitación de tu madre, digo, para que no te aburras-me sonrió
-Sí abue ya voy-le sonreí.
Mientras la abuela se fue a dormir, yo fui a la habitación que mamá ocupaba cuando era joven, encendí el televisor y estuve viendo Disney channel un rato, hasta que una caja que tenía un lazo rojo llamó mi atención. Estaba sobre el DVD así que la tomé para ver su contenido.
Dentro habían muchas tarjetas de corazones, letras de canciones y un peluche pequeño, pero lo que más llamó mi atención fue que en una tarjeta decía "DE: Edward Cullen" esas cosas se las había regalado mi verdadero papi a mamá, me puse tan feliz que quise ver todo el contenido de la caja, en el fondo había una carta, la abrí y la leí…
Bella…
Perdóname, fui un estúpido, no puedo vivir sin ti, estos días han sido agónicos para mí, regresa a casa y formemos esa familia que tanto quieres.
Te necesito, te estaré esperando…
Edward.
No, mi mamá no pudo haberme mentido, mi papá estaba vivo y yo creyéndolo muerto, me sequé las lágrimas que estaban en mi rostro y tomé una decisión. Conoceré a mi papá.
La abuela se despertó y me dio el almuerzo, estaba ansiosa por que llegue mañana y conocer a papá, aprovecharía que habría una excursión en mi escuela para poder escaparme, ojalá y lo logre.
Mamá llegó como siempre a las cinco junto con papi Jake.
-¡Hola pequeña!-dijo Jake tomándome sus los brazos.
-Hola pa-le sonreí
-¿Cómo la pasaste con tu abuela?-preguntó devolviéndome la sonrisa.
-Bien, la abuela preparó cupcakes de cereza.
-Espero que me hayan guardado-dijo dirigiéndose a la cocina.
Luego de charlar con la abuela nos fuimos, tenía cosas que hacer, muchas cosas que hacer.
-Mami, me firmas mi permiso para la excursión-le dije haciendo mi puchero más adorable.
-Con esa carita hermosa ¿Quién podría negarse?-me sonrió- solo prométeme algo.
-Lo que sea.
-No te alejaras de la maestra, mira que saldrán del estado-dijo, Ouch y ahora qué hago, ya se cruzaré los dedos.
-Okiss mami.- y diciendo esto me firmó mi permiso del colegio y de abordaje.
Me fui a mi habitación a preparar todo para mañana, primero vi la dirección que estaba en la carta.
047 Península de Olympic, Forks, Washington 98331, USA.
Uff al menos quedaba aquí en Washington y no en Phoenix, saqué mi celular Nokia Lumia 1520, regalo de Jacob, e ingresé en google para saber en dónde estaba Forks, para mi suerte estaba a solo una hora en avión y mejor aún mamá ya había firmado mi permiso de abordaje.
Rompí mi alcancía para contar mis ahorros, por cada grosería dicha en casa Jake me daba $5, tenía $460 con 45 ctvs., entre groserías, mandados y buenas calificaciones, espero que me alcance el dinero.
Empaqué todo en una mochila, ya saben ropa, zapatos un libro y no podía faltar Bea, mi ovejita de peluche, escondí la carta bajo mi almohada para que no la vea mamá y como si la hubiese llamado llegó a darme las buenas noches.
Al siguiente día estaba muy emocionada, hoy conocería a mi papá, me levanté temprano y bajé a desayunar con mamá y Jake.
-Buenos días-saludé
-Buenos días princesa ¿lista para tu primera excursión?-me preguntó Jake
-Siii.
Luego de prometerle a mamá que me cuidaría, salí rumbo a la escuela junto con Claire, mi mejor amiga. La escuela quedaba a solo unas cuadras así que fuimos caminando.
-¿Entonces no iras a la excursión?-me preguntó cabizbaja.
-No Clare, mi mamá no me dio permiso-fingí tristeza.
-No será lo mismo sin ti Nessie-me abrazó, yo solo le devolví el abrazo.
Cuando llegamos a la escuela, la maestra pidió los permisos en orden de lista.
-Black-me llamó
-Lo siento maestra, pero yo no voy-le avisé
-Está bien pequeña-me sonrió- Call.
Me despedí de Claire y aproveché que mi maestra y compañeros irían primero al museo que al aeropuerto, así que tomé un taxi que, para mi suerte, pasaba y me fui al Seattle-Tacoma International Airport.
Había muchas personas en el aeropuerto, ya había viajado antes con mamá y Jake, así que sabía a donde dirigirme. Vi en la pantalla que habían muchos lugares de destino, pero ninguno era Forks, así que fui donde la señorita que estaba en 'Atención al cliente'
-Buenos días, señorita-la saludé
-Hola pequeña ¿Te has perdido?-me preguntó
-Oh no, nada que ver, solamente necesito saber que vuelo me llevaría a Forks- dije lo más educada posible.
-¿Viajas sola?
-Sip, visitaré a mi papá.
-¿Tienes un permiso?-me pregunto con una sonrisa.
-Ajam-dije sacando el permiso de mi carpeta.-mire aquí está.
-Muy bien, tu madre es Isabella Swan y dice que te da autorización de tomar un vuelo- asentí.- ¿tienes aquí algún documento de identidad?
-¿Le sirve mi carnet de la escuela? –pregunté
-Sí pequeña- le entregué mi carnet.-Muy bien decías que debes ir a Forks.
-Sip.
-Bien, en Forks no hay aeropuertos, pero el más cercano está en Port Angeles.
-Ok, mejor le preguntaré a mi papi en donde me espera-dije
-Buena idea- respondió
Si algo había aprendido en esta vida era que debía actuar en momentos difíciles, saqué mi móvil y fingí marcar un número.
-Hola papi, muy bien sí ya casi salgo, disculpa pero ¿cómo se llama el lugar en donde me esperas?, Port Angeles ok, bye papi te veo en un rato.
-¿Y bien?-preguntó la señorita
-Sip, es en Port Angeles.
La señorita, Irina decía su carnet, me llevó hasta una fila y sin tener que esperar me consiguió un boleto para Port Angeles.
-Ok pequeña el pasaje cuesta $105.
-Sí ya le doy-dije sacando el dinero de mi mochila.
-Bien tienes suerte, el avión despegará en unos minutos, así que ve por esa puerta, subes al avión y buscas tu asiento.
-Okiss y gracias.-fui por donde me indicó y en efecto ya iban a cerrar la puerta –Disculpe ¿me puede ayudar a ubicarme en el avión? –le pregunté a la azafata.
-Claro pequeña muéstrame tu boleto –se lo entregué –bien tu asiento es el G24, te tocó ventanilla.
Me llevó a mi asiento y ahí me senté con mi cinturón puesto, esperando que este viaje se me hiciera corto, junto a mí se sentó una señora, saqué mi libro y me puse a leer mi libro de Willy Wonka.
Una hora después aterrizamos, bajé del avión y me dirigí afuera del aeropuerto en busca de un taxi o autobús que me lleve a Forks. Le pregunté a una señora que tenía dos niños y me indicó un autobús, me subí y efectivamente iba a Forks, papá cada vez más cerca de ti.
El autobús me dejo en una terminal y de ahí cogí un taxi y le entregué la dirección de la carta, luego de diez minutos se detuvo frente a una casa blanca, muy bonita, le pagué al taxista y me acerqué, estaba muy nerviosa como cuando mamá me llevaba al doctor, ¿Qué tal si no me quería? La respiración me empezó a faltar así que tomé mi inhalador para el asma.
Toqué el timbre y me respondió una mujer desde adentro
-No quiero comprar, ni donar nada – ¿será que papá está casado?
-¿Aquí vive Edward Cullen? –pregunté y salió una señora muy bonita, de cabello color caramelo y ojitos verdes.
-Aquí no vive nadie con ese nombre –dijo con sus ojitos apagados
-Pues aquí dice que sí –dije mostrándole la carta.
-¿Por qué lo buscas? –preguntó
-Quiero verlo –sonreí un poco asustada.
-Ok pero ¿Por qué? –Esta mujer era muy curiosa.
-Vive aquí o no –me estaba empezando a molestar.
-No te lo diré si tu no dices por qué quieres verlo –respondió seria.
-Es que es mi papá- respondí luego de un suspiro.
