Primero, soy absolutamente partidaria del VegetaxBulma (me encantan), pero me puse a pensar en la posible pareja que harían Goku y Bulma y decidí dedicarles mi primer fic (drabble) de Dragon Ball, aunque es solo un "hipotético" porque no se me pasa por la cabeza nada más.

Espero que aún así os guste :))

Obviamente, Dragon Ball no me pertenece. ¡Más quisiera yo...!

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Bulma se despertó notando el cansancio que traía encima. No le parecía posible que hubiera podido arreglar sus capsulas antes de irse a la cama, pero según podía comprobar por el aspecto de la habitación, tal tarea había sido realizada con éxito.

-Bien por mí.

Se levantó, vistió, arregló y desayunó, saliendo entonces de su casa con la intención de pasar el día con Goku. Hacía mucho que no hablaban y eso la ponía nostálgica, pues aunque siempre que el muchacho perdía la cabeza ella le gritaba con desesperación, al final resultaba que le quería.

Se paró en seco. Nunca antes había pensado en el pelinegro de modo romántico. Y eso que habían pasado muchísimo tiempo juntos. Tal vez porque lo conoció siendo él un niño y en ningún momento se había planteado salir con él.

Lo vio entonces en la cafetería de siempre, comiendo con desesperación quién sabe qué cosas y vaciando con toda seguridad la cocina del local. Sonrió y entró, sentándose frente a una muralla de cuencos de comida y saludando a su amigo con una agradable sonrisa.

-Oh, Bulma.- Dijo entre cuenco y cuenco. Dejó el que justo se había terminado a un lado y se quedó mirándola.- ¿Sabes algo curioso? Hace unos minutos me preguntaba qué hubiera pasado si me hubiera casado contigo en lugar de con mi mujer.

La peliazul se quedó pasmada. Ella se había hecho, indirectamente, casi la misma pregunta.

-¿Cómo se te ocurre?

-Sí, sí, sólo piénsalo: no hubiera sido tan loco.- Pidió más comida. ¿Acaso aún les quedaba después de todo lo que se había comido el muy tragón?- Mi vida hubiera sido absolutamente distinta si no te hubiera conocido.

Se hizo un silencio extraño.

-La mía también.

-¿Ves?- Trajeron un cuenco más y con una sonrisa de oreja a oreja se puso a comer, dejando con la palabra en la boca a su compañera. Ella se quedó pensando.

Si se hubiera casado con Goku... es decir, en el hipotético caso de...

-Esto no va bien...

-¿Tienes hambre, Bulma?

-¡Cállate! ¿Cómo voy a tener hambre a las diez de la mañana? ¡Ya he desayunado!- Se sentó, hecha una fúria, y pidió al camarero que le trajera algo de comida.- Por tu culpa ahora me imagino cosas raras.